jueves, 30 de junio de 2011

Joaquín Areta – Siempre tu palabra cerca



SIEMPRE, TU PALABRA SENCILLA…


Siempre, tu palabra sencilla,
tu pregunta justa,
tu preocupación profunda.

Siempre tu palabra llega,
en la multitud de mis silencios,
para despertarme,
y en la confusión del bullicio,
para clarificarme el rumbo.

Siempre, tu palabra, allí
francotirador perfecto,
cazador de debilidades,
juez de mi vida,
asesino de mi ego.

Siempre tu palabra cerca,
para que el silencio diga,
te quiero mi amor.


En: “Joaquín Areta. Siempre tu palabra cerca”, Libros de la talita dorada / Colección Los detectives salvajes, 2010

Joaquín Areta nació en 1955 en Monte Caseros, Corrientes. Se traslada a La Plata a los 13 años e inicia sus estudios secundarios en el Colegio Nacional. A los 16 años comienza su militancia en el Movimiento de Acción Secundaria (MAS), agrupación de base de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Luego de la fusión de FAR y Montoneros es parte de la conducción de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). En 1973 ingresa a la carrera de Medicina. En 1974 forma pareja con Adela Segarra. En diciembre de 1976 muere en combate su hermano Iñaki. En 1977 nace su hijo Jorge Ignacio. El 29 de junio de 1978, a los 22 años, es detenido-desaparecido en una cita en Capital Federal. Hoy Joaquín tiene un nieto que se llama Iñaki
.

Jaime Sabines – Qué putas puedo hacer con mi rodilla



¿QUÉ PUTAS PUEDO HACER?...


¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla,
con mi pierna tan larga y tan flaca,
con mis brazos, con mi lengua,
con mis flacos ojos?
¿Qué puedo hacer en este remolino
de imbéciles de buena voluntad?
¿Qué puedo con inteligentes podridos
y con dulces niñas que no quieren hombre sino poesía?
¿Qué puedo entre los poetas uniformados
por la academia o por el comunismo?
¿Qué, entre vendedores o políticos
o pastores de almas?
¿Qué putas puedo hacer, Tarumba,
si no soy santo, ni héroe, ni bandido,
ni adorador del arte,
ni boticario,
ni rebelde?
¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?


En “Dos siglos de poesía mexicana. Del XIX al fin del milenio: Una antología”. Selección y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México, 2001.

Jaime Sabines (Tuxla Gutiérrez, Chiapas, 1926 – ciudad de México, 1999).

miércoles, 29 de junio de 2011

Juan Gelman – Qué pide la hoja



PEDIDOS


¿Qué pide la hoja? Músicas
del cuerpo, lunes, miércoles.
¿Cuando van a pagar los trabajos del viaje,
el amor que se equivoca y
no rinde en el mercado? ¿Lloverá,
no lloverá? ¿Quién camina por
la tierra que arrasó su pasión,
el humo todavía? Venas
compradas por la desolación,
tanto hielo de espíritu
y la esplendente vida afuera.


En “El emperrado corazón amora”, Seix Barral, Planeta, 2011.

Juan Gelman, Buenos Aires, 1930
.

lunes, 27 de junio de 2011

Juan Gelman – Interrumpidos por el amor que no cesa



CONTINUACIONES


Lo comprensible es incomprensible
y ningún verbo o luna azul
cambiará su destino.
Trabajan los caballos el galope
en tierras anchas con
espantapájaros mentidos.
Al que mucho ama nada
se le puede dar, siempre
crea en sí mismo aires ardientes
que le consigue el corazón.
Clavos que clavan, cuerdas
libres de lo real y de
lo no real atan o unen propósitos
muy cerca del sonido que no se puede oír,
la media lumbre es luz
que se busca en su sombra. Los dioses
de la totalidad cesaron
interrumpidos por
el amor que no cesa.


En “El emperrado corazón amora”, Seix Barral, Planeta, 2011.

Juan Gelman, Buenos Aires, 1930
.

sábado, 25 de junio de 2011

Francisco Hernández – Los ojos de todos los animales



EL CAZADOR


Ibas a la montaña en busca de jaguares,
tapires o faisanes.
Siempre te acompañaba la mujer de otro.
En mis sueños te veía raudo por la playa,
eludiendo tenazas de cangrejos azules.
Ahora caminarás desnudo por la noche sin término.
Ojalá te encuentres con los ojos
de todos los animales que mataste.


En “Dos siglos de poesía mexicana. Del XIX al fin del milenio: Una antología”. Selección y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México, 2001.

Francisco Hernández (San Andrés Tuxtla, Veracruz, México, 1946).

miércoles, 22 de junio de 2011

Gabriela – Haz tu mente al invierno del sur


HAZ TU MENTE AL INVIERNO DEL SUR


1 2 3 va…
Alguien me ha dicho que has decidido,
alguien me ha dicho que tienes en mente
marcharte al Norte
con tus hijos y guitarras,
que allá piensas serás más feliz.

Y nadie nunca va a ningún lugar.
Nadie jamás encuentra ese lugar.

Haz tu mente al invierno del sur.
Y quédate que hay mucho aquí aún por hacer
y rehacer.

La ciudad se está yendo hacia arriba.
La ciudad está creciendo hacia arriba.
No te quedes mirando como crece
o ya no verás más la luz.

Y nadie nunca va a ningún lugar.
Nadie jamás encuentra ese lugar.
Haz tu mente al invierno del sur.
Y quédate que hay mucho aquí aún por hacer
y rehacer.

Piensas que en el norte nadie se pregunta nada.
Piensas que en el norte nadie te preguntará.
Pero nunca podrás evitar la pregunta
de tus hijos que van a crecer.

Y nadie nunca va a ningún lugar.
Nadie jamás encuentra ese lugar.

Haz tu mente al invierno del sur.
Y quédate que hay mucho aquí aún por hacer
y rehacer.


Hermosa historia de viejas partidas. Hoy, Edelmiro, está dando su propia batalla (todo nuestro amor, querido Edelmiro). Y nosotros de otra manera, aquí en el sur, también. Ayer noche la noticia nos hizo feliz. Ayer noche comenzó el nuevo día para seguir creciendo. Nuestro amor a todas las compañeras y compañeros, nuestra amor a la Patria que estamos reconstruyendo..

De LP “Gabriela”, 1972. Este hermoso disco tuvo el aporte de excelentes músicos de rock: Edelmiro Molinari: guitarra; David Lebon: bajo, guitarra; Moro: batería y percusión; Litto Nebbia: piano; Emilio Del Guercio: flauta dulce; Jorge Cutello: flauta traversa; León Gieco: armónica y coros; Miguel y Eugenio: coros


Edelmiro Molinari – Ya no tengo amigos en esta tierra, madre


UN BLUES PARA ADELINA


Ya no tengo amigos en esta tierra, madre.
Se me han ido todos con la ambigüedad.

Si me hubieras dicho que era así, mama,
quizás nunca hubiera empezado a hablar.

Y lo peor de todo es que yo también
me siento ambiguo, madre,
porque sólo palos y besos puedo dar.

Me voy buscando unos negros, mama,
pues tengo unos sentimientos para compartir.

Me voy buscando unos negros, mama.
Negros de campo y música y nada más.

Tengo música, risas y palos, mama,
y no aguanto más a la ambigüedad.


En LP, grabado entre marzo y junio de 1973 y editado en 1973, “Color Humano” 2, 1973. Color Humano es: Edelmiro Molinari, Rinaldo Rafanelli y Oscar Moro.

martes, 21 de junio de 2011

Edelmiro Molinari – Alguien te ha dicho que tengo en mente


A TRAVÉS DE LOS INVIERNOS


Alguien te ha dicho que tengo en mente,
alguien te ha dicho que he decidido
marcharme al norte con mis hijos, mis guitarras,
y que allá lejos seré más feliz.

No creo que en el norte nadie se pregunte nada.
Creo que en el norte todos me preguntarán,
y no creo que me interese evitar las preguntas
de mis hijos que van crecer.

Deja que la música encuentre el lugar.
Deja que el lugar encuentre el invierno.
Deja que el invierno deje otros inviernos,
esos que mi música debe conocer.


En LP, grabado entre marzo y junio de 1973 y editado en 1974, “Color Humano” 3, 1974. Color Humano es en este álbum: Edelmiro Molinari, Rinaldo Rafanelli y Oscar Moro. Egle Martin participa en percusión.

Francisco Hernández – El poeta no duerme



HECHO DE MEMORIA


El poeta no duerme:
viaja por la cuerda del tiempo.

El poeta está hecho de memoria:
por eso lo deshace el olvido.

El poeta no descansa:
el tiempo lo desgasta
para probar que existe.

Para Jorge Esquinca



En “Dos siglos de poesía mexicana. Del XIX al fin del milenio: Una antología”. Selección y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México, 2001.

Francisco Hernández (San Andrés Tuxtla, Veracruz, México, 1946).

sábado, 18 de junio de 2011

Francisco Hernández – Quitar la carne, toda


HASTA QUE EL VERSO QUEDE


Quitar la carne, toda,
hasta que el verso quede
con la sonora oscuridad del hueso.
Y al hueso desbastarlo, pulirlo, aguzarlo
hasta que se convierta en aguja tan fina,
que atraviese la lengua sin dolencia
aunque la sangre obstruya la garganta.


En “Dos siglos de poesía mexicana. Del XIX al fin del milenio: Una antología”. Selección y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México, 2001.

Francisco Hernández (San Andrés Tuxtla, Veracruz, México, 1946).

viernes, 17 de junio de 2011

Alfredo Veiravé – Escuchemos juntos estos discos de los Beatles


MADAME BOVARY


Emma te equivocaste
cuando saliste de tu casa en un carruaje con grandes
ruedas que corrían hacia atrás como en las películas del Oeste
porque tu soledad era algo que debía ser solamente tuyo
y porque era fatal que
nadie te comprendiera en ese pueblo de provincias
ni siquiera tu marido
el pobre hombre gris herido de tu amor
Bueno, no me hables ahora de tus taquicardias
o de los vestidos con enaguas y encajes
déjame explicarte
que me conduelo solamente
porque te perseguían furiosamente
los vecinos ineptos en el juego
de tu corazón virgen
y tu siglo era un cambio
lentamente mirado a través de las celosías
de la villa
más bien ponte el anillo o los collares de los hippies
y piensa en Carnaby Street en cómo lograr la infidelidad
sin que tengas que recurrir a tu conciencia
de pobre muchacha provinciana
Yo pienso que buscabas saber solamente
cómo te desnudarían los otros
y estos otros cretinos te traicionaron
Emma
Dame la mano no llores más
quédate en silencio
y escuchemos juntos estos discos de los Beatles.


De “El imperio milenario”, 1973. En “La poesía del cincuenta. E. Bayley, R. G. Aguirre, C. Fernández Moreno y otros”. Selección, prólogo y notas por Daniel Freidemberg. Centro Editor de América Latina, 1981.
Alfredo Veiravé (Gualeguay, Entre Ríos, 1928 - Resistencia, Chaco, 1991).

jueves, 16 de junio de 2011

César Fernández Moreno – Señora buenos días


LA ANUNCIACIÓN


señora buenos días
vengo de parte de dios

sírvase estas flores
gracias no tengo sed

era para decirle
que va a tener un hijo

ya lo sé no importa
igual será madre

hasta pronto señora
cuíedese señora


De “Sentimientos”, 1961. En “La poesía del cincuenta. E. Bayley, R. G. Aguirre, C. Fernández Moreno y otros”. Selección, prólogo y notas por Daniel Freidemberg. Centro Editor de América Latina, 1981.

César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919 – París, 1985).

martes, 14 de junio de 2011

Alberto Girri – Es mejor odiar en compañía



A UN DESDICHADO


Ya se sabe
                  empleó
gran parte del tiempo
en adquirir su odio,
y mucho más tiempo,
en gozarlo sin decirlo,
                                cuervo
que solitario come, ajeno a la envidia
y no para jactarse,
                             a la espera, quizás,
de un cielo del odio donde todos
los odios son contemplados para todos, incluso
los ignorantes del propio odio, corruptos;
                                 y dispuesto al goce
de ser contemplado en su odio,
como aplicando una máxima:
                                            Bueno es
odiar a solas, pero es mejor
odiar en compañía, el odio crece.
Entretanto
                se sabe también.



En “Francisco Urondo. Veinte años de poesía argentina, 1940-1960”, Editorial Galerna, 1968.
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919 – 1991).

lunes, 13 de junio de 2011

Carlos Latorre – Antes te buscaba reventando caballos



AMOR EN PESO NETO


Antes te buscaba reventando caballos
Subiendo las escaleras de dos en dos
Ahora vienen a mí con el rumor que hacen los novios en ciertos aniversarios
Para caer en la trampa por la que asoma una mujer sí y otra no
Las impares siempre más jóvenes
Ahora te amo a mayor densidad por kilómetro cuadrado
Es el amor a precio de costo
La luz se hace con el frotamiento de los cuerpos
Y si te toco provocamos las situaciones extremas
Pero no importa
Ven nos llenaremos los bolsillos de males menores
Y de algunas maneras que hemos heredado


De “El lugar común”. En “Francisco Urondo. Veinte años de poesía argentina, 1940-1960”, Editorial Galerna, 1968.

Carlos Latorre (Buenos Aires, 1916-1980).

sábado, 11 de junio de 2011

Juan José Saer – Más sólido y más azul que un ramo de ciudades



EL POETA SEPTUAGENARIO



     Comí los alimentos del mundo. Mi mano tocó piedras de ciudades famosas y mi cuerpo, reducido ahora, pero sano y salvaje, atravesó calles más numerosas que las arrugas de un río. ¿Qué hombres no conocí? ¿Qué libros no he leído? ¿Qué ha de haber en el almacén de lo visible y de lo invisible que se me pueda vender como novedad? En las mañanas del mes de octubre, llenas de sol y palomas, contemplo la explosión lenta de las flores del duraznero y me paseo tranquilo, gozando de buena digestión y de buena respiración, la lengua llena del gusto del café y un cigarrillo que humea entre mis dedos. Debí pasar por todo eso, es la larga noche del deseo y la posesión, para llegar hasta aquí.

En mi mente martillean versos férreos, ajenos. Resuenan en mí como la primera vez. La belleza, que para Platón era reminiscencia, para mí, indefenso y libre, no es más que actualidad. La misma música aliterada me estremece de nuevo, cada vez, con delicias flamantes. El café: una sombra en relación con su regusto, con esa pesadez perfumada que se irradia, sutil, desde la punta de mi lengua, ahora. Lo que nos salva a nosotros, los viejos, es ver arder detrás el mundo, depositado sobre un lecho de ceniza palpitante. Sobre ese colchón estoy parado contemplando mi propia sombra que encoge lentamente en la mañana.

Que otros gocen hoy de la maravilla del nacimiento y del sabor de la primera entrega perfumada del mundo, o de una muchedumbre de fiestas nocturnas. El sol de los ciegos es más negro que la noche y el nacimiento más perfecto es la muerte. Mi luz es única. No la puedo cambiar. Y el humo de mi cigarrillo es más sólido y más azul que un ramo de ciudades.


En “La mayor”, Centro Editor de América Latina, 1982.
Juan José Saer (Serodino, Santa Fe, 1937 – París, 2005).

viernes, 10 de junio de 2011

Juan L. Ortiz – El otoño


DELICIAS ÚLTIMAS


El otoño,
con manos
diáfanas
y
brillantes,
está abriendo
un azul purísimo
que moja el paisaje
de una delicia
trémula
primaveral.

De “El agua y la noche”, 1924-1932. En “Obra Completa”, Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1996.

Juan Laurentino Ortiz nació el 11 de junio de 1896 en Puerto Ruiz, cerca de Gualeguay (Entre Ríos), ciudad donde vivirá hasta 1942 cuando se muda a Paraná. Murió el 2 de septiembre de 1978
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miércoles, 8 de junio de 2011

Juan L. Ortiz – Cuándo, cuándo, el amor no tendrá frío?



Sí, mi amiga, estamos bien, pero tiemblo
a pesar de esas llamas dulces contra Junio...

Estamos bien... sí...
Miro una danzarina en su martirio, es cierto,
con los locos brazos, ay, negando la ceniza
y el crepúsculo íntimo...

Estamos bien... Cummings que se va, muy pálido,
al país que nunca ha recorrido,
mientras Debussy enciende el suyo, submarino...

Estamos bien... Pero tiemblo, mi amiga, de la lluvia
que trae más agudamente aún la noche
para las preguntas que se han tendido como ramas
a lo largo de la pesadilla de la luz,
con la vara que sabes y la arpillera que sabes,
en las puertas mismas, quizás, de la poesía y de la música...

Estamos bien, sí, mi amiga, pero tiemblo de un crimen...

Cuándo, cuándo, mi amiga, junto a las mismas bailarinas del fuego,
cuándo, cuándo, el amor no tendrá frío?


De “De las raíces y del cielo”, 1958. En “Obra Completa”, Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1996.
Juan Laurentino Ortiz nació el 11 de junio de 1896 en Puerto Ruiz, cerca de Gualeguay (Entre Ríos), ciudad donde vivirá hasta 1942 cuando se muda a Paraná. Murió el 2 de septiembre de 1978
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Rubén Vela – Cuando yo era mar


CANCIÓN


Cuando yo era mar,
cuando mis ojos lejanos de horizonte
besaban tu horizonte.

Cuando era sal.
Cuando era cansado caracol
que llegaba hasta la playa
a exhalar su queja dolorida.

Cuando era canción

que buscaba el equilibrio
entre el aire y la tierra
para tornar al mar.

Cuando mis brazos verdes te abrazaban,
cuando besaba húmedo tus pies.

Cuando yo era mar.


De “Introducción a los días”, 1953. En “Obra poética, 1953-2004”, Vinciguerra, 2006.
Rubén Vela nació en Santa Fe, Argentina, en 1928
.

Rubén Vela – El áspero lenguaje


UNA HISTORIA V, VII
(Fragmento)


V

En medio del festejo
en mitad del festejo numeroso
alquimistas del odio
derramaron el vino.

Y vi la mesa diaria
hecha de pan e hijos
de sudor y trabajo

destruida.


VII

Entonces comprendí.

Y ella vino hacia

mí recuperada

en el áspero lenguaje

de los pueblos.


De “La palabra en armas”, 1971. En “Obra poética, 1953-2004”, Vinciguerra, 2006.
Rubén Vela nació en Santa Fe, Argentina, en 1928
.

lunes, 6 de junio de 2011

Miguel Ángel Morelli – Ese que se alimenta del niño que fui



si en este instante | si en este abismo de luz
el tiempo se detuviese ante tus ojos
podrías ver la flecha todavía en el aire
y al pájaro ensangrentado cayendo desde el cielo

la herida amor es siempre una parte de abismo |
la flecha una excusa de la muerte


*


digo yo | hablo de mí
pero ese yo es el otro | el que me habita
el que sustenta y a la vez carcome |

ese que se alimenta del niño que fui
y apuñala la sombra que tal vez seré

el que lucha por sobrevivir toda vez que muero
el yo que se vuelve uno | reverso
implacable | pura alteridad


En “Despojos”, Tiempo Sur Ediciones, 2009.

Miguel Ángel Morelli nació en Coronel Suárez, Buenos Aires, el 16 de mayo de 1955. Licenciado en Ciencias de la Información (UNLP). Vive en Quilmes
.

Miguel Ángel Morelli – Y cuando ya no quede mundo detrás del decir



uno escribe para que el silencio dibuje sus palabras
y cuando ya no quede mundo detrás del decir
se vuelva vacío | fragmentos de la nada

uno no escribe para habitar la verdad | sino para rodearla

*



primero pensar en el muro |
hasta que al muro le crezca una ventana

después pensar en la ventana |
hasta que los vidrios estallen

finalmente | de cara al vacío
pensar otras razones:
la seducción del abismo
el deseo de ser pájaro


*



toda palabra entreteje profecías:
con algunas nace el amor
con otras la fe |
con un nombre la pena

pero hay palabras pequeñas | dolorosas
con la que nacen los poemas que no nombran |
esos versos que desbautizan el decir
y arrojan al ser de su propia morada


En “Despojos”, Tiempo Sur Ediciones, 2009.

Miguel Ángel Morelli nació en Coronel Suárez el 16 de mayo de 1955. Licenciado en Ciencias de la Información (UNLP). Vive en Quilmes
.

Miguel Ángel Morelli – Hay silencios clavados en el centro de este poema



habrá que darle la razón a la muerte
cuando se esconde detrás de yeats
para decirnos | que un hombre viejo
es un paisaje degradado

a dios le fascina el pavor en los espejos


*



hay silencios clavados en el centro de este poema | el que los labios aprietan y es como una daga el que dibuja aquello que no puede decirse
y el silencio atroz de aquel que es todo silencio nada | vacío | un tajo en la memoria


*



la lengua de los muertos dice cosas que los otros callan |
y cuando habla del ayer describe mundos que serán mañana

la lengua de los muertos es la que rinde cuentas
por aquellos que no volvieron | o volvieron sin palabras


En “Despojos”, Tiempo Sur Ediciones, 2009.

Miguel Ángel Morelli nació en Coronel Suárez, Buenos Aires, el 16 de mayo de 1955. Licenciado en Ciencias de la Información (UNLP). Vive en Quilmes
.

Miguel Ángel Morelli – Mi madre creía en dios y hablaba con él en voz alta



mi madre creía en dios y hablaba con él en voz alta
mientras lavaba la ropa y la colgaba de la soga

sentado en un rincón del patio | después de la escuela
yo la escuchaba hablar sola y pensaba que mi madre estaba loca

¿cómo no iba a pensarlo? | yo tenía apenas doce años
la edad del mundo | la edad de todas las verdades de este mundo

pero un día llegué y ella no estaba
y fue como volver a nacer | aunque del lado de la desesperanza

eso pasó hace mucho tiempo, es cierto, pero de tarde en tarde
cuando el olvido me acorrala | me siento en el rincón de pensarla
y vuelvo a ser entonces ese niño al que la muerte le mordía los labios


a beatriz piedras



En “Despojos”, Tiempo Sur Ediciones, 2009.

Miguel Ángel Morelli nació en Coronel Suárez el 16 de mayo de 1955. Licenciado en Ciencias de la Información (UNLP). Vive en Quilmes
.

domingo, 5 de junio de 2011

Juan Gelman – Vagan en la alma sin terminar


ORILLAS


Pasan los que
se traicionaron traicionando,
carátulas sin expediente.
Los nombres del sentir
les tienen mucha paciencia,
se quedaron sin nombre, vagan
en la alma sin terminar, no vuelven
a las noches con fiebre, tan abrazadas
que se vencían a sí mismas.
En una celda contigua
se visitan de cuando en cuando.

A Alberto Szpunberg



En “El emperrado corazón amora”, Seix Barral, Planeta, 2011.

Juan Gelman, Buenos Aires, 1930
.

sábado, 4 de junio de 2011

Juan Gelman – Una casa vacía llamada Heine


HEINE


De la desesperación se hace
la esperanza que viene, poeta
en ataúd temprano. Supiste que
en las nubes hay fuego, poemas
que sirven para cartuchos de café.
El no mundo penetra
las arenas y arcillas de la voz,
el sueño que entra pulido
con su salvaje no saber.
Cavaste instantes desde sábanas
dolidas, calles
iban al porvenir que
tiene una casa vacía
llamada Heine.


En “El emperrado corazón amora”, Seix Barral, Planeta, 2011.

Juan Gelman, Buenos Aires, 1930
.

viernes, 3 de junio de 2011

Juan Gelman – El agua oscura que lleva tu nombre



DIVERGENCIAS


Una palabra cualquiera
no es una palabra cualquiera,
no se parece al cuerpo que la dijo,
no tiene manos, ni pies, ni amora
como un mortal. Lo que nombra
tiene mares que llevan lejos.
A su casa todos pueden entrar
y su tiempo no cesa
en cada boca. Espera
viajes por el agua oscura que
lleva tu nombre.


En “El emperrado corazón amora”, Seix Barral, Planeta, 2011.

Juan Gelman, Buenos Aires, 1930
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Roberto Santoro – Si mi poesía no sirve para cambiar la sociedad, no sirve para nada



No sólo escribía, también editaba carpetas de poesía. Hugo Ditaranto esperaba ver impresa la suya cuando Santoro fue secuestrado. El autor de esta nota cuenta cómo, 30 años después, se encontró la edición que se creía perdida.

Roberto Santoro (1939) fue poeta, fue hombre de andar con ideales y escritura en su carpeta de vida, hasta que un grupo de tareas de la dictadura se lo llevó, el 1 de junio de 1977, de la escuela donde era preceptor. El poeta, desde 1971, era el hacedor de la editorial Papeles de Buenos Aires, y de su colección “La pluma y la palabra”. Su trabajo consistía en publicar, en carpetas, a distintos poetas. Carpetas simples de librería-papelería, abrochadas las solapas para que contuvieran las doce hojitas sueltas con los poemas e ilustraciones, al frente, título y nombre del autor en letra de molde. Santoro encarpetó en esa colección a poetas como: Raúl González Tuñón, Humberto Costantini, Antonio Requeni, Federico Moreyra, Antonio Aliberti, Néstor Groppa, Luis Franco, Álvaro Yunque, Elías Castelnuovo, Luis Luchi, César López Ocón. El mismo Santoro tuvo la suya. En la declaración jurada de No negociable anotó: “Si mi poesía no ayuda a cambiar la sociedad / no sirve para nada.” Allí incluyó “El gran bonete”: “a mi país se le han perdido muchos habitantes / y dice que algún cuerpo de ejército los tiene / yo señor? / sí señor / no señor / pues entonces quién los tiene? / la policía / yo señor? / sí señor / no señor / pues entonces quién los tiene? / la cámara del terror / yo señor? / sí señor / no señor / pues entonces quién los tiene? / los organismos parapoliciales / yo señor? / sí señor / no señor / pues entonces quién los tiene? / pues entonces quién los tiene? / pues entonces quién los tiene?.” La primera carpeta perteneció al poeta chileno Mahfud Massis y la última, la número 38, a Hugo Ditaranto (1930), autor de libros como: Agropenario, A pesar de todo, Cal y sombra, Los procesos, La mandrágora alucinada.

La carpeta 38 tiene una historia aparte. Ditaranto insistía con sus poemas. Se encontró con Santoro en el Bar Ramos. Le encantaban las carpetas y ofrecía al editor su material: “Decime, turro, cuándo me vas a editar los poemas”, encaró el poeta; Santoro contestó: “Vos siempre con esos poemas de amor”, Ditaranto está casi seguro que respondió de esa manera, dado que siempre le decía lo mismo. El editor tomó los poemas, leyó, y le dijo a Ditaranto que se los dejara. Fue la última vez que se vieron.

Ocurrió que en un día de junio o julio de 2005, Dolores Santoro, la mujer del poeta, llegó hasta el departamento de la calle Formosa donde vivía Ditaranto. El poeta estaba con un amigo, que a partir de ese instante pasó a ser testigo asombrado.

Dolores Santoro recordó la noche en que la hermana del poeta, que trabajaba en el mismo lugar que él, la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 25 Fray Luis Beltrán, llegó tarde en la noche y se encerraron en el baño: “Se lo llevaron”, le dijo a resguardo, para que Paula, de diez años, no se enterara. Dolores recordó que le dijo a Paula que el papá había viajado a Rosario; pasaron dos semanas, hasta que un día, en un café cercano a Callao y Córdoba, la mamá contó la verdad a la hija, y fue la hija la que intentó contener el llanto de la mamá. Dolores recordó que nadie fue a patear la puerta de la casa, que ella no tuvo problemas, y que más de una vez no supo qué hacer. Quemó papeles, no recuerda qué exactamente: sí está segura de los tres cuadernos “Gloria” donde Roberto había anotado comentarios sobre noticias que escuchaba o leía mientras estuvo a resguardo. La biblioteca de Roberto estaba en la casa de la madre, el lugar al que Dolores y Roberto fueron a vivir: “En una piecita que tenían arriba, vivimos ahí hasta que nos mudamos a la vuelta.” Los papeles del poeta quedaron en la casa de la madre, y los papeles de los habeas corpus en los cajones de la casa de Dolores. Santoro había escrito: “pero si un día se llega a volar porque fallamos / si se escapa esta rabia que llamamos esperanza / si un día se va / yo crucifico al amor / y después de enterrar a mis hermanos / me voy con el tranvía de la muerte / a clausurar mi corazón en una plaza”.

Dolores explicó que llevaba un tiempo acomodando papeles, y que en un momento llegó hasta el techo del placard que estaba en la habitación donde había vivido con Roberto en casa de sus padres. Allí encontró una carpeta sin armar, la número 38. Ditaranto miraba azorado. El testigo apuntaba la mirada a la bolsita plástica que temblaba: de ella emergió Una razón suficiente, de Hugo Ditaranto. El poeta fue voz quebrada y llanto, fue memoria viva, nunca volvió a ver a Santoro, y nunca llegó a ver la carpeta. Casi 30 años después, la vida hinchaba pulmones, y quien ahora escribe, el testigo, agradece la oportunidad de contar.

Por Edgardo Lois. En “Tiempo Argentino”, Viernes 3 de Junio de 2011.

Juan José Saer – Una brisa fresca bastante intensa



A diferencia de la primera vez, me acerqué al río en el atardecer, y de nuevo tuve la sensación de estar, no en la orilla, sino en el interior de un inmenso círculo de agua. La superficie incolora de la primera vez se había transformado en una sustancia pesada y llena de accidentes, en la que la tonalidad beige amarillenta, casi dorada, combinándose con el reflejo entre rosa y violeta del cielo, le daba a la enorme masa líquida una apariencia tornasolada, inestable, donde ningún matiz predominaba mucho tiempo. Y como, también a diferencia de la primera vez, soplaba una brisa fresca bastante intensa, el espejo inmóvil de dos meses era ahora a mi alrededor un abismo turbulento.


En “El río sin orillas”, Seix Barral, 2010.
Juan José Saer (Serodino, Santa Fe, 1937 – París, 2005).

jueves, 2 de junio de 2011

Leopoldo Marechal (1900-1970) y la mejor manera de permanecer peinado


LA MEJOR MANERA DE PERMANECER PEINADO



"¿Saben ustedes que durante una tormenta el león da la cara al viento para que su pelambre no se desordene? Yo hago lo mismo: doy la cara a todos los problemas: es la mejor manera de permanecer peinado."


Leopoldo Marechal. Buenos Aires, 11 de junio de 1900 - 26 de junio de 1970.