VENECIA
A Ana Guillot y Juan Fanti
Podría hundirse
por el peso de una
paloma.
Igual que a la
música
la sostiene su
extinción.
Los vidrieros
—los naturales de
esa transparencia—
soplan el fuego y,
como los dioses,
de su aliento nacen
frágiles criaturas
que se salvan en el
aire
donde flotan las
estatuas
y aterran el mármol
los caballos.
Es el final
lo que vuelve
visionario el
espacio.
Sólo hay una puerta
verdadera
en ese teatro de
espejos, conjuras y palacios.
Si la abres,
de pie, como un
hombre
te mirará de frente
el océano.
Y no hay más.
La ha trazado
un destello invisible.
Que su luz no te
vea,
sólo puedes cruzarla
enmascarado.
En:
“Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto:
Venecia, mayo 2013.
Leopoldo “Teuco”
Castilla (Salta, 1947).
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