jueves, 25 de junio de 2020

TERESA ARIJÓN Cierta verdad en las palabras





MIRÉ LOS OJOS DE LA LANGOSTA…

Miré los ojos de la langosta
negra, en el agua clara.
Ojos color miel y desconfiados
bajo la transparencia del cristal.
Eran cuatro las langostas, solo una
me miraba. Tenía las patas atadas
con vendas para impedir toda resistencia
a la muerte cercana.
Pensé en Queroqué, la rana ociosa
que encontró en la levedad su forma
y legó la electricidad al mundo, forzada por Galvani.
La electricidad que Nabokov temía, inexplicable
pero suficiente para matar a Queroqué, la rana del poema japonés
que sola se dio nombre porque nadie la nombraba.
Pensé en todas las cosas que no veo, “las inocentes,
las inermes, las desamparadas”, las que no pueden superar
la ley del más fuerte y a sí mismas del cuerpo se separan.


GARY SNYDER

Rastro de conejos,
rastro de ciervos, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos en la noche helada,
         bajo los pinos,
recitando el poema de Leopardi
con memoria vaga, viendo
las estrellas limpísimas que acaso
anuncian la aurora boreal?
Rastro de osos,
rastro de linces, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos cuando la nieve quieta cubre los vidrios
y sólo se oye el sonido del cielo,
afuera, lejos?
Rastro de alces,
rastro de nutrias, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos cuando a la mañana siguiente, en cuclillas,
contemplando el lago donde el zorro se mojó la cola
sólo para demostrarnos que hay cierta verdad
en las palabras?


LAWRENCE FERLINGHETTI

Dice que envejece y que percibe
que la vida se muerde la cola,
ouroboros en la frágil insistencia de la luz.
Dice que envejece y ya no compite
por el limbo inmortal de las palabras
y que ahora, bajo la piel rugosa y las alas
que el viento abrió en sus ojos,
el único desafío es el cielo.
Dice que envejece y que no ignora
que las puertas se cierran y se abren con rítmico abatimiento.
Que va a leer lo que no sabe en el caparazón de una tortuga,
en la constelación salvaje que alumbra la pampa salvaje, en el sonido que el cielo se traga y devuelve en ecos.
Dice que el poeta es un pescador
para quien el cielo está despejado
aun si está cubierto.




En Poetas argentinas (1940-1960), selección y prólogo de Irene Gruss, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2006
Teresa Arijón (Buenos Aires, 9 de noviembre de 1960) Fotos: jmp

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