sábado, 19 de julio de 2008

ROBERTO FONTANARROSA

El Negro Fontanarrosa en el Congreso de la Lengua

No voy a lanzar ninguna teoría. Un congreso de la lengua es un ámbito apropiado para plantear preguntas y eso voy a hacer. La pregunta es por qué son malas las malas palabras. ¿Quién las define? ¿Son malas porque les pegan a otras palabras? ¿Son malas de calidad porque se deterioran y se dejan de usar? Tienen actitudes reñidas con la moral, obviamente. No sé quién las define como malas palabras. Tal vez al marginarlas las hemos derivado en malas palabras, ¿no es cierto?

Muchas de estas palabras tienen una intensidad, una fuerza, que difícilmente las haga intrascendentes. De todas maneras, algunas de las malas palabras -no es que haga una defensa quijotesca de las malas palabras-, me gustan, igual que las palabras de uso natural.Yo me acuerdo de que en mi casa mi vieja no decía muchas malas palabras, era correcta. Mi viejo era lo que se llama un mal hablado, que es una interesante definición. Como era un tipo que venía del deporte, entonces realmente se justificaba. También se lo llamaba bocasucia, una palabra un poco antigua pero que se puede seguir usando. Era otra época indudablemente. Había unos primos míos que a veces iban a mi casa y me decían: “Vamos a jugar al tío Berto”. Entonces iban a una habitación y se encerraban a putear. Lo que era la falta de la televisión que había que caer en esos juegos ingenuos.(…) Pienso que las malas palabras brindan otros matices. Yo soy fundamentalmente dibujante, manejo mal el color pero sé que cuantos más matices tenga, uno más se puede defender para expresar o transmitir algo. Hay palabras de las denominadas malas palabras, que son irremplazables: Por sonoridad, por fuerza y por contextura física. No es lo mismo decir que una persona es tonta, a decir que es un pelotudo. Tonto puede incluir un problema de disminución neurológica, realmente agresivo. El secreto de la palabra “pelotudo” – que no sé si esta en el diccionario de dudas- está en la letra “t”.

Analicémoslo.

Anoten las maestras.

Hay una palabra maravillosa, que en otros países está exenta de culpa, que es la palabra “carajo”. Tengo entendido que el carajo es el lugar donde se ponía el vigía en lo alto de los mástiles de los barcos. Mandar una persona al carajo era estrictamente eso. Acá apareció como mala palabra. Al punto de que se ha llegado al eufemismo de decir “caracho”, que es de una debilidad y de una hipocresía… Cuando algún periódico dice “El senador Fulano de tal envió a la m…a su par”, la triste función de esos puntos suspensivos merecería también una discusión en este congreso.Hay otra palabra que quiero apuntar, que es la palabra “mierda”, que también es irremplazable, cuyo secreto esta en la “r”, que los cubanos pronuncian mucho más débil, y en eso esta el gran problema que ha tenido el pueblo cubano, en la falta de posibilidad expresiva. Lo que yo pido es que atendamos esta condición terapéutica de las malas palabras.

Lo que pido es una amnistía para las malas palabras, vivamos una Navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje porque las vamos a necesitar.

Roberto Fontanarrosa: Fragmento de la ponencia para el Tercer Congreso Internacional de la Lengua Española. Año 2004. Rosario, Santa Fe. Argentina.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Luis: no tienes nada de qué agradecer, me disculpo más bien por la demora en el ensayo que estoy avanzando ahora ya más sostenido. Gracias por la confianza a tu amigo poeta José María Pallaoro, a quien respondo por intermedio tuyo pues estoy casi sin tiempo. Cualquier información será bien recibida y difundida por esta voz de su hermano poeta peruano, saludos a ambos y a seguir buenos poetas!

P.d.- Luis, recién estoy enviando material mío a revistas que me recomendaras, pues tuve un problema de salud grave que tenía un origen místico que ya solucioné, ahora estoy súper empilado y con más fuerzas para abordar la poesía de vivir. Pronto tendrás noticias ensayísticas.

http://lakreadavox.blogspot.com/2008/07/li-po-y-las-madres-de-mayo.html

Gustavo Reategui Oliva

Anónimo dijo...

FELICITACIONES Y MUCHA SUERTE CON LA REVISTITA DE POESIA AROMITO, ME GUSTARIA PARTICIPAR CON ALGUN POEMA MIO, SI SE PUEDE. SALUDOS ASUNCION

Y recordá / la vida / no es más que estos pedazos de nosotros / compartidos con los demás dijo...

Por supuesto que se puede pero hay que tener un poco de paciencia para la publicación, abrazo, jm

Anónimo dijo...

Querido amigo: muchas gracias por tus atentas palabras. Te estoy enviando el libro a la brevedad, recibí mis saludos más cordiales.
Un fuerte abrazo,
Luis Benítez

Anónimo dijo...

querido josé maría. que suerte que contestaste el viejo mail. omero sigue dando vueltas esperando un mango que haga salir. me llegó el aromito vía mail. ¡ bien arriba con las ediciones!!!... estuve en la plaza de los 2 congresos con el pc. hasta que llegó cobos ( y como todo radical traicionó).. agende y llame cuando quiera y nos encontramos cuando quiera un abrazo

jorge rivelli

Anónimo dijo...

Hola, José María Pallaoro.
Soy uno poeta brasileño e me gusta navegar por paginas de autores sudamericanos e de España. Tengo uno blog abierto a poetas de todas las naciones, sean antigos ou nuevos: http:poemargens.blogspot.com.
Cuando quieras, puede veer-lo.
Un fuerte abrazo,
José Antônio Cavalcanti