Un bosque se abre en la memoria y el olor a resina es útil al corazón. Vi las esferas del sudor y los insectos en la dulzura;
luego, el crepúsculo en sus ojos;
después, el cardo hirviendo ante el centeno y la fatiga de los pájaros perseguidos por la luz.
.
Amé todas las pérdidas.
Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
.
Ha venido tu lengua; está en mi boca
como una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,
amor mío, la sombra.
.
En la humedad me amas
y eres azul en tus pezones. Hablas
suavemente en mis labios y regresas
a tu prisión en la melancolía.
En Lengua y Herida, Ediciones Colihue, Buenos Aires, Argentina, 2004 /
Antonio Gamoneda (Lobón, Oviedo, España, 30 de mayo de 1931) / Fotos y selección: jmp /
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-
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