lunes, 3 de agosto de 2015

Leopoldo Castilla, Por el peso de una paloma


VENECIA

A Ana Guillot y Juan Fanti

Podría hundirse
por el peso de una paloma.
Igual que a la música
la sostiene su extinción.

Los vidrieros
—los naturales de esa transparencia—
soplan el fuego y, como los dioses,
de su aliento nacen frágiles criaturas
que se salvan en el aire
donde flotan las estatuas
y aterran el mármol
                            los caballos.

Es el final
lo que vuelve
visionario el espacio.

Sólo hay una puerta verdadera
en ese teatro de espejos, conjuras y palacios.
Si la abres,
de pie, como un hombre
te mirará de frente
el océano.

Y no hay más.

La ha trazado
                   un destello invisible.

Que su luz no te vea,
                   sólo puedes cruzarla enmascarado.


En: “Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto: Venecia, mayo 2013.
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, 1947).

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