miércoles, 29 de marzo de 2017

Pappo´s Blues, No es posible, es imposible aguantar


¿ADÓNDE ESTÁ LA LIBERTAD?

¿Adónde está la libertad?
No dejo nunca de pensar.
Quizás la tengan en algún lugar 
que tendremos que alcanzar.

No creo que nunca, sí, que nunca.
No creo que nunca la hayamos pasado tan mal.

No es posible, es imposible aguantar.

El otro día me quisieron matar,
con ametralladoras papapapá.
Yo solo quiero escapar
de toda tu locura intelectual.

No creo que nunca, si, que nunca.
No creo que nunca la hayamos pasado tan mal.

No es posible, es imposible aguantar.


En LP “Pappo´s Blues” (conocido también como “Volumen 1”), 1971. Pappo´s Blues en este disco es: Balck Amaya, batería. David Lebón, bajo. Pappo, guitarra, piano, voz.
Norberto Aníbal Napolitano (Buenos Aires, 10 de marzo de 1950 – Luján, 25 de febrero de 2005).

lunes, 27 de marzo de 2017

Joni Mitchell, Sólo una etapa, estos días de cafés oscuros



LA ÚLTIMA VEZ QUE VI A RICHARD

La última vez que vi a Richard fue en Detroit, en el 68
y me dijo que todos los románticos terminan de la misma manera:
cínicos, borrachos y aburriendo a alguien en algún oscuro café.
Vos te reís, me dijo, creés que soy inmune;
andá y miráte los ojos al espejo: están llenos de lunas.
Te gustan las rosas y los besos y los hombres lindos
que te digan esas lindas, lindas mentiras.
Sólo mentiras lindas, tan sólo lindas mentiras.

Él metió una moneda en el Wurlitzer,
apretó tres botones y el aparato empezó a sonar
y en eso vino una mota de moño y medias caladas y dijo:
Terminen sus tragos, es hora de cerrar.
Richard, no has cambiado, dije.  
Lo que pasa es que estás romantizando
algún dolor que tenés en tu cabeza.
Tenés tumbas en tus ojos, pero las canciones
que criticás cuentan sueños.
Escuchá: ¡hablan de un amor tan dulce!
¿Cuándo vas a reanimarte?
¡El amor puede ser tan dulce, tan dulce!.

Richard se casó con una patinadora famosa,
le compró un lavaplatos y un colador de café
y ahora bebe en casa la mayoría de las noches,
mirando la tele y con todas las luces de la casa
encendidas, brillantes.
Yo voy a apagar ésta condenada vela,
no quiero que nadie se acerque a mi mesa,
no tengo nada que hablar con nadie,
todos los grandes soñadores pasan por aquí
alguna vez,
escondiéndose tras las botellas en oscuros cafés,
oscuros cafés,  
sólo un refugio oscuro antes de que me salgan alas
y vuele hacia lo lejos,  
sólo una etapa, estos días de cafés oscuros.







En: Suplemento Mordisco, vocero mensual del rock, año 2, nº 15, octubre de 1977. Trad.: s/m. Elepé: Blue, 1971.
Roberta Joan Mitchell (Canadá, 7 de noviembre de 1943). Foto: Jmp.

martes, 21 de marzo de 2017

Joni Mitchell, Voy hacia la granja de Yasgur, voy a unirme a una banda de rock and roll



WOODSTOCK

Me encontré con un Niñito de Dios
que iba por el camino
y le pregunté ¿a dónde vas?
y me dijo:
Voy hacia la granja de Yasgur
voy a unirme a una banda de rock and roll
voy a acampar en esa tierra
y tratar de liberar mi alma
Somos polvo de estrellas
somos dorados
y tenemos que conseguir
regresar al Jardín

Entonces ¿puedo caminar con vos?
he venido aquí a olvidarme del smog
y me siento como en un engranaje en algo que da vueltas
bueno, a lo mejor es la época del año
o tal vez es el tiempo del hombre
No sé quién soy
pero la vida está para aprender
Somos polvo de estrellas
somos dorados
y tenemos que conseguir
regresar al Jardín

En el momento en que llegamos a Woodstock
ya éramos una fuerza de medio millón
y por todas partes había canciones y festejos
y soñé que veía a los bombarderos
volando alto con sus metrallas
y se estaban transformando en mariposas
sobre nuestra nación
Somos polvo de estrellas
somos dorados
y tenemos que conseguir
regresar al Jardín








En: Suplemento Mordisco, vocero mensual del rock, año 2, nº 15, octubre de 1977. Trad.: s/m. Elepé: Ladies Of The Canyon, 1970.
Roberta Joan Mitchell (Canadá, 7 de noviembre de 1943). Foto: Jmp.

lunes, 20 de marzo de 2017

Joni Mitchell, Tengo los blues dentro y fuera de mi cabeza



HABITACIÓN DE HOTEL AZUL

Tengo una habitación de hotel azul
con un cubrecama azul,
tengo los blues dentro y fuera de mi cabeza.
¿Me amarás aún cuando te visite deprimida?
Aquí en Savannah llueve a cántaros,
las palmeras, a la luz del porch, se ven
como delgado celofán negro.

¿Me amarás aún cuando
te visite al volver a la ciudad?
Ya sé que tenés a todas esas chicas
entrando y saliendo
prendidas de tu bum-bum paquidermo.
Bueno, decile a todas esas chicas
que tenés paperas, querido, decíles
que tenés gérmenes.
Espero que pienses en mí
porque yo voy a estar pensando en vos
mientras viajo a casa,
sola.
Decile a esas chicas que tenés a Joni
volviendo a casa.

Tengo hojas de ruta
de dos docenas de estados,
tengo el trayecto de costa a costa
para contemplar.
¿Me amarás aún
cuando vuelva a la ciudad?
Es extraño como esos viejos sentimientos
siguen allí. Pensás que se fueron,
pero no, no, simplemente
se tapan por un tiempo.
¿Me amarás aún cuando vuelva
a Los Ángeles?

Vos y yo somos como
Estados Unidos y Rusia,
siempre vamos empatados,
siempre estamos balanceando el poder
y eso puede transformarse
en una guerra fría,
muy fría. Vamos a tener que sostener
una conversación pacífica
en algún café neutral.

Vos vas a dejar tu vagar por la ciudad
y yo voy a dejar la ruta.
Tengo una habitación de hotel azul
con un cubrecama azul,
tengo los blues dentro y fuera de mi cabeza.
¿Me amarás aún
cuando vuelva a la ciudad?








En: Suplemento Mordisco, vocero mensual del rock, año 2, nº 15, octubre de 1977. Trad.: s/m. Elepé: Hejira, 1976.
Roberta Joan Mitchell (Canadá, 7 de noviembre de 1943). Foto: Jmp.

Joni Mitchell, Pavimentaron el Paraíso y pusieron una playa de estacionamiento



GRAN TAXI AMARILLO
(Big Yellow Taxi)

Pavimentaron el Paraíso
y pusieron una playa de estacionamiento
con un hotel rosa, una boutique
y un boliche.
¿No da la impresión, siempre,
que uno no aprecia lo que tiene
hasta que lo ha perdido?
Pavimentaron el Paraíso
y pusieron una playa de estacionamiento.

Se llevaron todos los árboles
y los pusieron en un Museo de Árboles
y le cobraron a la gente un dólar y medio
sólo para verlos.
¿No da la impresión, siempre,
que uno no aprecia lo que tiene
hasta que lo ha perdido?

Ey, señor granjero,
llévese ese DDT inmediatamente,
prefiero que mis manzanas tengan manchas
y quedarme con los pájaros
y las abejas, por favor.
¿No da la impresión, siempre,
que uno no aprecia lo que tiene
hasta que lo ha perdido?
Pavimentaron el Paraíso
y pusieron una playa de estacionamiento.

Ayer a la madrugada
escuché la puerta del escenario
cerrarse con un gran portazo
y un gran taxi amarillo
se llevó a mi hombre.
¿No da la impresión, siempre,
que uno no aprecia lo que tiene
hasta que lo ha perdido?
Pavimentaron el Paraíso
y pusieron una playa de estacionamiento.






En: Suplemento Mordisco, vocero mensual del rock, año 2, nº 15, octubre de 1977. Trad.: s/m. Elepé: Ladies Of The Canyon, 1970.
Roberta Joan Mitchell (Canadá, 7 de noviembre de 1943). Foto: Jmp.

viernes, 17 de marzo de 2017

Mario Nestoroff, Pequeño país de sueño


LA MÁQUINA DE ESCRIBIR

De puro integrar el paisaje de la sala
la vieja máquina de escribir pasa inadvertida.
Una piadosa pátina de polvo
la condecora de olvido y de melancolía.
La máquina estoica y guerrera,
si pudiera,
cuántas cosas diría,
acerca, por ejemplo, del cosmos y la hormiga.
Pero está muda, silente,
está como dormida,
acunando cuentos de hadas,
cartas de amor jamás escritas,
y hasta una pizca de filosofía.
Si acaso despertara
al simple soplo de la muriente tarde,
yo le sugeriría que te dijera, amada ausente,
que es como el horizonte la vieja pena mía.


CANTO A LAS BREÑAS

Te fundaron una noche, a la luz de la lámpara.
El monte estaba espeso de quebrachos y sombras.
Los hombres, todos, todos, miraban hacia el alba.
Te fundaron sin meses, sin fechas y sin horas.

Fue una noche, digo, en que todos los grillos
andaban en el campo de parranda en parranda.
Fue algo sin discursos, sin palabras, sin himno.
Algo que hace la gente que siempre esta callada.

Las Breñas, patria mía, te recuerdo en futuro,
con tus gentes sencillas, tus árboles, tus calles;
y pienso que es muy bueno, si es que tiene alma uno,
que el alma de uno quede a vivir en tus calles.

Las Breñas, madre mía, pequeño país de sueño.
Amada que enmadejas la luz de mi quimera.
Canto y me ennoblezco, te lloro y me renuevo.
Pueblito donde quiero que me cubra la tierra.


CANTO AL CHACO

Cielo en el campo de algodón, y cielo,
cielo en el cielo tibio de mi Chaco.
La luz del viento Norte que se agita
sobre el extenso monte de quebrachos.

Ardiente sol que alumbra nuestros huesos
y nos ciñe con sombras a la tierra.
Luna, que entibia las aldeas dormidas
y que al Este engalana las palmeras.

Tierra de pumas, yararás y ciervos,
desde el fondo del tiempo el indio toba,
viene abriendo picadas en sus montes
y manchando sus riachos de canoas.

Ésta es mi tierra donde se ara y canta.
Éste es mi Chaco, algodonal tendido
al viento de la tarde que lo ondea
como a un blanco pañuelo estremecido.

Ésta es mi tierra donde el hombre calla
y el fatalismo muerde sus entrañas,
cuando en el cielo un drama de langostas
ensombrece las tierras cultivadas.

Tierra de tradición, de mate amargo,
de asados al fogón y de rasguidos.
Tierra de gauchos, donde algún asunto
se discute a relumbre de cuchillos.

Haciendo un viaje por aldeas y pueblos,
un latido de paz se nos ahonda.
La beatitud emerge de las gentes,
la sencillez se escapa de las cosas.

La raza toba señoreó este suelo
cuando el sol era sol y el monte, monte;
aún perduran algunas tolderías,
como un sueño escapado de la noche.

Indio de piel oscura y ojos tristes,
enraizado en las selvas de esta tierra:
deja que nombre tu dolor, hermano,
hoja del árbol de una raza muerta.

Éste es mi pago al Norte de mi Patria,
tierra abierta a las luces del progreso,
que va al encuentro de un llamado viejo,
que va al encuentro de un destino nuevo.

Nuestra tierra nos llama y nos amarra.
Es nuestro corazón eterno preso.
Quien mil veces partió, volvió otras tantas.
Nuestra alma está hecha de regresos.

Llegue mi pobre canto hasta los montes,
y trepe mi cariño a sus quebrachos,
Porque estoy lejos, como un niño triste
llevo en el alma el cielo de mi Chaco.


Mi primo Cacho (Oscar Raúl Palaoro) visitó mi casa de City Bell. Charlamos en el taller, charlamos bajo el sauce, comimos y tomamos vino tinto, durmió la siesta, charlamos bajo el sauce, charlamos en el taller. La chacra de la Nona, los primos, los tíos, la polenta con pajarito (“A vos te decíamos ‘Porteño ecológico’, no te gustaba cazar pero bien que los comías”, me dijo). Y me habló, de un poeta amigo, Mario Nestoroff, oriundo de su pueblo, Las Breñas. Por eso la selección de estos textos de un poeta para mí desconocido hasta la presencia de mi primo Cacho, con quien además, por suerte, compartimos una cosmovisión, un estar en el mundo. Para que sea más lindo, para que sea más bello, para que sea de todos.

Mario Nestoroff (Las Breñas, Chaco, 21 de agosto de 1936 – 21 de agosto de 1980). Descendiente de búlgaros. Poeta. Foto: Elena B. Núñez. En City Bell, un 11 de marzo, Oscar Raúl (Cacho) Palaoro y José María Pallaoro. 

jueves, 9 de marzo de 2017

Luis Alberto Spinetta, Elementales leches


ELEMENTALES LECHES

Curvas del aire
son puertas del blanco barco
lento de las horas.
(Desvelo).

Hijos amigos, muerden
aquellas hojas de sus pies
y elementales leches.

Lo que está y no se usa nos fulminará.
Lo que está y no se usa nos fulminará.

Siempre despacio sueñan
las humaredas que descansan en la luna.
(Calman).

Hijos amigos, vengan,
suyo es el fruto que olvidaron en el árbol.
(Miedo).

Lo que está y no se usa nos fulminará.
Lo que está y no se usa nos fulminará.

La totalidad de tu cuerpo eterno no es maligna.
La semilla crece donde el sol la deposita.
Y ven, los vientos en retorno, son sangres marginales,
y cuerpos en colores.

Hijos amigos, vengan,
suyo es el fruto que olvidaron en el árbol.
(Miedo).

Hijos amigos, muerden
aquellas hojas de sus pies
y elementales leches.

Lo que está y no se usa nos fulminará.
Lo que está y no se usa nos fulminará.



Invisible en esta grabación es: Spinetta (1950-2012), Pomo y Machi. Simple, 1973. Cara A, “Elementales leches”. Cara B, “Estado de coma”. Foto: Jmp.

domingo, 5 de marzo de 2017

Federica Rosenfeld, No hay cómo ni quién


CORDILLERA

No hay cómo ni quién.
Tan sólo el lila y la nieve.

En el ocaso es de acero.
         Un espejo
                  más oscuro.


LOS RUIDOS

   Los ruidos son triángulos chatos, especulares y rotos. Insignificados introducidos hasta mi sangre
con tijeras de cirujano.

   El ruido es un monstruo de órganos grandes, sueltos. Cuando se acerca me da la fiebre de los maxilares y empieza a dolerme la nariz.

   Los ruidos se pasean por mis encías, me pellizcan el entrecejo y al irse dejan todos los puentes levantados.

   La tonadillera Kitty lapida cada día mis ojos. Por detrás y desde su garganta se avecina un mazo ululante que gira por la cara interna de un tubo opaco.

   Los ruidos pueden ser distraídos con harina o corcho molido, pero emergen.


LA MEDIA DE SEDA

La máquina la hizo
sutil y a la moda de Jauja
por eso hoy
día de descanso
cuelga como una baba.


FUNCIÓN Y CENA

Parado en la mitad de la acera
el rengo juega con el mono
atado a un muñón.
No lleva bolsillo,
no pide limosna,
el policía le tolera
estos juegos.
Debajo del gorro de paja
su boca es una mancha negra
que dice a todos buenas tardes,
buenas tardes.
El mono salta, actúa,
come frutas
que el público le da.
El rengo nunca pide nada,
dice tan solo buenas tardes,
buenas tardes
y cuando ya no queda nadie,
camina sobre el pie de palo
con el mono,
hasta el palacio donde cena
y siempre es acogido.





Los poemas “Cordillera” y “Los ruidos” pertenecen al libro La matinée danzante, 1963. “La media de seda” y “Función y cena”, a Cerco, 1978. En: Antología de la Poesía Argentina, Tomo 1, selección e introducción de Raúl Gustavo Aguirre, Ediciones Librería Fausto, Buenos Aires, 1979.

Federica Rosenfeld (Buenos Aires, 1914 – 1998). Foto: Jmp.

viernes, 3 de marzo de 2017

June Jordan, En este árbol


POEMA INVOCANDO A TODAS
LAS MINORÍAS SILENCIOSAS

HEY

VENGAN
SALGAN

DONDE QUIERA QUE ESTÉN

NECESITAMOS REUNIRNOS
EN ESTE ÁRBOL

QUE NO HA SIDO
PLANTADO
TODAVÍA


POEMA CONTRA UNA CONCLUSIÓN

Estos poemas
son cosas que hago
en lo oscuro
buscándote
quien quiera que seas
¿estás
listo?

Estas palabras
son piedras en el agua
corriendo lejos.

Estas líneas esqueléticas
son brazos desesperados para mi anhelo y mi amor.

Soy una extranjera
que aprendo a reverenciar los extranjeros
a mi alrededor

quien quiera que sea
quien quiera me vuelva yo.


En: Contéstame, baila mi danza. Seis poetas norteamericanas. Selección, versión y notas: Diana Bellesi, Ediciones Último Reino, 1984.
June Jordan (Harlem, Nueva York, EEUU, 9 de julio de 1936 – Berkeley, California, 14 de junio de 2002). Foto: Jmp