miércoles, 7 de febrero de 2018

Abelardo Castillo, Hagamos el amor, seamos perversos




SYLVIA

Amor amor no cabe en las palabras
saber que estás ahí como si el tiempo
no hubiera transcurrido entre el origen
del mundo y esa puerta

como si todo hubiera sido siempre
tu pelo de oro azul sobre mi almohada.

Amor amor hace mil años
aconteció una historia parecida.

Los dos ya son palabras y  ceniza
pero nosotros
somos aún el laberinto vivo de tu oreja
un sonido de río en tu cintura
los caracoles que yo salgo a buscar
en la arena dorada de tu vientre.

Cómo decir ahora que oí cómo la noche
(estás dormida como nadan
los caballitos de mar)
dibujó otra figura con tu cuerpo.

Amor
              amor
construida en la noche de mi casa!


VERLENIANA

Hagamos el amor, seamos perversos
hagamos
el amor o su simulación, alguna muerte
que dé un poco de vida a este verano
–toda luna puede ser la última mirada de Dios
toda rosa el linde, todo verano
es siempre el último
verano

engañémonos
mintámonos
seamos la escoria de la Tierra
y su sal

pero, por favor
como dijo aquel viejo 
homosexual, viril, purísimo
corruptor y borracho hasta la última vértebra
aquel viejo
que le escribía versos a la Virgen María, por favor

no hablemos de literatura.


LAS OTRAS PUERTAS

Existen, efectivamente, aparecen de improviso en un tapial
por el que he pasado mil veces, detrás de un alto mueble, en las madrugadas tristes de las recovas.        

Conducen con demasiada frecuencia a casas abandonadas, a pasillos subterráneos
donde hay otras puertas detrás de las cuales suelen ocurrir crímenes o incestos, a salas góticas donde duermen condesas de boca ensangrentada junto a jóvenes monjas de boca ensangrentada, a laberintos de espejos que  reflejan todas las imágenes menos la mía, a laberintos de espejos donde únicamente se refleja una cara que odio.

Hace mucho que ya no les temo. He descubierto que todo lo que hay
detrás de ellas pertenece, aunque de manera algo molesta, al mundo. 

La última que abrí da a este lugar de mi propia casa donde escribo 
estas palabras, sólo que no ahora, es una sensación extraña, no ahora sino dentro de algún tiempo, dentro de algún tiempo.



 

De La fiesta secreta (libro inédito de poemas). En suplemento Radar de Página/12, 7 de mayo de 2017.
Abelardo Castillo (Buenos Aires, 27 de marzo de 1935 – 2 de mayo de 2017). Fotos: Jmp

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