viernes, 23 de diciembre de 2011

Luis Maggiori – La Partida, 4

LA CONDENA


No me define la sucesión ilusoria de los días.
No tengo una identidad real y convincente.
La senda recorrida ha sido un espejismo:
siempre estoy en mi principio.
Mi tarea es la de narrarme a cada instante
para que algo de mí exista
pero sólo la pena es sustantiva
cuando se es del tiempo.


EL PACTO


Otro día, otra moneda
con la que el tiempo
negocia con la muerte
el tamaño de mi soledad.


LA METÁFORA MALDITA


Mi camino no tiene fin.
Me traslado de palabra en palabra
indiscriminadamente.
Mi territorio no conoce límites
y todo descanso es absolutamente momentáneo
Mi Troya se funda paso a paso
y está sitiada por mí mismo.
Mi nombre nunca será una palabra.
Sólo he conseguido engendrar una deuda infame:
más lenguaje.


EL ESCULTOR, EL TIEMPO


Porque me nombran.
yo permanezco.
Aunque no escape a la impiedad de su arte
ni resista sus minuciosas manos invisibles
ni sus múltiples ensayos,
yo permanezco.
Aunque modele en mi rostro
de la ingenuidad a la serenidad todos los dolores,
yo permanezco.
Aunque su manía de guardián de lo sucesivo
me duela en el riñón y de frente y de improviso,
yo permanezco.
Aunque modele todo el tiempo todo el almanaque,
con sus feriados, sus santos y sus manchas de humedad,
yo permanezco.
Me borrará el rostro inexorablemente
o en cualquier momento
pero ya me he salvada gracias a una palabra.


Edición completa de: “La Partida”, U.N.C.P.B.A., 1997.
Luis Maggiori nació en 1964 en Tandil y, actualmente, reside en la ciudad de La Plata. Es Profesor en Letras. Publicó en poesía: “La Partida”, 1997; y “El amor navegante”, novela, 2005; “El sofista”, novela breve, 2007. Su último libro es: “Los frutos del Árbol Real. Diez ensayos sobre Kabaláh y Literatura”, 2011
.

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