LA NOCHE DE
INVIERNO
La ventisca barría
toda la tierra,
y los confines
todos.
La vela ardía sobre
la mesa,
la vela ardía.
Como enjambre de
moscas en el verano,
atraídas por el
fuego,
así se juntaban los
copos de nieve
en la ventana.
La ventisca pegaba
sobre el cristal
círculos y flechas.
La vela ardía sobre
la mesa,
la vela ardía.
Al cielorraso
iluminado
caían las sombras.
Brazos cruzados,
piernas cruzadas,
y los destinos
cruzados.
Y caían dos
zapatitos
al piso, con ruido.
Y goteaban lágrimas
de cera
desde el candil al
vestido.
Y todo se perdía en
la nevada bruma
canosa y blanca.
La vela ardía sobre
la mesa,
la vela ardía.
Del rincón el aire
movía la llama,
y el ardor de la
tentación,
como un ángel, dos
alas grandes
alzaba cruciformes.
La ventisca barría
todo febrero,
y frecuentemente
la vela ardía sobre
la mesa,
la vela ardía.
Poema
incluido en la novela Doctor Zhivago, 1957. En: “Diez poetas rusos del Siglo de
Plata, Blok, Pasternak, Maiakovski y otros”, CEAL, 1983. Traducción directa del
ruso: Irina Bogdaschevski.
Boris
Pasternak (Moscú, Rusia, 1890 – Peredélkino, 1960). Foto: BP en 1948.
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