miércoles, 1 de junio de 2016

Miguel Ángel Bustos, el día en que la noche llegó a santiago


EL DÍA EN QUE LA NOCHE LLEGÓ A SANTIAGO

Cuando la noche llegó a Santiago
cuando la muerte y los asesinos entraron a Santiago
una llave giró en el pueblo y abrió una puerta sombría.

Son las dos de la tarde.

Son las tres de la noche más larga y blanca de Chile
pero yo sólo veo muertos y muertos
en pirámides
atravesando los ríos
descendiendo de las montañas
entrando en las muchedumbres
a la habitación tremenda y negra
donde Víctor Jara templa su guitarra
con la memoria de sus manos muertas.

Sube su canto la tierra celeste
alcanza el cielo más próximo
bebe el fuego verde de la primavera futura.

Porque la muerte ni la derrota son ciertas
sólo son relámpagos de un puente tendido sobre abismos de hueso
iluminando la noche de Santiago.

Mientras Víctor cierra los postigos de su casa en sombras
se embarca en su guitarra
y entra a combatir en el corazón del pueblo.

1973

En revista “Hablar de poesía”, número 12, diciembre de 2004. Director: R. H. Herrera.
Miguel Ángel Bustos nació en Buenos Aires el 31 de agosto de 1932. Poeta. Secuestrado y desaparecido por la dictadura cívico-militar el 30 de mayo de 1976.
Foto: Víctor Jara (Chile, 28 de septiembre de 1932. Asesinado por la dictadura de Pinochet el 16 de septiembre de 1973).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es notable cómo MAB comenzó a comprometer más su poesía (con nombres, con lugares, con fechas) a partir de la Masacre de Trelew (cuando escribió un poema que fue publicado en Nuevo Hombre) y a partir del golpe de los momios en Chile. Nunca había leído estas palabras que dedicó a Víctor Jara. Compré su último libro publicado en vida (Himalaya o la moral de los pájaros) en plena dictadura y cuando su contenido era insospechable para los verdugos. Alguna vez voy a escribir (y si no lo hago, alguien lo hará) sobre su sacrificio y el de tantos. Gracias por publicar esto. No olvidemos. Ni perdonemos. OT

José María Pallaoro dijo...

Gracias OT por tu comentario. Ojalá lo puedas escribir, mi abrazo.