viernes, 10 de diciembre de 2010

Nicolás Prividera – He visto a las mejores cabezas de mi generación


HE VISTO…
(Fragmento)

He visto
a las mejores cabezas de mi generación
destruidas por la estupidez.
Jóvenes repitiendo viejos
gestos frívolos, entregados
al mercado como antes a la expulsión
de los mercaderes, en tiempos en que los poetas
profesan
la displicencia a cambio
de un lugar en la Academia, voceando
espejos de colores, usando la palabra
justa sólo
para recibir un premio municipal
o el retiro anticipado. Hijos desencantados
que visten el nombre de su padre
desaparecido
en las mazmorras, abatido
por una pastilla de cianuro,
invocado en el neón de un resto
en Palermo, en las únicas cartas que sobrevivieron,
nombrando entradas agridulces y vinos
importados. Hijos
de la democracia respirando
pegamento, inyectándose odio, fumándose todo
lo que pueden meter en un caño, para olvidar las
promesas
de que con las urnas, las uñas
se come, se cura, se educa, se entierra,
repitiendo grados,
uniformes, historias y almuerzos
desnudos, en el mismo charco de barro
en que los parió la Patria, basural
de un cuadro de Berni que nunca verán
en el Malba porque los echarían a patadas,
si se acercaran a menos de cien metros con su rancio
olor
a sur, paredón y después. He visto
almas bellas indignadas ante esos cuerpos
indeseables que recuerdan el olvido,
tapan el sol y embisten sobre
ventanillas polarizadas, residuo inextinguible
de las décadas perdidas. He visto economistas
que proscriben la rabia y construyen barrios
cerrados sobre los huesos de los muertos. He visto
a los que se enriquecieron vendiendo a sus madres,
bautizar con sus nombres las crucificadas calles
de Madero. He visto a respetables hombres de familia
comulgando con torturadores confesos, inquisidores
templados,
asesinos reservados, y otros comunes defensores
de los medios y el fin –al fin–
necesarios para defender nuestro modo de vida
occidental y cristiano. He visto
los mismos intelectuales inorgánicos
que velaban armas, velando
por el sueño de los que velaron
el sueño. He visto repetidos
fachos de salón clamando por la perdida paz
de los cementerios, pidiendo
mano dura, repitiendo
hay-que-matarlos-a-todos
para estar por fin seguros
de que tampoco éstos
van a seguir jodiendo. He visto
a bravíos partidarios que ayer
llamaban a las armas, a diestra y siniestra
del Padre, hoy empuñando sus incisivos
cubiertos, almorzando con Mirtha Legrand,
sobándose
entre entradas y postres impasibles (…)


Nicolas Prividera, Buenos Aires, 1970.
Foto: NP en No de Pagina/12.


En: “Si Hamlet duda le daremos muerte”, antología de poesía salvaje, Libros de la talita dorada, colección “Los detectives salvajes”, 2010

Libros de la talita dorada / Colección Los detectives salvajes
presenta
“Si Hamlet duda le daremos muerte. Antología de joven poesía salvaje”.
Sábado 11 de diciembre a las 18 hs.
en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (EcuNhi) – Ex ESMA.
Avenida Libertador 8465 – CABA

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