viernes, 24 de enero de 2020

LUIS ALBERTO SPINETTA Todas las letras de Ya no mires atrás



VEINTE CIUDADES

Con tus propios ojos ves lo que se perdió
y estás harta de esperar
Por un tiempo nadie te llevará a pasear

Con tus propios ojos ves lo hermosa que sos
y no hay razón para llorar
Tranquila, amor nunca te va a faltar, no

Hoy que tu amor visitó por fin
veinte ciudades y nada cerró
Quiero recordarte que el tiempo
nunca juega en contra
Luego sólo quedan cenizas del alma
que has de romper

Puede ser que sólo vos tengas la verdad
y nadie te hará cambiar, descuida
yo no te llevaré hasta el sol, no
Porque quema, sólo quema así
la esperanza de tu amor
Mañana no me digas que no te avisé, no

Y hoy que la suerte se burla de mí
puedo ser bueno sin ser un robot
al que sólo quieras para recortar el pasto seco
Ya no hay nada que puedas hacer por tu corazón

Con tus propios ojos ves lo hermosa que sos
y no hay razón para llorar
descuida, yo no te llevaré hacia el sol, no
Porque sólo quema, sólo quema así
la esperanza de tu amor
Mañana no me digas que no te avisé, no

Hoy que tu amor visitó por fin
veinte ciudades y nada cerró
debes comprender que el mundo nunca juega a lo mismo
Luego sólo quedan cenizas del alma que has de romper


YA NO MIRES ATRÁS

Lo que sueñas y no dices tal vez será
canción
cuando cruces la muralla donde cayó
la luz

es tan temprano y te aburren las horas
ya no temas a la distancia que te aparta
te aleja de tus sueños otra vez
ya no mires atrás

Lo que sueñas y no dices tal vez será
canción
cuando cruces la barrera donde cayó
la luz

es tan temprano y te aburren las horas, nena
ya no temas a la distancia que te aparta
te aleja de tus sueños otra vez
pues ya no mires atrás
no mires atrás

Lo que sueñas y no dices tal vez será
canción
cuando cruces la barrera donde cayó
la luz
es muy temprano y ya te aburren las horas
ya no temas a la distancia que te aparta

distancia que te aparta
te aleja de tus sueños
te aleja de tus sueños otra vez
pues ya no mires atrás
ya no mires atrás


AGUA DE RÍO

Dicen que tus ojos están en llamas
hoy
grita aunque el viento llevó tus manos
hoy

no pares de crear
cambiando lo que anda mal
puedes elevarte de aquí

Dicen lo que no dice la palabra
que te engañó

Agua, agua de río, turbulento y marginal
invade tu lecho
mueve como mueve las agujas de un reloj
caen como caen pero nunca caerán
sueñan como sueñan pero nunca soñarán
todo lo que cuentan ya no lo contarán

Pasos al lado de tu camino
almas que se agotan en su columpio de seda
viaja en el viaje que más te mueve
la vida

Piensa antes de actuar
que los diablos empiezan por dentro

Luego
mira su sórdida postura de ciempiés
nudos vacíos
tocan sobre un tallo
un tallo que se hundió
siguen como siguen sus pisadas sin revés
suben como nunca las esporas de su piel
sólo las consume tu silencio sin quietud

Dicen que tus ojos están en llamas hoy
grita aunque el viento llevó tus manos hoy

no pares de crear
cambiando lo que anda mal
puedes elevarte de aquí

Dicen lo que no dice la palabra
que te engañó

Agua, agua de río, turbulento y marginal
invade tu lecho
y mueve como mueve las agujas de un reloj
caen como caen pero nunca caerán
sueñan como sueñan pero nunca soñarán
todo lo que cuentan ya no lo contarán


NUEVA LUNA, MUNDO ARJO

Esta canción de amor
pintó un amanecer
indiferente

perdida y consabida idea de amar
amar por siempre
entonces vi sólo un rayo de luz
inconsciente aún
lo vi nacer al olvido de los limbos

No sé por qué, jadeante, el río despertó
como una sombra
apenas retenido por el ir y venir de sus difuntos

Esta noche mi casa no está
siento miedo de que el sol
por fin nos caiga

Febrero de vinilo rojo carmesí
inútilmente
tratando de salvar
la seda de tu piel de toda fiera

Tal vez oí una dulce oración
en el plexo solar
canción de amor
contra tanta desdicha

Tan pronto llega el día
tan pronto va a estallar
¿Y por qué toda la poesía
y toda la vida no se juntan aquí?

Este río tendrá que parar
siento miedo de que el sol por fin
nos caiga

Nueva luna
sentada como un gato en este techo
nueva luna
amiga de la paz y la verdad
tal vez vos me dirás:
ya no repitas nunca más "yo te amo"

Y esta tierra que tiembla al hablar
Mundo arjo de argentum y dolor

Esta noche mi casa no está
siento miedo de que el sol por fin
nos caiga
nos caiga


MERECER

No seas tan pronto mi Monalisa, por favor
tal vez no has hecho lo suficiente, amor
me desesperas con esa mueca sin pasión
no sé si ríes o me rechazas, la verdad amor

Dime que yo sé, que yo sé querer
y temes que tal vez no sabré merecer
el cielo de tu amor para vivir
amándote hasta el fin

De vez en cuando sueño contigo y al despertar
no encuentro el tiempo ni encuentro el aire si no estás
no seas tan pronto mi Monsalisa, por favor
tal vez no has hecho lo suficiente, amor

Dime que ves que me podrás querer
mañana cuando encuentres una razón sin temor
dime que sientes que te sé querer con todo
cuando vuelvas al amanecer para amarte hasta morir

"Hasta un lugar te quiero llevar
conecto un éxodo hacia aquel paisaje
que dije, quise, pinté en tu umbral
no es lo habitual, no hay como tal
desconectá tu realidad, no hay gravedad

¿Lo imaginás mi irrealidad o es la verdad?
va, no hay nada más, que sólo vos y yo
no hay nada igual a tu mirar
que sin dudar otra vez más irradia como la luz solar
que en mi fugaz andar busqué.
Al caminar amar, te amé
hasta el final sabré qué es
esto es amor si no lo sabés
Dame más de lo tuyo ¿dónde estás?
quiero verte sin soñar
desdoblarme una vez más
me perdí como el dragón por las nubes del dolor
pero vuelvo sin la cruz para saborear tu luz
quiero decírtelo, todo lo que hice tatuártelo
escribí en tu corazón un mensaje con crayón
al revés no escucha Dios
al revés no escucha Dios
que la sabiduría vuelva
Papi, Leeva y Dante queman

Dime que ves que me podrás querer
mañana cuando encuentres una razón sin temor
dime que yo sé, que yo sé querer
y temes que tal vez no sabré merecer
dime que ves que me podrás querer
mañana cuando encuentres una razón sin temor

Dime que yo sé, que yo sé querer
mañana cuando vuelvas para vivir
amándote hasta el fin


LUCES Y SOMBRAS

Luces y sombras
una extraña armonía y un frío lugar donde llegar
danza de cosas
lo liviano del aire flota aquí
al esperar
todo lo amado del mundo recae en ti
y me siento en una calle oculta donde se hace tarde
tanto luces como sombras
de la mano en mi alma juegan
no me duele esperarte solo aquí
pero me voy

No sé cómo decírtelo
me cansé de servirte así

El día no responde
cómo haré para amarte sin andar recorriéndote
no veo diluvio
sólo lágrimas juntas sin dolor y sin amor

Hay un cuenco de flores sobre fondo azul
y parece que el silencio escapa de su boca al cielo
tanto luces como sombras
hoy te alejan del tiempo y de tu amor
lo que me alumbre me ciegue desde ya
será sin ti

No sé cómo decírtelo
me cansé de servirte así
de tu cariño yo no quiero ni saber

No sé cómo decírtelo
me cansé de servirte, nena


DIADEMA

Todo lo que escuchas es
ángel y ruido al chocar
las horas se escapan goteando
sin prisa
y sin pausa como ahora
mientras puertas se abren en cielos

en la curvatura del mundo brillante que ves
se asoma buscando tu risa serena el sol
un cristal tan diferente
y el mar y el mar todo lo agita oscuro

en tus ojos el sol más bien
sin el tiempo y la oscuridad
de tu mano camino así
la diadema de amor total
en tus ojos el sol más bien
sin el tiempo y la oscuridad
de tu mano camino así
la diadema de amor total
al final

Todo lo que escuchas es
ángel y ruido al chocar
las horas se escapan goteando
sin prisa
y sin pausa como ahora mientras
mientras puertas se abren en cielos

En tus ojos el sol más bien
sin el tiempo y la oscuridad
de tu mano camino así
la diadema de amor total
en tus ojos el sol más bien
sin el tiempo y la oscuridad
de tu mano camino azul
la diadema de amor total

De las vidas veo salir
una llama de eternidad
hay un puente que cruza en ti
las palabras llenas de luz
de las vidas veo salir
una llama de eternidad
hay un puente que cruza en ti
las praderas llenas de luz


 
Luis Alberto Spinetta (Buenos Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012)
Todas las letras y las músicas de LAS excepto la música de "Diadema" que es de Alejandro Franov 
En el tema "Merecer" la letra en cursiva (rap) es de Dante y Valentino Spinetta
En el CD participan: Claudio Cardone (teclados), Nerina Nicotra (bajo), Sergio Verdinelli (batería). Además: Mono Fontana, Alejandro Franov y Dante y Valentino Spinetta
Grabado en La Diosa Salvaje entre 2008 y 2009
Publicado el 23 de enero de 2020. Foto: Jmp

martes, 14 de enero de 2020

KHALIL GIBRÁN Heme aquí sentado entre mi hermana, la montaña, y mi hermano, el mar



EL ESPANTAPÁJAROS

Cierta vez dije al espantapájaros: “Debes estar cansado de permanecer de pie en este prado solitario.”
Y él me respondió: “La alegría de espantar es profunda y duradera, y nunca me canso de ello.”
Luego de pensar un momento, dije: “Es verdad, pues yo también he conocido esa alegría.”
Y dijo el espantapájaros: “Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla.”
Entonces, lo dejé, ignorando si me había elogiado o despreciado.
Pasó un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.
Y, cuando pasé a su lado nuevamente, vi dos cuervos construyendo un nido bajo su sombrero.


EL ZORRO

Un zorro contempló su sombra al amanecer, y dijo: “Hoy comeré un camello en el almuerzo.”  Y pasó toda la mañana buscando camellos. Mas, al mediodía miró su sombra otra vez, y dijo: “Un ratón será suficiente.”


EL NUEVO PLACER

Durante la noche de ayer inventé un nuevo placer y cuando lo probaba por vez primera, un ángel y un demonio irrumpieron en mi casa. Se encontraron en el umbral y discutieron, cada uno desde su posición, sobre mi nuevo placer creado; uno gritaba: “¡Es un pecado!” y  el otro: “¡Es una virtud!”.


EL OTRO IDIOMA

Tres días después de nacer, mientras yacía en mi cuna forrada de seda, mirando con asombrada desilusión el nuevo mundo que me rodeaba, mi madre dijo a mi nodriza: “¿Cómo está mi hijo?”. “Muy bien, señora -mi nodriza le contestó-, lo he alimentado tres veces, y nunca he visto a un niño tan alegre, no obstante lo tierno que es.” Y yo me indigné, y lloré, exclamando: “No es verdad, madre: porque mi lecho es duro, la leche que he succionado es amarga, y el olor del pecho es desagradable a mi nariz, y soy muy desgraciado.” Pero mi madre no me comprendió, ni la nodriza; pues el idioma en que había yo hablado era el del mundo del que yo procedía.
Y cuando cumplí veintiún días de vida, mientras me bautizaban, el sacerdote le dijo a mi madre: “Debe usted ser muy feliz, señora, de que su hijo haya nacido cristiano.” Me asombré mucho al oír aquello, y le dije al sacerdote: “En ese caso, la madre de usted, no está en el Cielo, debe ser muy infeliz, pues usted no nació cristiano.” Pero el sacerdote tampoco entendió mi idioma.
Y siete lunas después, cierto día, un adivino me miró y le dijo a mi madre: “Su hijo será un estadista, y un gran líder de los hombres. “¡Falso! -grité yo -. Esa es una falsa profecía; porque yo seré músico, ¡y nada más que músico!”. Y tampoco en esa ocasión y teniendo yo esa edad entendían mi idioma, lo cual me asombraba mucho.
Y después de treinta y tres años, durante los cuales han muerto ya mi madre, mi nodriza y el sacerdote (la sombra de Dios proteja sus espíritus), sólo sobrevive el adivino. Ayer lo vi cerca de la entrada del templo, y mientras conversábamos, me dijo: “Siempre supe que serías músico; que llegarías a ser un gran músico. Eras muy pequeño cuando profeticé tu futuro.”
Y le creí, pues ahora yo también he olvidado el idioma de aquel otro mundo.


LAS DOS JAULAS

En el jardín de mi padre hay dos jaulas. En una habita un león traído por los esclavos de mi padre desde el desierto de Ninavah; en la otra, un gorrión que no canta.
Cada día, al amanecer, el gorrión saluda al león diciendo: “Buen día, hermano prisionero.”


LAS TRES HORMIGAS

Tres hormigas se encontraron en la nariz de un hombre que yacía dormido al sol. Y después de saludarse cada hormiga a la manera y usanza de su propia tribu, se detuvieron allí, a conversar. “Estas colinas y estas llanuras -dijo la primera hormiga- son las más áridas que he visto en mi vida; he buscado todo el día algún grano, y no he encontrado nada.”
“Yo tampoco he encontrado nada -comentó la segunda hormiga- aunque he visitado todos los escondrijos. Esta es, supongo, la que llama mi gente la blanda tierra móvil donde no crece nada.”
“Amigas mías -dijo la tercera hormiga, alzando la cabeza-, estamos paradas ahora en la nariz de la
Suprema Hormiga, la poderosa e infinita Hormiga, cuyo cuerpo es tan grande que no podemos verlo, cuya sombra es tan vasta que no podemos abarcar, cuya voz es tan potente que no podemos oírla; y esta Hormiga es omnipresente.”
Al terminar la tercera hormiga de decir esto, las otras dos se miraron, y rieron.
En ese momento el hombre se movió, y en su sueño alzó la mano para rascarse la nariz, y las tres hormigas fueron aplastadas.


SOBRE LA ESCALINATA DEL TEMPLO

Ayer tarde, sobre la marmolada escalinata del Templo, vi a una mujer sentada entre dos hombres. Un lado de su rostro palidecía, el otro se sonrojaba.


ROSTROS

He visto un rostro con mil expresiones, y un rostro que no era sino una sola expresión, como sujeto a un molde.

He visto un rostro a través de cuyo esplendor pude contemplar su fealdad interior, y un rostro cuyo esplendor hube de elevar para ver cuán hermoso era.

He visto un rostro viejo, arrugado por nada, y un rostro terso sobre el que todas las cosas fueron grabadas.

Conozco rostros, porque miro a través de la tela que mis propios ojos tejen  contemplo por debajo a la realidad.


EL ASTRÓNOMO

A la sombra del templo, mi amigo y yo vimos a un ciego solitario que estaba allí sentado.
Mi amigo dijo: “Contempla al hombre más sabio de nuestra tierra.”
Entonces me aparté de mi amigo y me acerqué al hombre ciego y lo saludé. Y conversamos.
Instantes más tarde le dije: “Disculpa mi pregunta; mas ¿desde cuándo eres ciego?”.
“Desde mi nacimiento”, respondió.
Dije yo: “Y ¿cuál camino de sabiduría sigues?
Dije él: “Soy un astrónomo”.
Luego apoyó sus manos sobre su pecho, diciendo: “Yo contemplo todos estos soles y lunas y estrellas”.


EL GRAN DESEO

Heme aquí sentado entre mi hermana, la montaña, y mi hermano, el mar.

Los tres somos uno en soledad, y el amor que nos une es profundo, fuerte y extraño. No sólo eso, es más profundo que la profundidad de mi hermana, y más extraño que la extrañeza de mi locura.

Eternidades tras eternidades han pasado desde la primera aurora gris que nos hizo visibles unos a otros; y, aunque hemos contemplado el nacimiento y la madurez y la muerte de muchos mundos, aún somos ávidos y jóvenes.

Somos jóvenes y ávidos y, sin embargo, somos solitarios y desconocidos, y, aunque descansamos sobre un medio brazo indestructible, no nos conformamos. ¿Acaso existe algún consuelo para deseos controlados y pasiones en desuso? ¿Cuándo llegará la diosa flameante para entibiar el lecho de mi hermano? ¿Y qué torrente apagará el fuego de mi hermana? ¿Y quién es la mujer que gobernará mi corazón?

En la quietud de la noche, mi hermano murmura en sueños el nombre ignoto de la diosa-fuego y mi hermana llama en voz al frío y lejano dios. Mas, a quién llamo yo en sueños no lo sé.

Heme aquí sentado entre mi hermana, la montaña, y mi hermano, el mar. Los tres somos uno en soledad, y el amor que nos une es profundo, fuerte y extraño.



En El loco (1918), Editorial y Librería Goncourt, Buenos Aires, 1975. Traducción Jorge Sarhan.
Khalil Gibrán (Líbano, 6 de enero de 1883 – Nueva York, 10 de abril de 1931). El loco es su primer libro publicado en lengua inglesa. Foto: Jmp