Por tener el
corazón expuesto
─lo que muchas
veces quiebra la garganta
y engendra opresión
o induce al llanto─
quedé impedido
junto al delgado tilo de vereda
en el primer día de
octubre,
mes generador que
abre
levísimos brotes,
claras, casi líquidas hojas
que anuncian a
quienes puedan ver y oír
los infinitos
milagros que en pocas horas
comenzarán a caer
sobre la tierra.
En:
revista de poesía de las cuatro estaciones “El espiniyo”, número 03, primavera
de 2005. Director: José María Pallaoro.
Rodolfo Godino (San
Francisco, Córdoba, 1936 – Buenos Aires, 2015).
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