MUERTOS QUE ANDAN
Dios mío, los
muertos que caminan
que nos siguen los
pasos
y no hablan.
Aparecen en el bar,
en el teatro,
en la biblioteca.
No nos miran,
no nos interrogan,
no nos cobran nada.
Acompañan, vigilan
nuestro camino y
modo de caminar,
nuestra incómoda
sensación de estar vivos
y sentir que nos
siguen, nos cercan,
imprescriptibles. Y
no hablan.
LECCIÓN
Toda la vida me
enseña
esta lección
discreta:
la oda cristalina
es la que se hace
sin el poeta.
MUDANZA
¿Qué cambia en la
mudanza,
si todo alrededor
es una danza
en el trayecto de
la esperanza,
junto a lo que
jamás se alcanza?
BALANCE
La pobreza del yo
La opulencia del
mundo
La opulencia del yo
La pobreza del
mundo
La pobreza de todo
La opulencia de
todo
La incertidumbre de
todo
En la certeza de la
nada.
En
revista Crisis, nº 41 (segunda época), abril de 1986. Traducción de Eric
Nepomuceno.
Carlos
Drummond de Andrade (Brasil 1902 – 1987).
Foto: Carlos Drummond
de Andrade, s/e.
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