RECUERDOS DEL DOCTOR WATSON
a José C. Chiaramonte
Vimos con Holmes la lluvia
desde el carruaje
en la hermosa avenida
Brixton, yendo hacia Andley´s Court.
Esta tarde en el Concert Hall oiremos cantar a Norman
Neruda
Ráfagas mudas de agua lenta
golpeaban contra los vidrios, férrea
realidad nos rodeaba y nos
movíamos en ella, nítidos. Puedo
si quiero, evocar el preciso
rumor de la ruedas sobre las piedras mojadas
y el resoplar de los caballos
atravesando la ciudad familiar.
Ladrillos rojos chorreando
agua, hombres borrosos en la lluvia:
la luz de gas manchaba la
oscuridad matinal. Siento otra vez, con noble
fruición, el peso cálido y el
vaho de nuestros abrigos,
la mirada de un muerto en
honda persecución
golpeando contra el revés de
mi mente. Hombres del porvenir, plagados
de irrealidad, para ustedes
nunca este collar
de sólidos minutos, este
edificio de horas de piedra. La niebla
carcomerá las paredes de Londres
y el corazón de nuestra descendencia
yacerá débil o muerto, ciego
humo amarillo. Honda
es nuestra pobre vida en
comparación y benditos
nuestro violín, nuestra
fiebre de Afghanistán, nuestra deliberada morfina.
En: “El arte de narrar.
Poemas (1960-1987)”, Seix Barral, 2000.
Juan José Saer (Serodino,
Santa Fe, 1937 – París, 2005).
Ilustración de portada: Sydney
Paget (Londres, 1860-1908).
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