viernes, 26 de octubre de 2012

Aromito descansa



NARANJAS

Y si, sin Internet en casa, por complejidades de varios tenores, paramos un rato y abrimos el cielo en cuanto podamos. Mientras tanto, descalza camina.

viernes, 12 de octubre de 2012

Spinetta, como nace un capullo



Nací como nace un capullo, como nacemos todos,
junto al amor de los míos, que me dieron el sentido y el cuidado.

Crecí día a día, como lo hemos hecho todos
y al abrigo del hogar fui empezando a entender.

Por momentos jugando, vi las cosas perfectas, y el mundo infinito.
Ahora comprendo que el infinito no ha cambiado:

está presente cuando miramos al cielo los que lo amamos...



Poema leído por Vera Spinetta en la muestra  dedicada a su padre, 
Los libros de la buena memoria, en biblioteca nacional.
Es uno de los últimos poemas que escribió el Flaco.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Eduardo Espósito, cuatro de Las puertas de Tanhäuser



LECTURAS

Y esperabas el arribo de la siesta
para leer tu diario en llamas
en la hueca reposera del silencio
Ya callados los pájaros
bajo amenaza el viento
dominando el motín de los sentidos
te ibas fundiendo a la intemperie
y ni siquiera la llegada de la noche
lograba divorciarte del paisaje
Apetencia voraz de tu intelecto
Genio y figura
Así caías de la tinta a la catrera
con la sola gimnasia de unos párpados
obligados penosamente al sueño
Las brasitas del día arrinconadas al fin
y la rumiada pastura de un periódico.

A Olaf Stapledon


HUEVOS FATÍDICOS

La panza tiesa de los días
se apoya laxa en las comisuras del mundo
Van pasando las horas como imanes
Este naufragio aspira a ser certeza
Se ha borrado la línea divisoria
entre la espiga y el suelo
Ya no hay mar donde empollar
los fatídicos huevos de la ira
Todo cabe en este caldero de pócimas
                                                 austeras
Y los días
combados por el peso de las revelaciones
aguardan a la sombra nuevas nupcias
Inclemencias montadas por la biología.

A Mikhail Bulgakov


CAPUT MORTUUM

Entonces
de su cabeza ensangrentada
sale volando la alondra.
JULIO LLINÁS

Corre el lápiz más lento
de lo que debiera
                          Aún así
sigo pecando de poeta adocenado
Soy otro caso de versillo fácil

Con la salida del sol
hizo efecto el jengibre
ya no me oprime la migraña
                                      pobrecita
Qué será de ella
el día que yo falte
Huérfana de cuello
será un silencio roto
                              entre dos truenos
Una pulsión a recordar
Toda vez que me nombren.

A Robert Bloch


EL MIEDO MANEJA EN LÍNEA RECTA

Ella despierta El Miedo maneja en línea recta
Ella no sabe dónde duerme apretada la belleza
Sólo admite un sueño de tragedia griega
como si los dioses chusmearan con la almohada
los más grises secretos de un marido
Ella lo despierta con el más común de los lugares
Su pubis un grueso alfiletero
Él la calma seguro de sí y de su amor
Frota ventanas desiertas
Reduce aquel sueño a una ecuación inexistente
La vaguedad de la escena se desliza
como un pan que nadie muerde en la vigilia
El sol hábil en subir los ánimos del pájaro
aniquila el pavor de lo irreal
Él la colma de escamas de sábanas gastadas
para que Ella abreve en lo tangible
En tanto el Miedo desconcertado por el clímax
saca la mano para doblar.

A Theodore Sturgeon

En: “Las puertas de Tanhäuser”, El Mono Armado, 2011.

Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956.
Poeta y coordinador de talleres de escritura.

Eduardo Espósito, dos de Las puertas de Tanhäuser



PEDRO Y EL LOBO 

Amputar los tentáculos del lobo
hasta que deje de ser Alfa
(Uno más entre nosotros
con sus embustes y sus miedos)
La sangre derramada
de vuelta al desangrado
El suelo que pisamos
desmontado de oprobios
La jauría feliz
en las fauces de Pedro.

A George Orwell


PLUMAJES

El poeta es el hombre que se niega
a utilizar el lenguaje.
JEAN PAUL SARTRE

La vida no debería ser más
que esta cosa que respira y sangra
Los dedos bien abiertos
ante las notas de un teclado inexplorado
No es porque te negás a regresar del cementerio
que se me ocurre este dislate
ni porque tu fantasma de algodón de azúcar
acusa los calores del desván
La tarde como un daguerrotipo victoriano
pesando en mi cabeza
La vida tampoco debería ser más que esto
Sin embargo un poeta desangelado
se asemeja mucho a un hombre
Hay un otoño de alas mustias
Parece que pelaran pollos en el cielo
Y esta cosa que respira y sangra
aunque bien mal en escribir insiste.

A Ian Watson

En: “Las puertas de Tanhäuser”, El Mono Armado, 2011.

Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956.
Poeta y coordinador de talleres de escritura.

Eduardo Espósito, cuatro de Las puertas de Tanhäuser



LUCY EN EL HIELO CON MIS GUANTES

La niña de los milagros
y el niño que jugaba a ser rayo
bebieron aquel día
de la fuente de la eterna saciedad
Y el cierre relámpago del hielo
la lluvia subsiguiente
los monitos jocosos
que alimentaban talleres literarios
y los gorilas circunspectos
de la novela vana
lloraron sobre el hueso del rumor
vagando hasta altas horas
de la noche alta
bajo el marfil de antiguas lunas
de un cementerio de elefantes.

A Philip K. Dick


CUERPOS DISPERSOS

Los muertos tienen sed
Necesitan de lágrimas para humectar su inexistencia
de lluvias fraudulentas
anegando las pozas donde dicen dormir
Acaso mienten
Les falta agua para el viaje
las cantimploras del recuerdo
con que los convertimos en estampas
de las que no salen más
Son la orilla contenida de la resignación
por vida pagan vida
un escaso salario sin futuro
Los muertos tiene sed
Nunca pasan dos veces por la misma experiencia
por temor a la seca que los transforma en polvo
Gustosos abandonan a esta especie
que los sigue regando de memoria.

A Philip José Farmer


CELERIDAD

Hay cuatro clases de hombres en el mundo
Los lampiños
Los barbudos
Los que se afeitan como Dios manda
Y los tristes pobres hombres
de la afeitadora eléctrica

Pobres niños olvidados por sus madres
a quienes jamás papá pasó pelota
Nunca una curita en el uncido rostro
Nunca una sonrisa de satisfacción padruna
Jamás papel higiénico en la herida
O paños tibios a ese amor con la Gillette

Pobres desmadrados
que perdieron segundos de su vida apenas
por no ganar un cielo de brochas y afiladas
Pobres hombres de besos jamás lisos
esclavos para siempre de su aceleración.

A Rafael A. Lafferty


PASEO ESPACIAL

Un hombre camina solo al borde del planeta
Necesita una piedra para explicar la luna
El drama de su soledad
duerme de espaldas a un sol áspero y agresivo
Engorda una sonrisa cómplice
cuando la ve pasar
redonda como una dádiva
banal
casi un fantasma
Pasa su aliento despuntando estrellas
Pasa su drama como un mensaje en una botella
Pasa
Y se lleva la sospecha de haber existido.

A Brian Aldiss

En: “Las puertas de Tanhäuser”, El Mono Armado, 2011.

Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956.
Poeta y coordinador de talleres de escritura.

Eduardo Espósito, tres de Las puertas de Tanhäuser



PERSISTENCIA DE LA VISIÓN

El ciego que funda una ciudad en el desierto
Qué funda?
Un quilométrico espejo que devora las sombras
para saberse multitud?
La anchura desmedida de su imaginación
para que canten en coro las auroras
que ya nunca verá?
La herencia inofensiva de castillos de arena
para los hijos que ofician de bastón?
La horma de un zapato donde calzar su humanidad?
Una caja negra en otra caja negra?
Un sol de no ver?
El ciego que funda una ciudad funda el desierto.

A John Varley


PUZZLE

Un poeta pretende reconstruir
el rompecabezas del mundo
desgarrado por sus abuelos

No recuerda las coordenadas
(su propio lugar
dentro del juego)

Prueba una vez
Otra vez
Desiste

El rompecabezas
se insinúa completo.

A Samuel R. Delany


RELACIONES EXTRAÑAS

No quebraré los brazos de la noche
para escaparme de tu olor
ni limpiaré con lavandinas diluidas
tu endorfina fantasma
Un palmo incierto te separa del mío
Pican las ronchas
en la almohada olvidada de Dios
Y es todo un asco el mundo afuera
arca sin dueño
sobrecargada bajo el ojo de Noé
desde la luna
Ya no me insistas Madre
que alimentás el miedo sin querer
llorando en paralágrimas
tu viejo Paraguay
Subtrópico encendido
de tu niñez alérgica y fluvial
Se van yendo tus días de metano
aunque construya represas en las horas
y no pueda decir porqué te quiero
sin que suenen alarmas de emergencia
allá
al fondo de la casa
tras las plantas
donde ríe tu alegría encapsulada
entre esas nueces y otras uvas
que vas dejando de lado sin probar.

A Philip José Farmer


En: “Las puertas de Tanhäuser”, El Mono Armado, 2011.

Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956.
Poeta y coordinador de talleres de escritura.

domingo, 7 de octubre de 2012

Antonio Cisneros, para hacer el amor



PARA HACER EL AMOR

Para hacer el amor 

debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha
tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el amor.
Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos
pero la arena gruesa es mejor todavía.
Ni junto a las colinas porque el suelo es rocoso ni cerca
de las aguas.
Poco reino es la cama para este buen amor.
Limpios los cuerpos han de ser como una gran pradera:
que ningún valle o monte quede oculto y los amantes
podrán holgarse en todos sus caminos.
La oscuridad no guarda el buen amor.
El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
y entonces
la muchacha no verá el Dedo de Dios.
Los cuerpos discretos pero nunca en reposo,
los pulmones abiertos,
las frases cortas.
Es difícil hacer el amor pero se aprende.


Antonio Cisneros. Perú, 
27 de diciembre de 1942 – 6 de octubre de 2012.
Foto: Difusión.

Antonio Cisneros, un perro y con las últimas lluvias



UN PERRO

Un perro. Un prado.
Un perro negro sobre un gran prado verde.

¿Es posible que en un país como éste aún exista un perro
negro sobre un gran prado verde?

Un perro negro ni grande ni pequeño ni peludo ni pelado
ni manso ni feroz.

Un perro negro común y corriente sobre un prado ordinario.
Un perro. Un prado.

En este país un perro negro sobre un gran prado verde
Es cosa de maravilla y de rencor.


CUATRO BOLEROS MAROQUEROS

1.-

Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida del suburbio
no habrían primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos.
Pero no.
Las estaciones se cumplieran
como estaban previstas en cualquier almanaque.
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
                 por ti.


2.-

Para olvidarme de ti y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
Gran Estilo
      Gran Velocidad
                Gran Altura.


3.-

Para olvidarte me agarro al primer tren y salgo al campo
Imposible. Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic.


4.-

No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo el frasco de Nescafé me dura el doble
               el triple las hojas de afeitar.



Antonio Cisneros. Perú, 
27 de diciembre de 1942 – 6 de octubre de 2012.
Foto: Difusión.

Antonio Cisneros, desde temprano y el sol en las paredes



PARACAS

Desde temprano,
crece el agua entre la roja espalda
de unas conchas

y gaviotas de quebradizos dedos
mastican el muymuy de la marea

hasta quedar hinchadas como botes
tenidos junto al sol.

Sólo trapos
y cráneos de los muertos, nos anuncian

que bajo estas arenas
sembraron en manada a nuestros padres.

TARMA

El sol en las paredes, los tejados
meciéndose entre ramas,
la retama enredada en mi camisa,
mirlos en mis zapatos,
altas calles empedradas de eucaliptos
llegan hasta los cerros,
y sin embargo
las moscas y los muertos
no necesitan
higueras o retamas, ni esta sombra
de sauces apretados.


Antonio Cisneros. Perú, 
27 de diciembre de 1942 – 6 de octubre de 2012.
Foto: Difusión.

Antonio Cisneros, y en este patio, solo como un hongo, adónde he de mirar



DOS SOLEDADES

I- Hampton Court

Y en este patio, solo como un hongo, adónde he de mirar.
Los animales de piedra tienen los ojos abiertos sobre la presa enemiga ciudades puntiagudas y católicas ya hundidas en el río hace cien lustros se aprestan a ese ataque. Ni me ven ni me sienten. A mediados del siglo diecinueve los últimos veleros descargaron el grano. Ebrios están los marinos y no pueden oírme las quillas de los barcos se pudren en la arena.
Nada se agita. Ni siquiera las almas de los muertos número considerable bajo el hacha, el dolor de costado, la diarrea. Enrique El Ocho, Tomás Moro, sus siervos y mujeres son el aire quieto entre las arcadas y las torres, en el fondo de un pozo sellado. Y todo es testimonio de inocencia. Por las 10.000 ventanas de los muros se escapan el león y el unicornio. El Támesis cambia su viaje del Oeste al Oriente. Y anochece.

II. Paris 5e


"Amigo, estoy leyendo sus antiguos versos en la terraza del Norte.
El candil parpadea. Qué triste es ser letrado y funcionario. Leo sobre los libres y flexibles campos de arroz: Alzo los ojos y sólo puedo ver los libros oficiales, los gastos de la provincia, las cuentas amarillas del Imperio".
Fue en el último verano y esa noche llegó a mi hotel de la calle Sommerard.
Desde hacia dos años lo esperaba. De nuestras conversaciones apenas si recuerdo alguna cosa. Estaba enamorado de una muchacha árabe y esa guerra la del zorro Dayán le fue más dolorosa todavía. "Sastre está viejo y no sabe lo que hace" me dijo y me dijo también que Italia lo alegró con una playa sin turistas y erizos y aguas verdes llenas de cuerpos gordos, brillantes, laboriosos, "Como en los baños de Barranco". Y una glorieta de palos construida en el 1900 y un plato de cangrejos. Había dejado de fumar. Y la literatura ya no era más sus oficio.
El candil parpadeó cuatro veces. El silencio crecía robusto como un buey. Y yo por salvar algo le hablé sobre mi cuarto y mis vecinos de Londres. de la escocesa que fue espía en las dos guerras, del portero, un pop singer, y no teniendo ya nada que contarle, maldije a los ingleses y callé. El candil parpadeó una vez más. Y entonces sus palabras brillaron más que el lomo de algún escarabajo. Y habló de la Gran Marcha sobre el río Azul de las aguas revueltas, sobre el río Amarillo de las corrientes frías. Y nos vimos fortaleciendo nuestros cuerpos con saltos y carreras a la orilla del mar, sin música de flautas o de vinos, y sin tener otra sabiduría que no fuesen los ojos. Y nada tuvo la apariencia engañosa de un lago en el desierto. Mas mis dioses son flacos y dudé. Y los caballos jóvenes se perdieron atrás de la muralla, y él no volvió esa noche al hotel de la calle Sommerard. Así fueron las cosas Dioses lentos y difíciles, entrenados para morderme el hígado todas las mañanas. Sus rostros son oscuros, ignorantes de la revelación. "Amigos, estoy en la Isla que naufraga al norte del Canal y leo sus versos, los campos del arroz se han llenado de muertos. Y el candil parpadea".



Antonio Cisneros. Perú, 
27 de diciembre de 1942 – 6 de octubre de 2012.
Foto: Difusión.

jueves, 4 de octubre de 2012

Julián Axat, dos de Neo



YO 2009

todos los años
ese día
a la misma hora
sueño
viajo al pasado
una hora exacta antes de que caigan
me veo de siete meses
en los brazos de mamá
desesperado
les cuento de su destino
hay que irse rápido les digo
quedan pocos minutos
no vacilan
no se inmutan
no hay caso pienso
se quedan
antes de volver me entregan
al niño
cuídalo
y regreso con él en brazos
todos los años
ese día




NOSOTROS 2010

la rosa
un rayo

arsenal
latente
prepara espinas
se nos clavan
o acaso
las incrustamos
para hacer
la revolución
salvar
a nuestros padres
no sé
en realidad
si pienso
salvarlos
a ellos
a nosotros
o ni siquiera




Invitamos a la presentación de los libros de poemas “Neo” de Julián Axat y “Setenta y 4” de José María Pallaoro, el día jueves 4 de Octubre, a las 19:30 hs, en el Teatro de la Universidad de calle 10 n° 1076 e/ 54 y 55 de La Plata. La Presentación se realizará en el marco del Ciclo "Mil Botellas", coordinado por Ramón Tarruella, y contará con la participación del editor Carlos Juarez Aldazábal (El Suri Porfiado).

miércoles, 3 de octubre de 2012

José María Pallaoro, 7 de Setenta y 4




El golpe

2008

Un cubo vacío
de ideas
sube
la escalera

antes de que ocurriera
todos lo sabíamos

a RGA


Como toda respuesta
2010

“Bajar un cuadrito
es todo lo que se hizo
desde 2003 hasta hoy
en DDHH”
Como toda respuesta
Jorge Cepernic
ex gobernador del pueblo
le regala
desde el cielo
una cagadita
que se incrusta
en la testa
del ex funcionario de la dictadura

a VdM



Un ejemplo de mundos
2010

Obama
dice que las Madres
son un ejemplo
para el mundo
Lo mismo
desearíamos pensar
del país que preside
el señor Obama


Rosebud
2010

La salida del infierno
deja llagas por siempre

Ceniza
de pimpollo de rosa
en el fuego
del atardecer



Muertos
2010

La dicha del enemigo:
pensar el futuro
desde un presente
muerto



Metrópolis
2010

Un moderno
sistema de castas

Pegarles
a esos cabecitas
en la cara
como estrategia
principal
y que caigan
al piso
y patearlos
hasta que no quede
más que una
masa amorfa

Una bolita
Un no nacido

a Maurizio Macri



Néstor
(27.10.2010)

Sos
la piedra
con la que
construiremos
el diamante
más hermoso


de: Setenta y 4, El Surí Porfiado, 2011

Invitamos a la presentación de los libros de poemas “Neo” de Julián Axat y “Setenta y 4” de José María Pallaoro, el día jueves 4 de Octubre, a las 19:30 hs, en el Teatro de la Universidad de calle 10 n° 1076 e/ 54 y 55 de La Plata. La Presentación se realizará en el marco del Ciclo Cuatro Ficciones del grupo editorial "Mil Botellas", coordinado por Ramón Tarruella, y contará con la participación del editor Carlos Juarez Aldazábal (El Suri Porfiado).