Recuerda, Lennon…
Recuerda,
Lennon, la conversación que arrojabas
desde
la baranda que da al río
Decías
que las canciones ocupan el espacio entero
mientras
duran
Y
después el silencio crece en el lugar
“De
ese silencio nacen” Decías
“Son
como tiros certeros al corazón”
Sacudías
la cabeza para que el sueño terminara
Detrás
tuyo un avión plateado
llegaba
al aeropuerto
Tenías
las manos sobre la guitarra. Los ojos miopes
“Estoy
herido” Dijiste
El impasible cazador…
El
impasible cazador que lee tus huellas
los
inocentes rastros que abandonas
en
el camino
sabrá
donde esperarte
el
exacto lugar hacia el que tus pies
te
llevan sin saberlo
Sueño con el vuelo de
perdices torpes…
Sueño
con el vuelo de perdices torpes
Desde
el pajonal
alguien
oculto con certera calma
las
derriba
El
eco de los disparos las asusta
Las
arroja volando hacia la mira
Como el hombre aquel…
Como
el hombre aquel que leía
en
un libro ciego del Parque Lezama
y
a sus espaldas
completamente
lejos de su conocimiento
esta
historia se levantaba
hasta
mucho más allá de las barrancas
que
el río tocó una vez
he
buscado fuera
y
no
en
el suave sonido de tu respiración
cuerpo
de amor donde
no
existe la duda
Vertiginoso es el paso del
tiempo…
Vertiginoso
es el paso del tiempo
Y
crueles las marcas que dejará en tu cuerpo
Pero
yo lo amo
Porque
subido en él me acerco
Entre
aullidos de tiempo te acompaño
Y
fortalezco
Sólo
esperar deshace
El ojo que miró tu cuerpo…
El
ojo que miró tu cuerpo no guardó
otra
cosa que materia fluyendo y ahora
la
memoria del ojo no es cuerpo
sino
dientes que muerden el aire
Lastimado
Verte
otra vez no repite más cuerpo
que
éste escapándose
Erendira la hermosa
Pájaro
sin más vuelo que
el
dolor
en
el canto
El ciruelo
No
comerás
mejor
fruta
que
la infancia
Acto de fe
Sospecha
del ojo
porque
no
hay otra cosa
Ars amandi
Como
manzana
que
jugosa cede
al
amoroso diente
que
la mata
Edificios oscuros…
Edificios
oscuros Edificios oscuros
Enciéndase
el combativo resplandor
del
fuego
El
motivo de la canción es
celebrar
que exista
luces
y tinieblas en la palabra
que
digo
Selección
de textos: Jmp. En: “Levanta contra el viento la cabeza oscura”, Ediciones de
la Claraboya, 1983.-
Miguel
Gaya (Ayacucho, Provincia de Buenos Aires, 1953).-
Foto:
Los poetas Miguel Gaya y Jonio González en Sitges, Barcelona, 2008. Tomada de
FB.-
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