viernes, 23 de diciembre de 2011

Luis Maggiori – La Partida, 3

BESO PRIMERO


Toco las anheladas riberas
de tu boca.
Ha concluido el naufragio.


NADA


Como la madrugada
que entra en la inexorable luz
de la mañana,
así yo en tu olvido,
sin resto.


ROSA DE LAREDO


Rosa de Laredo
venciendo al tiempo y al espacio.
Rosa irrepetible y siempre la misma.
Tu destino se reparte generoso
entre las manos que te requieren
y yo no puedo asegurar que has sido mía.
Rosa de Laredo
nunca sabré tu secreto, tu magia.
Para retenerte he debido acuñarte en una palabra
pero sólo Dios ha accedido a tu belleza.


TU PALABRA


¿Podré seguir visitándote como hasta ahora?
Mi presencia es constante
como el apego a la tierra
que dura toda una existencia.
Sin embargo,
los ojos de tu corazón
aún no me reconocen
y yo sigo habitando
el mundo de lo que no es.
Tal vez, si me nombraras,
dejaría de ser un ángel desterrado
porque tu palabra
se ha convertido en el tiempo
de mi pena y mi fatiga.


LA CERTEZA DE TU CARNE


I
Yo amo tu carne elemental:
la que no toca mi literatura,
la carne sin civilización
y sin juicio final,
la carne sin ambages
ni amagues,
la carne indispensable
que nunca es otra cosa.

II
Las águilas del sueño alzan vuelo,
queda tu carne.

Escucho el ladrido del Cerbero,
no queda nada.


CIRCULAR


Con la palabra hice de sus calles
una arena movediza.
La soledad me ha conferido ese poder.
El instante será siempre irreversible.
En vano fatigo mis razones:
ella ha cambiado de máscara
y una tragedia implacable aguarda.
El futuro aún es una palabra.
Cuando llegue,
nada dejará que me haga pie.


MADRE


Las hojas secas van al encuentro
de las raíces del árbol otoñal
en donde perdura victoriosa
la primavera.


SIEMPRE


¿Cuál es el hilo, cuál la silenciosa
hebra que recorre mi elemento,
que no me roza y, sin embargo, siento
como se siente el fuego de una rosa?

¿Cuál es la ligadura que reposa
en cada hueso, en cada filamento
y que no cede, acaso, ni un momento
y nos convierte en una sola cosa?

Tanto has viajado, Amor, por mi retina
tanto llanto he vertido por tus ojos
que aunque tu cuerpo quede, se encamina
que son todos tus muertos mis despojos.

No temas si tu carne no perdura
porque el Amor no admite sepultura.


Edición completa de: “La Partida”, U.N.C.P.B.A., 1997.
Luis Maggiori nació en 1964 en Tandil y, actualmente, reside en la ciudad de La Plata. Es Profesor en Letras. Publicó en poesía: “La Partida”, 1997; y “El amor navegante”, novela, 2005; “El sofista”, novela breve, 2007. Su último libro es: “Los frutos del Árbol Real. Diez ensayos sobre Kabaláh y Literatura”, 2011
.

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