martes, 26 de septiembre de 2017

Marín Sorescu, Dormir tranquilo


NOS CONOCEMOS

Nos vimos un día
En la tierra,
Yo iba por un lado de ella
Tú por el otro.

Tú eras así y asá,
Oh, eras como todas las mujeres,
Fíjate cómo he retenido
Tu rostro.

Yo me emocioné
Y dije algo con la mano en el corazón,
Pero no había manera de que me escucharas.
Porque entre nosotros pasaban todo el tiempo
Automóviles y aguas y especialmente montes,
En fin, todo el globo.

Me miraste a los ojos
Pero, ¿qué podías ver?
En mi hemisferio
Se había hecho justamente la noche.
Extendiste la mano: diste con una nube.
Yo abracé los hombros de una hoja.


LA GRUTA

Corren ciertos rumores
en la gruta,
que yo, en fin, te he llamado,
que tú, en fin, respondiste.

Nuestras palabras se encontraron
o se buscan hasta el infinito,
ya no sabemos cuál es la pregunta,
ya no sabemos cuál es la respuesta.

Hemos dado algunos gritos
en el Universo,
las palabras se acechan,
se cazan,
se mezclan entre los murciélagos,
con los huecos de la piedra, del agua,
el bramido crece hasta el infinito,
veremos al final
qué resulta.


HISTORIOTERAPIA

Cuando tengo insomnio,
por la noche, antes de acostarme,
tomo un atlas histórico
con un poco de agua.

Y esperando que surta efecto,
sigo con el dedo
el imperio de los hititas,
mas luego de un momento
debo volver a empezar,
porque, de hecho, el imperio de los hititas
es el imperio de los egipcios,
pero no, el de los asirios...
de los medo-caldeos...
de los persas...

Si así están las cosas, pienso yo,
puedo dormirme
tranquilo.




Selección de textos: Jonio González.
En: La juventud de Don Quijote. Poemas, Visor, Madrid, 1981. Traducción del rumano: Omar Lara. Foto: Manos. Jmp.
Marín Sorescu (Rumania, 29 de febrero de 1936 – 8 de diciembre de 1996). 

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