viernes, 12 de abril de 2024

EDITH GALARZA Los próximos días iré viendo morir lentamente a esta planta

City Bell, 12 de abril de 2024



PROPIETARIO 

Mis vecinos nuevos
decidieron sacar la enredadera que desde hace quince años 
cubre por completo las paredes de mi patio y las de otros vecinos.

Hablamos. 
La belleza.
La generosidad de esta planta que tiene la raíz de su lado de la pared 
y extiende el follaje en las paredes vecinas.

También crece hacia el cielo erguida sobre sí misma
y da intimidad a nuestras casitas, a veces demasiado cercanas.

Pero no. Ayer serruchó el tronco principal y sacó la raíz de la tierra.
Cortó la planta exactamente en el borde de la medianera: el límite de su propiedad.

Ahora la trepadora 
extendida sobre las paredes de las casas vecinas 
se ha quedado sin conexión con la tierra.

Los próximos días iré viendo morir lentamente a esta planta 
que fue testigo de nuestra vida todos estos años. 

Cuando comenzó a asomar de este lado del muro
decidí ofrecerle agua sobre la pared de ladrillos y así se fue viniendo día tras día 
hasta cubrir por completo mi patio. 

Vivo en un desierto. Aquí una planta es un regalo. Algo que se cuida y se agradece.

Solía regarla por las noches. 
Recorría las paredes con la manguera hasta que todas sus hojas estaban
mojadas y brillantes.

Me pregunto cuánto tardará en morir. En soltarse de los ladrillos y caer. 
Obcecada, la riego sobre la pared como siempre. 
Pienso si habrá alguna forma de sobrevida para ella.  
Se alivia un poco. Luego vuelve a su agonía.

Jamás echó una raíz de este lado.
Nunca un gajo.
Pero sí toda la gama de verdes, hojas de distinto tamaño, ramas y frutos.
Perenne. En invierno sus hojas gruesas de un verde oscuro casi negro
soportaban las finas capas de hielo. Luego renacía fortalecida.
Lanzaba ramas nuevas largas y delgadas con hojas pequeñas y tiernas
que con ansia expansiva seguían estirándose por las paredes.

Tiene un esqueleto fuerte que se extiende como si fueran venas sobre la pared.
Cuando se caigan todas las hojas, quedará aferrado y desnudo
o tal vez, se desplome vencido.

Crecía salvaje.
Me gustaba su desmesura.
Tenía yo una pequeña selva en mi patio.

Mis amigos la conocen como conocen a mi perro.
Una presencia en mi casa.
Los reflejos verdes del comedor a través del ventanal.

Hago consultas desde ayer.
¿puede una planta sobrevivir sin su raíz?

Sé que no es posible. Se irán secando las hojas, volviéndose quebradizos los tallos. 
En unos días aparecerán los ladrillos que la planta fue cubriendo por completo en estos años.
Cuando crecían los hijos.
Mientras colgaba la ropa.
En nuestro descanso del sol.

Era mi lugar para mirar el cielo.
Buscar tu estrella. Hablarte.
Porque en ese lugar del patio, al mirar hacia arriba solo se veía el follaje y el cielo
algo difícil en la ciudad. 

La planta hizo que mi patio fuera visitado por pájaros todas las mañanas.
Cantaban cerca de las ventanas, tomaban el agua de sus hojas.
Hoy los escucho desconcertados, se llaman, se alborotan ante la novedad.

Ella que había sido plantada del otro lado de la pared
se fue a vivir la vida a la casas vecinas
y en la mía se instaló.

Ensayamos procedimientos de emergencia
cortes, bajadas a tierra, trasplantes, extranutrición.
Mi perro olfatea que algo extraño sucede en el patio.

Busco información: ficus pumila
Leo como hacer esquejes.
Los amigos me envían videos de jardinería. Se acercan a evaluar la situación.
No encuentro como hacer vivir una planta sin raíces.
No busco ninguna metáfora en esto.
No la necesito.
No hay artificio aquí,
ni más profundidad que lo que tengo ante mis ojos
en este comienzo del invierno
casi llegando al wiñoyxipantv,
mi planta se muere.

Tienen un hijito y un perro guardián.
¿Miraba tu niño mientras cortabas, cuando sacaste la raíz? 
Y cuando me contestaste que era mi responsabilidad 
haberla dejado crecer de mi lado.
Propietario.

City Bell, 12 de abril de 2024


CÓPULA

la flor llega en silencio
llega la flor

la flor llama al rocío
el rocío refleja los rayos del sol

el sol se vierte sobre el rocío
sobre la flor.


TUYA

¿cuándo fue que nos vimos?
en qué verso
en qué palabra nunca hallada
en qué dolor

cómo fue
que en la risa breve de mi boca
se abrió la tuya.





Edith Galarza: “Nací y estudié en la ciudad de La Plata, vivo en Neuquén, en la Patagonia Argentina. Soy poeta y abogada. Soy Diplomada en Escritura Creativa por la Universidad Nacional de Tres de Febrero…”. / Envío de poemas: EG / Fotos: jmp / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-

1 comentario:

Diana Masini dijo...

Conocí este poema en la voz de la poeta. Me conmueve enormemente y agradezco tenerlo a mano para leerlo tantas veces como sea necesario. Gracias Edith y gracias Aromito por este rincón tan hermoso.