miércoles, 31 de agosto de 2011

Rodolfo Alonso – Cuando todo se olvide que no cese el Limay



A LA LUZ DEL LIMAY


Cuando nada nos queda
cuando tanto nos falla

En la pura memoria
relumbra el río Limay

Se aparece de pronto
la serpiente turquesa

Y los ojos se lavan
en la luz del Limay

Sol de la Patagonia
que acaso no podemos

No todo está perdido
luce lumbre el Limay

Entre las pardas cuestas
derrama su esplendor

Sereno indiferente
se nos vuelve el Limay

Con su belleza arisca
pueden contar con él

Distante en apariencia
nadie olvida al Limay

Lima lento y alivia
los vislumbres que alumbra

De todo se hace cargo
libre y largo el Limay

Como la áspera tierra
y el cielo ilimitado

El Limay se regala
sin pensarlo dos veces

No es que nos pertenezca
se hace amigo si quiere

Libre luz del Limay
limando nuestros límites

Él guapea creciendo
suelto en nuestro recuerdo

No es para deshacernos
que nos llama el Limay

Porque a nada se achica
obliga a ser nobleza

Lame lomas sin límite
la luna en el Limay

No es prenda ni es comercio
ni vil chafalonía

Es amistad de orgullo
la que ofrece el Limay

Una cosa de hombres
una cosa de dioses

Cuando todo se olvide
que no cese el Limay


En “Poemas pendientes” con prólogo del poeta brasileño Lêdo Ivo, Alción Editora, Córdoba, 2010. Está por aparecer una reedición en México (Editorial de la Universidad Veracruzana, Xalapa, 2011).

Rodolfo Alonso, Buenos Aires, 1934.

El Rio Limay sirve de límite natural entre las provincia de Río Negro y Neuquén.
Fuente: National Aeronautics and Space Administration - NASA/JPL/NIMA
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