sábado, 18 de julio de 2009

Eduardo Espósito: 1973 y otros poemas


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POEMA MIOPE


Atravesar la membrana del viento
y hallar al otro lado del mismo
una gran nariz respirando por uno
Cruzar los tegumentos del tiempo
y encontrar en el revés de la trama
a un niño y a un viejo pegados por la espalda
Sumergirse luego en la piel de la tierra
y llegar a la China
como nos habían contado los abuelos
Comprender entonces que toda barrera
es fruto oscuro de la perversidad de un semidiós
que nos hace muecas desde el espejo
cuando nos lavamos los dientes

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TODO FLUYE


Un hombre entra en el río
dispuesto a refutar a Heráclito
Trastabilla
Pierde pié
Es arrastrado por las aguas
Otro hombre será hallado muerto
en un río al que nunca entró
mañana

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UNA DE CIENCIA-MICCIÓN


A Alejandro Arévalos

Abrir la cremallera
por una vez
por un minuto
Bajarla en forma lenta
y espontánea
sin atenuantes
sostener
el calzoncillo entre los dedos
asomando la oculta humanidad
adormecida
Cerrar los ojos
tapar el gesto de placer
con una mano
o con un gesto
que se ubique en las antípodas
Abrir los ojos
en la justa medida del alivio
Sostener la boca entre los labios
morder el inferior y
sacudir el excedente
Esconder aquel rosa mortecino
con precaución de las mandíbulas
del cierre
Sonreír
(ahora sí) con
la misión y la micción cumplidas
Alzar el rostro al cielo raso
izar la cremallera
y no olvidarse el portafolios.

(De: “Quilombario”, Ediciones Amaru, 2008)
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1973


Escuchabas a Sui Generis a la sombra de un palito
con la morfina en flor
y aquella rata rubia
que la iba de bajón si me acercaba
I am coreuta me decías
a la luz de tus negruras cabalísticas
Piedra papel y tijera
y vuelta a empezar.
Todo un palo decías.
I am rock my friend
pero la frula estaba cara.
Toda tu pierna era un temblor grotesco
como un pájaro dentro de un pájaro
más así
una mamushka alada encerradita de vos
una birrita chorreando en espiral.
Sonaba fuerte Charly por aquellos días
cuando los dedos formaban una V
con más facilidad que decir 2
y la creíamos
y el cielo era una farsa con los ojos del Che
y la vida nos pasaba por la pelvis
y la muerte aún estaba siendo maquillada.

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TAI – CHI


Levanto la mano izquierda
hasta generar un viento
con aliento a células.

Levanto la mano derecha
y capturo el alma
que le diera origen.

No son dos las manos
que me envuelven.

Son una sola ingenuidad
peinando ángeles.

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SIN TICKET NO


A los veinticinco la felicidad conduce a las entrepiernas de una mujer.
También a los setenta pero alguien le cobra peaje.

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MUNDIAL 78 (RETROSPECTIVA)


y mientras Kempes era vivado por Massera
por un segundo gol de atropellada
y los once ponían huevos con manchitas
como prolijas gallinas obedientes
y Clemente arengaba a multitudes
con la euforia del tiren papelitos
y el que no saltaba era un holandés errante
en esta tierra ignota
junio los preparaba
y Agosti se los llevaba
y yo gritaba
y vos gritabas
y él gritaba.
Era un tiempo en pretérito discreto
y nosotros aullábamos
y vosotros aullabais
y ellos (sobre todo ellos) aullaban
con un eléctrico ardor
como en el tango.

(De: “La novia de King Kong”, Ediciones Amaru, 2005)

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Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956. Poeta y coordinador de talleres de escritura en el oeste del conurbano del Gran Buenos Aires. Publicó los libros de poemas: “El niño que jugaba a ser rayo”, 1992; “Violín en bolsa”, 1995; “Una novia para King Kong”, 2005 y “Quilombario”, 2008. Selección de poemas de estos dos últimos libros: José María Pallaoro.
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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena iniciativa la de publicar a Eduardo, es una voz con sones personales y universales a la vez.

Claudio Simiz

ariel dijo...

Había sabido de Espósito,leído algunos de sus poemas, sólo en forma casual y a saltos de mata. Lo confieso: fue un pecado de lesa poesía. Ahora, gracias a Pallaoro, reencuentro a un poeta al que hay que seguir, leer y aplaudir, scarse el sombrero y decir, bien alto: ¡Chapeau! O bien: Salute! Y gracias.
Joge Ariel Madrazo

Anónimo dijo...

Un placer releer a Eduardo Espósito. Meto una cuñita aquí para enviarle un abrazo y agradecer a Pallaoro la difusión de su poesía.

José Emilio Tallarico

conticinio dijo...

la poesía de eduardo espósito no deja lugar para los imbéciles, los pobres mentales y los infigentes de la palabra
litterarius

Anónimo dijo...

No entiendo lo que dice Conticinio. Qué es eso que la poesía de Espósito "no deja lugar para los imbéciles, los pobres mentales y los infigentes de la palabra", etc? ¿Otra vez con la dicotomía antediluviana de la trasnparencia versus el culteranismo, el compromiso con el autismo intelectual? ¿Significa que quien critica poemas como los de Eduardo -y no los estoy calñificando- es un imbécil? ¿Un débil mental? Qué pobreza, si es sí. Abrazos. Néstor

Anónimo dijo...

Qué buenos poemas, muchas gracias por difundirlos y acercarlos al interior del interior, por prepotencia de la red. Fabianas León

almendra dijo...

que buenos poemas, dardo.sabes que te admiro.me gustaria saber que escribirias acerca de aquella causalidad que te libro, entre otras cosas, de aquel polipo del cuerpo y del alma- siento que fui parte y que me reinvindica.lo mejor para vos, poeta.

conticinio dijo...

hoy domingo 7 de marzo escuché por radio la noticia de la revista el aromito, ahora tengo la oportunidad de agradecerle a Pallaoro la difusión de los versos de Espósito y la amplitud de temas que pone a nuestra disposición por lo que le doy gracias
néstor

Germana dijo...

No conocía los poemas de Eduardo y me gustaron tanto, que he vuelto a leerlos una y otra vez. José María alguna vez me dijo (y por cierto le creí) que esto de sentir la necesidad de volver al poema es una muy buena señal, un claro indicio de su valor.
Me quedo con su poema Tai Chi... dibujando el aire...
Gracias Eduardo, gracias J.M. !!!
Abrazo! :)