jueves, 9 de noviembre de 2017

Vicente Muleiro, Yo tenía un poema y te me fuiste



CLAVES

El aire se reordena
en los tibios confines de su papel.

Sabios gatos memoran
su condición felina

y por las noches, dios
                   baja sobre su pelo
                                      y se interroga.


TRENES

Trenes que salen de ningún lugar
trenes que llegan a ninguna parte.

No atraviesan la bruma
ni levantan el polvo
ni murmuran su paso por las noches.

Como la vida, trenes.

Sin embargo, en silencio
alguien le dice adiós a ciertos rostros
desdibujados en las ventanillas.


INSTANTÁNEA PARA DESARROLLAR
EN UN POEMA

La mujer embarazada toma sol
y el inminente padre recoge caracoles
para el que va a nacer
y en tanto los elige se pregunta
si esas maravillas que el mar trae
serán gozo del hijo el día de mañana.


EL MARATONISTA

Correr correr y levantar los brazos
mientras brama el estadio ¿O en el último tramo
abandonar la pista
para reflexionar bajo los sauces
su estética inclinada?

(cuando cruzás la meta ya es de noche
se han retirado el público y los medios).

Se te veía venir a esa derrota:
el que corre desnudo
le teme a la llegada.


MILONGA DE JORGE LUIS

El bastón que lo precede va buscando una
palabra
viene del sur y va al sur
silabeando la tiniebla
busca
la palabra parda, la no dicha
de bambú
aquel balbuceo nonato
la pura que se hizo agua.

Cuando está escrita es la muerte
si no está escrita es la nada.


9

Esas piernas de pollo nadador anciano
hacia la isla de enfrente.

La prosódica reaparición de su cabeza calva
con proa hacia otra costa
embarca la mañana en un destino.


CAÍAN

Que caían entonces en la anónima
tristeza de existir
y poco se entendía
                              tanto desentenderse
horas crucificadas debajo de la almohada
la nada en contraorgasmo
en virus colorido de la televisión

al levantarse
sacudíanse como patos
a la vera del mundo
y un solo haz de luz
era rellana luz.


POEMA EN FUGA

Yo tenía un poema
y te me fuiste.

Eras la niebla que podía enlazar
la última ola eras
antes de que el Atlántico retrocediera
de África.

Te agarrado tenía
del pezón que ya estaba por lamer
brillabas en mi red como un puñal nonato

pero pedís palabras
siempre me pedís otra
y te me vas.



En El maratonista (Antología personal, 1978 – 2016), Ediciones en Danza, 2016. “Claves” de Para alguien en el mundo estamos lejos (1978); “Trenes” de Boleros (1982); “Instantánea para desarrollar un poema” de Pimienta negra (1990); “El maratonista” de El árbol de los huérfanos (2000); “Milonga de Jorge Luis” de Milongas de modo tal (2003); “9” de Ondulaciones (2009); “Caían” de Los goliardos (2012); y “Poema en fuga” de Inéditos. Selección de textos: Jmp
Vicente Muleiro (Buenos Aires, 1951). Foto: Jmp

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