City Bell, 21 de abril de 2024 |
UNA BOTELLA EGIPCIA DE VIDRIO EN FORMA DE PEZ
Aquí tenemos sed
y paciencia, desde el principio,
y arte- como en una ola alzada para que veamos
en su perpendicularidad esencial
no frágil sino
intenso -el espectro, ese
espectacular y vivaz animal, el pez,
cuyas escamas desvían la espada del sol con su pulido.
A UN CARACOL
Si “la compresión es la principal gracia del estilo”,
tú la tienes. Lo contractilidad es una virtud,
como es una virtud la modestia.
No es la adquisición de cualquier cosa
Capaz de adornar,
o la cualidad incidental que se da
como concomitancia de algo bien dicho
lo que valoramos en el estilo,
sino el principio oculto:
en ausencia de pies, “un método de conclusiones”;
“un conocimiento de los principios”
en el curioso fenómeno de tu cuerno occipital.
¿QUÉ SON LOS AÑOS?
¿Qué es nuestra inocencia,
qué nuestra culpa? Todos estamos
desnudos, nadie a salvo. ¿Y de dónde
el coraje: pregunta sin respuesta,
firme duda
-mudo llamar, sordo escuchar- que
en la desgracia, hasta en la muerte
anima a los demás
y, en su derrota, incita
al alma a ser fuerte? Ve
hondo y se contenta; quien
acepta su mortalidad
y en su prisión se alza
sobre sí como
el mar en su abismo, y luchando por ser
libre e incapaz de lograrlo,
en su renuncia
encuentra su continuación.
Así quien siente fuerte
se comporta. Hasta el pájaro,
que crece cuando canta, acera
su forma hacia arriba. Aunque cautivo,
su potente canto
dice: qué bajeza la satisfacción,
qué pura es la alegría.
Esto es mortalidad,
esto es eternidad.
En El reparador de agujas de campanario / Selección y traducción de Mirta Rosenberg y Hugo Padeletti / Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1988 /
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario