miércoles, 20 de enero de 2016

Joseph Brodsky, Sobre Novogódneie de Marina Tsvietáieva


JOSEPH BRODSKY: SOBRE NOVOGÓDNEIE DE MARINA TSVIETÁIEVA
(Fragmento)

El 7 de febrero de 1927, en Bellevue, en las afueras de Paris, Marina Tsvietáieva terminaba “Novogódneie” (“Felicitación por el Año Nuevo”), que por muchas razones constituye un hito no sólo en la obra de la autora, sino también en el conjunto de la poesía rusa. En cuanto al género, el poema puede considerarse como una elegía, que es el género poético más plenamente desarrollado, clasificación adecuada aun cuando sólo fuese por la concurrencia de ciertas circunstancias, una de las cuales es que se trata de una elegía con ocasión de la muerte de otro poeta.
Cualquier poema “a la muerte de” sirve, generalmente, no sólo como medio por el cual el autor expresa sus sentimientos ante una pérdida, sino también como pretexto para especulaciones más o menos generales sobre la muerte en sí misma. Al llorar su pérdida, —un ser amado, un héroe nacional, un amigo íntimo o una luz orientadora—, a veces el autor llora al mismo tiempo, ya sea directa, o indirectamente, a menudo de manera inconsciente, por sí mismo, porque la vena trágica es siempre autobiográfica. En otros términos, todo poema “a la muerte de” es, en cierto sentido, autobiográfico. Este aspecto es simplemente inevitable si el objeto del lamento es un escritor a quien el autor estaba unido por vínculos, reales o imaginarios, demasiado fuertes como para poder eludir la tentación de identificarse con el tema del poema. En esta lucha por resistir semejante tentación, el autor choca con el obstáculo que interpone su sentido de asociación profesional, cierta exaltación que es afín al tema de su propia muerte, y por último, la experiencia puramente personal y privada de la pérdida : algo importante le ha sido arrebatado, y habrá que establecer una relación con este hecho. Acaso, el único inconveniente de estos sentimientos absolutamente naturales y, por lo demás, respetables, estriba en que nos ofrecen más datos acerca del autor y de su actitud respecto de su posible muerte, que acerca lo realmente sucedido con la otra persona.
Por otro lado, aunque el poema no es un artículo periodístico, muchas veces la música trágica de un poema nos informa con mayor precisión acerca de lo que ocurre, que una descripción detallada. No obstante, es difícil y muy delicado a veces reprimir el sentimiento cuando, respecto a este tema, el autor adopta la misma actitud que un espectador ante un escenario, y cuando su propia reacción (lágrimas, no aplausos) tiene para él consecuencias mayores que el horror de lo que se representa. En el mejor de los casos él se limita a ser aquel quien observa todo desde la primera fila. (…)



Traducción de Irina Bogdaschevski (Belgrado, ex Yugoslavia, 1927 - La Plata, Argentina, 14 de enero de 2016).
Marina Tsvietáieva (Rusia, 26 de septiembre de 1892 – 31 de agosto de 1941).
Joseph Brodsky (Rusia, 24 de mayo de 1940 – EEUU, 28 de enero de 1996).
Fotos: Tsvietáieva y Brodsky. 

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