martes, 24 de marzo de 2009

“Voces de Vidas”. Poesía y memoria. 1


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I ---------------- (INTRODUCCIÓN: PREPARANDO LA ESCUCHA...)
MÚSICA: ADAGIO LA PATÉTICA

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LOS PÁJAROS DE NUESTRA MEMORIA --------- Lee (GRACIELA Sandoval)

tal vez el poema sea
un campo dorado
a la espera

de la lluvia

y del viento

que mecerá
los árboles

donde descansan
los pájaros

de nuestra memoria
------------------------------ Texto (JOSÉ MARÍA PALLAORO)

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AL RAS ----------------------------------------- Lee (LILIANA Perdomo)

Lo pequeño se hace inmenso
Lo profundo cava
hasta desmentir el borde
Lo avizorado es apenas
el punto de encuentro y
el punto de fuga.

Hacia el centro y hacia afuera
y hacia más allá
algo incandescente frágil nos reúne.
Por debajo de los escombros
y los sagrados huesos
más adentro
más hondo
está lo que osamos
está lo que desguarnece.

La doble trama sustantiva
el verbo de la ascensión.
Lo que nos desea
Lo que nos iguala.

Estremecimiento
de todo
cuanto queda por nacer.
-------------------------------------------- Texto (GRISELDA EUSTRATENKO)

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II ---------------- (EL CORAZÓN DEL TEMA: SUEÑOS, COSTUMBRES, VIDAS)
(Suite allegro, vivace, presto, fragmentos, música popular, tanguitos, zambas, como pequeñas introducciones a cada poema o conjunto de poemas?)

----------------------- Fragmento de “Tristezas del vino de la costa” Texto (HAROLDO CONTI, detenido desaparecido) -------------- Lee (CARLOS Aprea)

Música: LA CASA TENÍA UNA REJA…

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COSTUMBRES --------------------------------------- Lee (CAROLINA Donnatuoni)

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
--------------------------------------------------------- Texto (JUAN GELMAN)

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LÍMITES ------------------------------------- Lee (OSCAR Vernales)

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.
----------------------------------------------------- Texto(JUAN GELMAN)

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MÚSICA: ASERRÍN. ASERRÁN

LOS PATIOS DEL TIGRE ------------------------ Lee (ANA María Haramboure)

Fueron siempre los pájaros los que anduvieron en los patios
de mi infancia.
A la claridad del canario se sumó el gritito entrecortado
del calafate, el vuelo diminuto de los bengalíes.
Algún mono hubo, pero fue efímero.
Agregaba mi abuelo a la magia reinante sus oros de Gran
Maestro. Sus libros que, de a poco, fueron siendo mis pájaros.
Un tío viajó y en una gran jaula trajo un tigre. Lo aseguraron
a una cadena y esperaron que lo viera.
Su garganta me llamó; aparecí.
El espanto y la maravilla me helaron.
Desde ese día los patios dejaron de ser tales. Fueron selvas
de mármol y mosaicos gastados en donde el terror habitaba.
Era feliz. Tocaba el misterio a diario y no desaparecía. Me
acostumbré ávidamente a lo extraño.
Cuando alguien ordenó su encierro en el Zoológico, lloré.
Entonces comenzaron mis fugaces visitas; temblaba cerca de
su jaula. Su rugido era música tristísima para mí. Le imploraba a su
memoria de fiera el recuerdo.
El día en que me fui a despedir de él para siempre me olió, detuvo
su andar en círculos. Una sombra humana le cruzó la mirada. Intenté
tocarlo. El griterío prudente me clavó en el piso.
Pensé un adiós, suavemente me marché. Más tarde supe de su
muerte. Su carne fantástica se juntó en el polvo a otras carnes.
He crecido. Guardo de mi infancia sus huesos en mi alma, los libros
en mi sangre.
Pero cuando llegue el fin y me miren los ojos que aún no he visto,
pienso que será el tigre incierto de la locura el que me lleve tanteando a
la nada, aquel tigre de titubeo y delirio del suicidio que en su boca me
ahogará clamando.
O tal vez mi viejo tigre, rayado por la piedad, quiera devorarme como
a un niño.
---------------------------------------------- Texto (Miguel ÁNGEL BUSTOS, detenido desaparecido)
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MÚSICA: PEQUEÑA IMPROVISACIÓN CON ESTILO INFANTIL

MADRUGADA ---------------------------------------- Lee (CARLOS Aprea)

Jugos del cielo mojan la madrugada de la ciudad violenta.
Ella respira por nosotros.
Somos los que encendimos el amor para que dure,
para que sobreviva a toda soledad.
Hemos quemado el miedo, hemos mirado frente a frente al dolor
antes de merecer esta esperanza.
Hemos abierto las ventanas para darle mil rostros.
----------------------------------------------------- Texto(JUAN GELMAN)

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TANGO: NOSTALGIAS

VIVIR --------------------------------------------------- Lee (OMAR Musa)

Yo te diría:
hay que vivir
hay que hacerse una casa de piedra y huesos de enemigos
hay que amaestrar una oruga
hay que amar
hay que amarse
pero existe mucho de malo en mi y eso me desconsuela,
me inhibe para ponerme entre las varas de un carro y tirar
como un buen caballo mal alimentado, me pone la piel de
plumerillo y margarita silvestre,
me pone ambiguo, me pone
un tinte violáceo alrededor de los ojos – como cuando nos
amábamos - , me pone en manos de esa gentecita que se llueve
en los jardines, y me duele , entonces, que nadie diga
buen día los lunes,
buenas tardes lo s martes,
buenas noches los miércoles, que los jueves
vengan cobradores de horas y noches no abonadas
puntualmente, que los viernes
llegue
esa perfumada carta sin hojas de ayer, sin recuerdos, sin
nada
que no sea el pálido deseo de una carne, que los sábados
mis gatos dediquen un funeral a mi memoria,
que los domingos
un rumor de río se pegue a la piel de los sauces, o ese mayo,
o esa lluvia a las cinco de la mañana, o ese
individuo
que quiere matarse a cualquier hora, o ese que no se mata
porque lo miran desde una azotea,
o no matarme,
sin embargo,
sigo moliendo tu trigo y haciendo tu pan día a día,
relleno
hojas con tormentas, perros y ciudades lejanas, o me
voy
con los amigos
a colgar ropa o fantasmas,
o a tomar mate debajo de ese árbol que se apaga en tus tardes,
mientras
manos pacientes,
en la sombra,
preparan caminos,
lámparas, pueblos tristes,
y antiguos relojes marcan la antigua piel de las calles,
chimeneas, voces
que van
del sudor a la lágrima, a la estrella, a la furiosa raíz,
para contar, para contarte, después,
algo de las banderas,
de las ratas
que se prenden en nuestras uñas,
de lo que bailan
al son de los letreros, o de los sabios,
con las medias aún sucias por el último sueldo y sonriendo
por los agujeros, aunque
a veces
me quede así, con la cabeza en mis perros, mirando eso que
se derrumba muy cerca de mi pellejo, o dentro, y se me
ocurre, entonces,
que el mundo debería tener muchas patas,
como las arañas,
que el mundo
podría ser una olla de guiso,
o un pan,
o esa encantadora flor que se muere en tus ojos, pero
no hay mas que esperar, tejer y destejer, mientras
alimentamos el alma,
y los huesos y las lágrimas van adquiriendo la forma
correspondiente, ya ves que no es mucho, si alcanzamos a
comprender que nunca nos guardarán el turno, que nunca nos
traerán la cabeza del monstruo en cabeza de plata,
y que nunca
dejaran de observarnos
desde ese campo de tigres encorbatados, alertas.
Sin embargo, eso no es todo: miremos alrededor,
démosle de comer a los perros que ya anochece, y déjame
pensar que no es tan difícil vivir así,
contra todos los árboles y los vientos,
amando
con miércoles y azules de las calles con barro, inviernos,
y pequeños dioses surgidos de la mugre,
sonrientes,
esperándolo todo de nosotros, aunque
luego
viene lo demás y no se cómo volveremos a ser lo que fuimos
antes sin renunciar a la vida
con tanto pecho entre agujeros
llamas,
con tanto no amor al amor que existe,
con tanto llanto
y tristeza en los rincones.
---------------------------------------------------- (Sigue CAROLINA Donnatuoni)

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VIVIR ---------------------------------- (segunda parte: a continuación de OMAR Musa)

No obstante, fíjate,
no es tan difícil vivir así si le damos al alma la forma
de un pájaro
de una flor
de una selva,
de una luz,
e iluminamos lobos, increíbles fronteras, y nos rascamos
las espaldas con ilustres visitantes, o
nos quemamos
cejas, pan y botones
en la primera línea de fuego, siempre, en esa línea
donde
nadie tiene nunca menos de una cruz para nosotros,
una corbata del abuelo, o una bolsa
para que la llenemos de lamentos
no publicados en ninguna parte,
ni cantados,
ni bailados,
ni orinados,
ni vendidos al gitano para que le limpie el trasero al
mono. No, por menos no se puede,
sería
no vivir, no amar, no decir
aquí esta este corazón,
esta zapatilla,
este brazo flaco pero iluminado y duro
para quien lo necesite, para el que llegue primero,
o irse
con los mercaderes,
con los ministros patriotas,
a ofrecer por ahí lo único que nos queda en los bolsillos:
la última gota de tierra, de sal, de bosque, el último sudor
o la flor aquella, tan rara, que una noche
encontraste
al costado celeste de la luna, cuando
grillos y sapos y todo lo que levanta chillidos, ojos
y collares en los salones nos armaban un mundo sin pequeños
propietarios,
sin grandes propietarios,
sin mañana le pago,
sin tendrá que ir al asilo viejito,
sin la plata o la vida,
sin anoche escupí sangre, en fin, un mundo así, hasta el
alba,
hasta que algún gallo atorrante nos ponía otra vez en
este bosque con gerentes, jefes, se atiende de tal a tal
hora, automóviles y chapas de bronce relucientes,
Juanes cansados,
Juanes rumbo al collar y la cadena,
y todo lo que ya sabes, lo que ya conoces, pero tengo
un solo cigarrillo, los gatos regresan sigilosamente
y ya se habre
la puerta
de la noche: escucha
ya llega
la luz de los pájaros
------------------------------------------ Texto (DARDO DORRONZORO, detenido desaparecido)
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FOTO: De izquierda a derecha: Nina Rapp al piano, Omar Musa, Eugenia (canto), Oscar Vernales, Carlos Aprea y Ana María Haramboure (en sombras).-

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