lunes, 25 de enero de 2016

Roberto Fernández Retamar, El lenguaje húmedo de la torcaza


PARA LA TORCAZA

Avanza por la carretera, a la salida del campamento, y se siente en el aire
Que la lluvia va a comenzar, que en algún lugar cercano ha comenzado ya.
El olor de la tierra húmeda le llega a la nariz.
(¿O al alma?)
Ella está posada al borde del camino,
Frágil y necesaria como un verso, dibujada, aérea,
Y el auto ruidoso sólo la alebresta en el instante de llegar hasta allí.
Alza entonces el vuelo en un asustado remolino de plumas.
Él quisiera detenerse y decirle algo: por ejemplo, que la lluvia va a empezar.
Que el campo es grande y ningún árbol será mejor que su pecho.
Pero sigue manejando el auto, y la mira casi imaginaria (gris, dorada, azul) en el cielo de la inminente lluvia:
Ni él habla el lenguaje húmedo de la torcaza,
Ni a la torcaza llega su confuso lenguaje.




De: “Cuaderno paralelo”, 1970. En: “Poeta en La Habana”, Laia Literatura, 1982.
Roberto Fernández Retamar (La Habana, Cuba, 9 de junio de 1930).

Foto: JMP. RFR en La Plata, 2 de mayo de 2012. 

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