martes, 30 de noviembre de 2010

Carlos Aprea – Poema II


Fragmento del poema II del libro “La camisa hawaiana”.


Libros de la talita dorada / Colección Tatuaje en el viento presenta “La camisa hawaiana” libro de poemas de Carlos Aprea. El encuentro es el miércoles 1 de diciembre a las 19:30 en la Asociación Judicial Bonaerense, calle 50 entre 9 y 10 de La Plata. Participan: Julián Axat, Lalo Painceira, José María Pallaoro y el autor. Lectura de poemas y vinito de honoris causa. Los esperamos.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Carlos Aprea – Poema IX


Fragmento del poema IX del libro “La camisa hawaiana”.


Libros de la talita dorada / Colección Tatuaje en el viento presenta “La camisa hawaiana” libro de poemas de Carlos Aprea. El encuentro es el miércoles 1 de diciembre a las 19:30 en la Asociación Judicial Bonaerense, calle 50 entre 9 y 10 de La Plata. Participan: Julián Axat, Lalo Painceira, José María Pallaoro y el autor. Lectura de poemas y vinito de honoris causa. Los esperamos.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Carlos Aprea – Poema XVI


Fragmento del poema XVI del libro “La camisa hawaiana”.

Libros de la talita dorada / Colección Tatuaje en el viento presenta “La camisa hawaiana” libro de poemas de Carlos Aprea. El encuentro es el miércoles 1 de diciembre a las 19:30 en la Asociación Judicial Bonaerense, calle 50 entre 9 y 10 de La Plata. Participan: Julián Axat, Lalo Painceira, José María Pallaoro y el autor. Lectura de poemas y vinito de honoris causa. Los esperamos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Gustavo Santaolalla – Bailo en cornisas, lo que tengo doy




UN POQUITO DE TU AMOR

Me pinto caras,
juego al león.
Por un poquito de tu amor.

Muestro la herida,
suelto la voz.
Por un poquito de tu amor.

Y sólo dame un poco más...

Síndrome de abstinencia
tu esencia me da,
si no hay una dosis más.

Bailo en cornisas,
lo que tengo doy.
Por un poquito de tu amor.

Me vuelvo tonto,
me subo al sol.
Por un poquito de tu amor.

Y dame mucho, mucho más...

Síndrome de abstinencia
tu esencia me da,
si no hay una dosis,
si no hay otra dosis.

Si no hay un poquito más.


De GAS, 1995.
Letra y Música: Gustavo Santaolalla

Gustavo Alfredo Santaolalla nació en la localidad del Palomar, Buenos Aires, el 19 de agosto de 1951. Compositor, músico, productor musical y maestro.
Foto: Santaolalla y Jmp 




miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mariano Dubin – A la sazón de un Dios tuerto



23.

Pasmosa
plétora de lo azaroso y hediondo
la noche
se abre
a la sazón de un Dios tuerto
entre el fin y lo discreto
entre el ayer y el nunca
las dudas y el vino
entre la muerte y las desidias
y todo lo que ya no es hoy
y no es eterno.



En “Con los pasos de la mala vida”, La Plata, 2006.

Mariano Dubin nació en La Plata el 27 de febrero de 1983.
Foto: Dubin en FB.

Mariano Dubin – Sí, tiene los huevos bien puestos



5.

Rueda y cae,
lo veo erguirse tal un Lázaro orillero…

Sí, tiene los huevos bien puestos,
su cabeza se abre crispada
el pavimento la martilla erosionada,
la liman las limas de todos los tiempos.

Se levanta y golpea,
está solo,
la sangre elabora las dudas postreras.
Golpean, se arrincona,
no cae: ¡No lo creas!

Cierro los ojos
cuando los abro
estoy donde estoy,
ruedo y caigo.


En “Con los pasos de la mala vida”, La Plata, 2006.

Mariano Dubin nació en La Plata el 27 de febrero de 1983.
Foto: Jmp, detalle de tapa, con destellos en la luz de… dios.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Leopoldo Castilla – Canción




En el desierto
tuve una mujer
no me deja el desierto
volverla a ver



En “El arcángel”, Catálogos, 2007
Leopoldo “Teuco” Castilla nació en 1947 en Salta.
Foto: Jmp, San Lorenzo, Santa Fe, 9.10.10.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Ana Emilia Lahitte – Una mujer avanza desnuda


AUTORRETRATO

Me miro en el espejo.


Una mujer avanza
desnuda,
sin heridas aparentes.
Es una hembra espléndida
en épocas de celo,
tal vez.
Pero ya muerta.



En carne y sombra altiva
despoja sus silencios.
En silencio,
un idioma de albatros
la sustenta.


Se yergue luego
intacta

con dignidad de hiedra.
Y aferrada a sus muros
de lumbre y soledades,
espera.



En “El tiempo, ese desierto demasiado extendido”, Hojas y Cuadernos de Sudestada, 1993.

Ana Emilia Lahitte nació en La Plata el 19 de diciembre de 1921.
Foto: Jmp

Ana Emilia Lahitte – El ritmo del sol o el arco iris


LAS LARGAS AMISTADES

Las largas amistades.
Las amistades densas, trabajadas
como el cuero y la roca.
Con lentitud.
Asiduas o distantes.
Con pausas de violencia
o mansedumbre elemental.

Importa

esa extraña lealtad
las limpia cepa
de moderada luz.
La fe certera.
Y esa forma de amor apaciguado
que busca perdurar
y lo consigue.


Pocas veces abarcan el tiempo
que la vida
concede a nuestra sombra
para abarcar
el mundo.
Pero las amistades fundadas,
verdaderas,
atraviesan la muerte con natural
certeza,
sin dudar que los rostros
los nombres, las edades
que fueron avanzando, desvastando,
no tienen validez
en la serena continuidad
de puente
–a veces sumergido–

que las profundas, largas amistades
extienden con el ritmo
del sol
o el arco iris.


En “El tiempo, ese desierto demasiado extendido”, Hojas y Cuadernos de Sudestada, 1993.

Ana Emilia Lahitte nació en La Plata el 19 de diciembre de 1921.
Foto: Jmp

viernes, 19 de noviembre de 2010

Aurora Venturini – La Plata mon amour



ENCUENTRO CON FRANÇOIS VILLON

Si bebo el agua sufro sed intensa
ciñe mi sangre el fuego, y siento frío
y oigo crujir mis dientes rechinantes,
vivo en mi tierra y soy un desterrado.
Junto a la lumbre ardiente estoy helado,
ostento rica saya y voy desnudo;
río de acongojado y hondo llanto,
desesperado aguardo la esperanza,
el decaimiento me halla levantado
y la tristeza alegre sin motivo.

Versión de AV del poema de F. Villon.
En “La Plata mon amour”, Ediciones Pueblo Entero, 1974.


Aurora Venturini nació en La Plata 
el 20 de diciembre de 1921. Poeta y narradora.
Foto: Jmp

Jorge Zanzio – Apología de la especulación comercial de un poeta ignoto



APOLOGÍA DE LA ESPECULACIÓN COMERCIAL DE UN POETA IGNOTO

Algunos poetas piensan o dicen que piensan que, el arte de la palabra debe estar supeditado al mundo de las pequeñas editoriales, y no al universo de aquellas que editan sin importar la calidad del autor, sino que están sujetas el depósito bancario que las habilite en su subsistencia mercantilista (ni tampoco es señal de buen arte andar por los márgenes). En parte es verdad, y en parte también es verdad que muchas de las ignotas editoriales, y cuando digo muchas no estoy diciendo todas, gravitan como tristes fantasmas, alimentando el rencor y la furia por no haber podido traspasar el umbral del círculo de amistad y familia. Aquellos que hemos asistido alguna vez a la presentación de un libro erigido con mucho esfuerzo, bien sabemos que, no suelen asistir caras nuevas; estas se repiten, se repiten los bostezos, se repiten los aplausos y los brindis. Claro, nada de esto está mal y no hay por qué juzgar el rito, pero si hay que ponerse en la piel de aquellos que eligieron publicar sus obras en editoriales más abarcativas, más comerciales y menos selectivas, a cambio de un mejor costo monetario. Esta elección, a veces nada más nos garantiza una diferencia, repito, comercial, que no es poco para los tiempos que corren. Estos mismos poetas, que a veces discriminan, que suelen adherir a una política editorialista de barricada, de “elite” cultural, seguramente, a principio de mes, cuando cobran el sueldo propiciado en su mayoría por otras tareas no vinculadas al oficio de poeta, no realizan la gran compra en el comercio de la esquina de su casa, atendido por don Mengano, o fulano de tal, etc, etc… todo lo contrario, sus gastos mayoritarios se realizan en aquellos elefantes paridos por las multinacionales, como por ejemplo: Wal-Mart, y es comprensible, y lamentable, pero hoy los sueldos magros nos invitan a especular tanto para nuestro alimento (lo urgente), como para la poesía (lo importante). En definitiva, a la larga, el buen poeta brillará y perdurará en cualquier soporte, más haya de cualquier hipocresía.

Jorge Zanzio nació en La Plata en 1966. Poeta, videasta y dramatugo. Su último libro es “Desde el jardín”, Editorial Dunken, agosto 2010.

martes, 16 de noviembre de 2010

Carlos Kuraiem – Dejé mi calle atrás


DEJÉ MI CALLE ATRÁS...

Dejé
mi calle
atrás,
atrás,
mi espalda;
un recuerdo
atrás.

Un sol, soldado, en mi ventana.
Un árbol de sombras.
Una vecina limpiadora de veredas.
Y un cartel a los familiares que decía:

El poeta salió a pelear la realidad.


SOLO UN POETA

No cargo las armas.
No cargo la guerra.
No cargo la sangre.

Aunque la sangre me mate.

No sé manejar un coche,
menos un arma.
No sé manejar un hijo,
menos una guerra.

No sé manejarme en la sangre
que agonizo en estas líneas.

No vestiré el uniforme.
Ni un fusil.
Ni una sola bala.

La perdería por el bolsillo agujereado
del único pantalón que tengo.

Y no perdonarían mi torpeza.
No me dejarían explicarles que soy poeta.
Que sí visto mi tierra
me la pongo encima
me la tomo con el agua
que extraigo de ella,
me meto en ella y ya no salgo.

Y menos comprenderían si les digo:
Les cambio un poema por su guerra,
la más hermosa de mis partituras por sus armas,
toda mi obra, si es que vale,
porque no mueran los hijos.

No disparen.
No cargo la violencia.
No cargo con esta guerra.
No cargo contra el ser humano.

Aunque su locura me hiera.
Que solo me siento hoy,
sólo un poeta.


QUE LOS TENGO A MIS PIES

Que los tengo a mis pies.
Que me pisan los pies.
Que no me llegan a los pies.

Que sí llegan a mis pies?
Que se apoderan de mis pies?
Que me sacan el zapato
y me cortan los dedos con sus bayonetas?

Que pisan la tierra que piso?

Que los piso a ellos!
Que mis pies no se dejan!

Que mis pies se afirman en este suelo.
desde aquí me crecen
y se clavan como un mástil.

No, no... mis pies no corren por mis piernas,
yo no corro por mis pies.

Que tienen los pies más grandes
y no les alcanza ninguna medida?

Que viven probándose los zapatos de los demás?
Que todos los números son de ellos?
Que se prueban mis zapatos?

Que este zapato no se deja
sepan!

Que este pie no se deja
sepan!

Que este pie no se deja,
que patea si se acercan,
que no se acerquen.

Que camina por la medida de su horma,
y abarca la costura de su tierra.

Que patea donde más les duele.
Que pisan la tierra que piso?
Que los
piso!

Poemas del libro “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”. Selección especial para Aromito de José María Pallaoro.

Carlos Kuraiem nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1956. Músico y poeta.
Imagen: Detalle de tapa de “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”.

Carlos Kuraiem – El poeta creyó que era otoño


EL POETA CREYÓ

El poeta creyó que era otoño.

Al ver caer a los hombres,
que confundió con hojas
que caían desde sus armas.

Que confundió con ramas
que se acostaban sobre la tierra.

Que el poeta creyó un patio.

Y la sangre que goteaba de los cuerpos?

Con la lluvia que caía
sobre su ventana
que era un cielo
que el poeta
confundió
en sus hojas, el otoño.


MI ABUELO DECÍA

Mi abuelo, decía:

Que en un tiempo,
en un lugar,
unos hombres.

Y yo trataba de explicarle:

Que no hay tiempo,
ni éste es lugar para cuentos,
y que esos hombres están aquí.

Pero él, me seguía contando.

Que esos hombres cargaban armas,
que llegaron con malas intenciones
a matarle los hermanos.

Yo lo quise cortar diciéndole:

Que hay que irse,
que esos hombres vuelven.
No me entiende, abuelo?

Y el continuaba:

Que a la abuela gallega,,
a los vecinos y a sus hijos,
esos hombres, los mataron!

No siga, abuelo.
Quise secarle las lágrimas y él...

Después nos embarcamos
dejando la casa, la tierra…

Eso mismo, abuelo, hay que irse.
¿No oye los estruendos?

-¿Qué ruidos son esos, hijo?

Los de la guerra, abuelo.

¿La guerra...? La guerra.
había terminado entonces,
al poco tiempo que inmigramos.

¡Eso mismo abuelo, hay que emigrar
de nuevo! Esta es otra guerra,
¿me entiende, o no?

Sí, sí, los Moros, otra vez.

No, no son los Moros, abuelo.
¡Son los Ingleses!

¡Que nos devuelvan Gibraltar,
esos usurpadores!

¡Que estamos en Argentina, abuelo,
no en España!

¿Y qué quieren?

¡Quieren las Malvinas, abuelo!

Pero las Malvinas.
¿No son Argentinas?


ACABEMOS DE UNA VEZ CON ESTA GUERRA

rodeas mi cuerpo y algo mío invade el tuyo
(no hay gente en la casa)
abarcas mi tamaño
(no hay vecinos para observarnos)
damos vueltas
(vibrando está la cama al vuelo de los aviones)
te amo
(afuera estallan granadas)
te amo
(afuera la guerra no acaba)
te cubro con mis besos
(afuera gime un niño)
pedís un niño adentro
(manchas de sangre empañan los vidrios de las ventanas)
y nosotros haciendo el amor
(el pueblo está de guerra en la frontera)
aquí nada nos falta
todo nos sobra

acabemos de una vez con esta guerra.

Poemas del libro “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”. Selección especial para Aromito de José María Pallaoro.

Carlos Kuraiem nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1956. Músico y poeta.
Imagen: Detalle de tapa de “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”.

Carlos Kuraiem – Llevo un trabajador en cada bolsillo


PRESAGIOS DE GUERRA

Llevo un trabajador en cada bolsillo,
será por eso
que nunca me alcanza nada,
que me mueren los poemas como sueños,
y viajo con los brazos en alto
en los colectivos repletos.

Y muero anónimo
envejecido de versos.
Siendo un poeta tan nuevo.

Soporto una lucha diaria
en cada paso que avanzo.

Quizás sea eso,
que los días me terminan
sin yo nunca terminar las horas.

Que me mueren los meses, los años,
las décadas, de tanto esperarlos
se me caen los brazos
y me cuesta un siglo y medio
volver a levantarlos.

Un siglo de poeta
y medio, postergado.

Cargo mis dilemas en este poema abierto,
como una mano abierta,
un cachetazo a mí mismo,
como un verso guacho duele.

Sólo tengo este tiempo
para expresarme,
y puedo verlo,
y veo con los ojos de mi tiempo.

Veo que hoy la patria
reclama al obrero
que ayer fue golpeado
en una manifestación imaginaria

Qué no hace uno por su tierra
qué no aguanta uno por ella
qué no entrega
qué no llora
qué no deja.

Es de verse como todos se ofrecen,
sin reservas marcha el hijo,
el padre, la madre,
y yo,
me alisto con ellos.

Sólo pesarán los hijos vivos
en las conciencias.
Me elegirán a mí
para hacer el inventario de sus hijos muertos?

Y yo les diré de consuelo:

Que también los estudiantes
mueren jóvenes.
Que el obrero no se alcanza
a sí mismo.
Que los poetas en esta tierra
mueren apenas nacen.

Y será por eso, decía,
que esta guerra es una llaga,
que hay un invasor que invade
adentro y otro invade
desde afuera
y a ninguno de ellos
les doy crédito.

Y será por eso, diré siempre!

Que no me dura el poeta,
ni un poema, ni unas sílabas;
ni una sola letra tomada a préstamo.

Y me rechaza el sueño.

Que ahora veo a mi pueblo en armas!
que veo presagios de guerra!
Y el sol sólo me dura un día.
Y ya no veo a mi tierra.

AQUÍ, AQUÍ TODO QUEDA

Hoy no soy
ni poeta del pueblo
ni músico de mi pueblo.

Hoy soy
de mi tierra entera.

Y si ella me muere,
y si me llegara a morir.

Aquí,
aquí todo queda.


Poemas del libro “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”. Selección especial para Aromito de José María Pallaoro.

Carlos Kuraiem nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1956. Músico y poeta.

Imagen: Detalle de tapa de “Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982”.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Raúl Gustavo Aguirre – La sombra


LA SOMBRA

Solamente este olor a pólvora desgarrada, aquí, en la mano donde tu comías, pajarito triste, inventor del mundo.


En “Antología”, Monte Ávila Editores, Venezuela, 1978

Raúl Gustavo Aguirre (Buenos Aires, 2 de enero de 1927 - 18 de enero de 1983).

Foto: Jmp

domingo, 14 de noviembre de 2010

Carlos Polimeni - La vida de Joaquín Areta, el autor del poema que Kirchner seguirá leyendo siempre


Un video del ex presidente haciendo propio un texto de un desaparecido, durante la Feria del Libro 2005, generó una emoción importante a millones de argentinos, luego de su muerte. Esta nota cuenta la historia del autor del poema, un militante secuestrado por una patota de la ESMA en 1978, cuando tenía apenas 22 años.

Aclaró que su fuerte no era la lectura y tosió. Luego leyó, con más vergüenza que emoción. Era un momento intenso, pero pasó rápido. En el año 2005, el por entonces presidente Néstor Kirchner eligió leer un poema de un joven desaparecido al participar en la Feria del Libro de la presentación de una obra simbólica.

ESTE POEMA ES PARA USTEDES, COMPAÑEROS

Este poema es para ustedes, compañeros.
los que empuñaron la bandera,
los que gritaron su esperanza,
los que avanzaron y cayeron.
Este poema los recuerda a todos.
a todos los que sumaron,
a todos los que dejaron
una huella, una obligación.
Este poema es para todos,
los que resistieron hasta el último minuto
sin dar treguas ni victorias al enemigo,
los que comprendían más o menos
y al morir se llevaron su contradicción,
los confundidos o los equivocados
a quienes no se les perdonó haber sido
los inocentes; los miles de inocentes
que arrastró la furia irracional.
En cada letra de este poema,
quiero que estén presentes todos
para que quien lo lea
vea el rostro sufriente y heroico
de nuestra hermosa revolución
Y desde allí, desde sus tumbas,
sigan construyendo
porque su ejemplo da ganas,
su sacrificio abre ojos,
su coraje arma brazos
y sus errores evitan otros.
A todos, todos, este poema
los recuerda compañeros.

En "Siempre tu palabra cerca", Libros de la talita dorada, colección "Los detectives salvajes", 2010

Leer en Miradas Al Sur, de hoy, domingo 14 de noviembre de 2010
Néstor leyó el poema de Joaquín Areta de “Palabra viva. Textos de escritoras y escritores desaparecidos y víctimas del terrorismo de Estado. Argentina 1974-1983.” SEA (Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina). Buenos Aires, Argentina, 2005.

Daniel Freidemberg – Lo abierto: una poética


LO ABIERTO: UNA POÉTICA

Todo está abierto en Argentina a partir de la muerte de Néstor Kirchner, pero hay diferentes modos en los que un “todo” puede quedar abierto. No es a la gozosamente preocupada manera en que lo anuncian los consabidos editorialistas y opineitors del sentido común interesado, que asistimos a la inesperada apertura de un nuevo horizonte argentino: está abierto a la manera de Néstor Kirchner. Hay un enigma bullente, palpitante, ruidoso, una emergencia imposible de encuadrar, y ese enigma convoca, aunque no se sepa bien qué es, y entre otras cosas convoca porque no se sabe, porque lo que se puede saber tiene el resplandor del preanuncio de un “mucho más” por lograr, y porque también entre lo que se sabe está la evidencia, poderosa, de una pasión que empuja hacia la acción que haga de su propio despliegue la respuesta, inédita seguramente. Si es cierto que, como se ha dicho, a la muerte del hombre sucedió el nacimiento del mito, la figura que sostiene ese mito habla ante todo de desafío, es un llamado a pensar lo impensado, o ir haciéndolo. Lo impensable, incluso, según los modos asentados del pensar.
Leer texto completo en Página/12 de hoy, domingo 14 de noviembre de 2010

Nicolás Casullo – El hombre que venía




EL HOMBRE QUE VENÍA

El politólogo Nicolás Casullo escribió esta nota en mayo de 2002, un año antes de que Néstor Kirchner llegara a la presidencia y antes incluso de que fuera realmente un candidato. El notable texto pinta el personaje que el gobernador patagónico podría llegar a ser y en muchos aspectos realmente fue.

     Néstor Kirchner representa la nueva versión de un espacio tan legendario y trágico como equívoco en la Argentina: la izquierda peronista. En su rostro anguloso, en su aire desorientado como si hubiese olvidado algo en la mesa del bar, Kirchner busca resucitar esa izquierda sobre la castigada piel de un peronismo casi concluido después del saqueo ideológico, cultural y ético menemista. Convocatoria kirchneriana por lo tanto a los espíritus errantes de una vieja ala progresista que hace mucho tiempo pensaba hazañas nacionales y populares de corte mayor.
     Revolotean escuálidos los fantasmas de antiguas Evitas, CGT Framinista, caños de la resistencia, Ongaro, la gloriosa JP, la Tendencia, los comandos de la liberación, ahora sólo eso, voces en la casa vacía. Por eso un Néstor Kirchner patagónico, atildado en su impermeable, con algo de abogado bacán casado con la más linda del pueblo, debe lidiar con la peor (que no es ella, inteligente, dura, a veces simpática) sino recomponer, actualizar y modernizar el recuerdo de un protagonismo de la izquierda peronista que en los ’70 se llenó de calles, revoluciones, fe en el General, pero también de violencia, sangre, pólvora, desatinos y muertes a raudales, y de la cual el propio justicialismo en todas sus instancias hegemónicas desde el ’76 en adelante, renegó, olvidó y dijo no conocer en los careos historiográficos. De ahí que en las nuevas generaciones de jóvenes de los últimos 20 años, las crecidas entre Luder y Menem, aquel “peronismo de izquierda” no dejó datos ni rastros: las nuevas generaciones medias no alcanzan a descifrar ese rótulo como algo digno de ser pensado. Por eso, como espacio histórico dramático y fallido, lo de Kirchner tiene el signo de la nobleza, del respeto a una generación vilipendiada con el mote de puro guerrillerismo. Es fiel a una memoria fuerte del país que ningún peronista “referente” se animó a aludir en la nueva democracia, y también signo de aquellos fatalismos. Larga es la lista de enemigos internos y externos de esa izquierda nacional en el movimiento desde 1953 hasta hoy: los “cobardes, entreguistas, traidores, claudicantes, negociadores, burócratas, mariscales de la derrota, antipueblo” y finalmente esa extraña y exitosa ecuación de modernización y renovación justicialista que desembocó en el menemismo-liberal que enamoró a todos los poderes reales en la Argentina. Lista de defecciones tan eterna y concreta que casi terminó siendo, desde 1955, la historia real del peronismo. La de sus defecciones.
     En esa temeraria pelea está inscripto hoy el santacruceño. Según muchos, Kirchner asume la responsabilidad de una pieza semiarqueológica: los militantes peronistas “setenteros”, ahora cincuentones, quienes viven la biografía del movimiento del ’45 como sentados en una estación abandonada y ventosa muy al sur del país por donde volver a pasar, aunque todavía no se note, ni se crea, ni se oiga, aquel verdadero tren de la historia que algún día podrá llenar de humo purificador la patria.
Sentados en el andén vacío y destartalado, como a una hora señalada, los del grupo toman mate, hacen muñequitos de madera con las navajas, parrillan corderitos en la estación sin nadie, miran de soslayo por si se acerca alguien, y achican los ojos cada tanto con las manos de visera en pos de un imaginario punto negro, lejano, que se vaya agrandando sobre las vías con su silbato anunciador. La cuestión es no dar demasiados datos de esa espera. Por eso Kirchner habla rápido, a veces medio desprolijo, o deambula confusamente entre cámaras de noticiero tratando de coincidir con la memoria de los mártires, con el subsuelo del tercer cordón ex industrial, o con una histérica cacerolera de Belgrano R. Porque en realidad está diciendo algo difícil, complejo, discutible, pero a lo mejor por eso profundamente cierto en cuanto a por cuál sendero se sale realmente de este entuerto, donde el país se desbarranca por la ladera, perdida toda idea de sí mismo, toda imagen nacional.
     Es posible que no sea candidato, o mejor dicho que no le alcance el envión entre los sueños solapados del presidente Duhalde, las encuestas optimistas de De la Sota, la coincidencia de los poderes con Reutemann, las infinitas “re-reelecciones” de Menem, el caradurismo simpático de Rodríguez Saá. Desgarbado, lungo, de palabra directa, está último en esa lista, cuando cada tanto viene del sur para exigir elecciones ya. Para decir que va por adentro o va por afuera pero no va a entrar en ninguna trenza. Lo converso con mis amigos y el 80 por ciento no lo ubica, lo semitienen en algún rincón de las imágenes del consciente pero no del todo. Les digo que es el fantasma de la tendencia que vuelve volando sobre los techos y sonríen como si les hablase de una película que no se va a estrenar nunca porque falta pagar el master.
     Si rompe con el peronismo corre el eterno peligro de quedarse solo, ser simple izquierda, ser no “negocio”. Si se queda adentro, ya nadie sabe en qué paraje en realidad se queda: corre el peligro de no darse cuenta un día que él tampoco existe.
     En ese maltrecho peronismo que vendió todas las almas por depósitos bancarios, Kirchner es otra cosa: insiste en dar cuenta de que ésta no fue toda la historia. Que hay una última narración escondida en los mares del sur.




José Pablo Feinmann – Argerich en Canal 7


MARTHA ARGERICH

Lo primero, lo que no se puede dejar de decir: felicitaciones sinceras a Canal 7. Ningún canal de aire habría pasado este programa. Porque aunque Martha Argerich es la gloria musical más grande que ha producido este país (sí, más que Carlitos, que la Negra Sosa, más que Charly, desde luego, y más que Barenboim, músico de gran talento, pero exacta expresión de eso que, en arte, todos saben: si no puedes ser monarca en una disciplina, sé príncipe en muchas) aquí no da rating, se la conoce –popularmente– poco. Este país sabe más de Mirtha Legrand y Susana Giménez que de Martha Argerich. Eso se debe a la política de los medios. Un periodista de infausta memoria, un mal tipo llamado Bernardo Neustadt, que todo lo que hizo en su vida lo hizo para el lado del Mal (problema dificultoso el del Mal, dónde está el Mal, dónde el Bien, no se sabe, pero yo y muchos sabemos algo: lugar en que haya estado Neustadt siempre estuvo el Mal; él solito, parándose en cualquier lugar, solucionaba este problema metafísico: ¿Dónde está Neustadt? ¡Allá, hablando con Massera, hablando con Menem, pidiendo junto a Grondona los tanques en la calle durante la hiperinflación, hablando con Alsogaray!; bueno, ya sabemos dónde está el Mal)…
Sigue en Página/12 de hoy, domingo 14 de noviembre de 2010

jueves, 11 de noviembre de 2010

Daniel Chirom – Edgar Bayley y la administración de la palabra poética



EL POETA DE POETAS

Fundador de la revista Arturo y hacedor insoslayable, la obra de Edgar Bayley marcó, al igual que la de su admirado Girondo, un antes y un después en más de una rama de la cultura argentina.

En el verano de 1944, el poeta Edgar Bayley fundó la revista Arturo, puntapié inicial de dos movimientos que renovaron radicalmente el arte argentino: Poesía Buenos Aires y Arte Concreto-Invención. El primero, dirigido por Raúl Gustavo Aguirre, decididamente cambió la faz de la poesía vernácula; el segundo significó un giro de 180 grados en la plástica nacional, su originalidad cruzó las fronteras y dio artistas como Tomás Maldonado (hermano de Bayley), Arden Quin, Martín Blasco, Gyula Kosice y Julio Le Parc. Tomando en cuenta la importancia de lo reseñado y la decisiva influencia que Bayley tuvo en ello, no resulta desmedido afirmar que su aporte a la cultura argentina es fundamental.

Alberto Vanasco afirmó que "que hay una poesía argentina anterior a Bayley y otra posterior a él". Esto significa lo insoslayable de su presencia en la lírica contemporánea argentina que, de una u otra manera, acusó su impulso renovador, tanto a través de sus escritos teóricos como de su poesía. Recapitulando sobre sus orígenes, Bayley escribió: "Desde hace algunos años se ha venido cumpliendo en nuestro país un proceso en el que me ha tocado participar en alguna medida. El propósito -se puede enunciar ahora brevemente en mérito a la perspectiva que da el tiempo- fue liberar a la inocencia y la fluidez poética a través de una sostenida inteligencia. Había que ir a la poesía con los ojos abiertos. Era preciso enfrentar el sueño con la mirada vigilante. Inscribirse en mérito de la propia voz en el proceso contemporáneo de la poesía y seguir adelante, sin temor a ninguno de los riesgos a que deliberadamente nos exponíamos y podían aniquilarnos... No pienso yo que hayamos superado todos los riesgos. Creo, sí, que el proceso ha desembocado en una conciencia y una conducta poéticas, que han posibilitado la conquista de una poesía de existencia indudable".

Raúl Gustavo Aguirre, quien llamaba a Bayley "poeta de poetas", afirmó que su "actitud estética, asentada en una lúcida e inquebrantable sinceridad, tiene un valor señero para la joven generación". A ello habría que añadir su férrea ética que le impidió tener la mínima claudicación y que es, a la postre, la causante de su poca difusión. Y esto no es poca cosa en tiempos de indigencia.


En Cuadernos Invención 2 (1945) Edgar Bayley escribió, a modo de manifiesto, lo que sería la piedra angular del credo invencioncita: "... Los actos vitales, como las obras de arte, en cuanto experiencias prácticas, no pueden ser reemplazados por ningún signo, pero el individualismo acostumbrado a actuar y sentir en función de la opinión ajena, acostumbrado a descubrir y establecer relaciones de cosa a significación en todo lo que lo rodea, incluso en su propia conducta, exige que la obra de arte constituya un signo. Es por ello, que todo el gran Arte Representativo ha estado fundado en la mística del individuo. Pero ese arte y esa mística que han tenido su apogeo, llegan ahora a su fin. Los valores de comunión substituyen a los valores de diferencia, y la INVENCIÓN CONCRETA al Arte Figurativo. Inventar objetos concretos de arte que participen de la vida cotidiana de los hombres, que coadyuvan en la tarea de establecer relaciones directas con las cosas que deseamos modificar: esa es la finalidad perseguida por el invencionismo. La distancia que media entre la expresión y la invención es la misma que existe entre la separación y la comunión. Separarse es pensar contradictoriamente, es seguir y concebir la vida como una dualidad. La separación exige la expresión, busca o presta a cada cosa una significación antojadiza que tiende a debilitar el poder del hombre sobre el mundo. La imaginación y la fantasía del hombre han sido de este modo rebajadas de rango. La obra poética que intenta guardar, todavía hoy, una relación con algo distinto a ella misma, es una poesía muy débil que constituye una repetición. Agotado el poder de la novedad, y por ende, el valor estético de la Obra Figurativa, ha correspondido al llamado Arte Abstracto o, mejor aún, Arte Concreto, librar desde principios de siglo la batalla por la invención. Muchas veces el Arte Viejo se llamó a sí mismo Arte Moderno. Pero en verdad, sólo han sido modernos los movimientos que se propusieron la construcción de realidades estéticas desprovistas de toda significación; los demás no han sido otra cosa que hijos tardíos del romanticismo. La fantasía y el hecho gratuito son adversarios del Nuevo Arte sólo en la medida en que lleguen a transformarse en simbólicos. Si carecen de toda significación o justificación, constituyen la alegría que conduce a la comunión; importan, de hecho, realidades incontrovertibles y autónomas, ajenas a todo propósito de disentimiento o afán de diferenciarse".

Cualquiera que dé una ojeada a la historia de la plástica argentina, se podrá dar cuenta de la influencia que tuvo el invencionismo sobre, por ejemplo, el Arte No Figurativo (Ernesto Deira, Noé, Marta Peluffo, etc.). Según Juan Jacobo Bajarlía (que junto con Bayley dirigió la revista Contemporánea, 1948), "el Invencionismo es un término provisorio que indica la toma de conciencia, por parte del poeta, de la invención como estructura específica de la obra de arte". La obra de arte cobra autonomía, su existencia está justificada por sí misma y no por lo que representa. No viene a reemplazar nada sino que instaura una nueva realidad. El hombre (el poeta) es un ser creador capaz de competir con la naturaleza, crea objetos que se insertan en ella y que pueden ser iguales, superiores o antagónicos. Ello basado en la relación dialéctica que existe entre el hombre y el mundo. Se podría decir que el invencionismo lleva a la poesía el materialismo histórico. Además, toma elementos del creacionismo del poeta chileno Vicente Huidobro. Éste agrega al concepto de creación el de la voluntad. La poesía es una forma de conocer al mundo, de dominarlo. La imagen es así un hecho directo de la voluntad y no una vinculación entre dos términos (metáfora).

Tres décadas después del manifiesto invencionista, Bayley dijo que no pretendió instaurar ningún movimiento: "Ningún dogma. Lo que alguna vez hemos distinguido con la palabra invencionismo constituye una incitación útil pero prescindidle. Hemos afirmado algunos principios necesarios, en nuestra opinión, para encauzar el proceso de nuestra poesía, pero no hemos perdido nunca de vista el plano densamente humano, la proximidad tanto geográfica como espiritual donde se elabora y concreta una poesía". Con esta declaración, el poeta intentó descartar toda iniciativa que tendiera a encorsetar en una determinada forma lo que iría en contra de los principios que pregonaba.

En su ensayo Realidad interna y función de la poesía (1952), Bayley plantea una interacción dialéctica entre “estado de alerta" y "estado de inocencia" en cuanto a la aparición y plasmación del poema. "Por un lado estaría el impulso inicial de la experiencia, el estado de inocencia, el 'soñar despierto', el recurso onírico, el sueño, el inconsciente, el 'porque sí' , el deseo, los recuerdos de la vida personal y colectiva; de allí surgiría el material para la experiencia poética; y en el otro polo, donde ese material sería recibido, por así decirlo, se produciría un principio de viabilización verbal de todo ello; es decir, surgirían algunas palabras, algunos conjuntos de palabras que guardarían una cierta correspondencia, muy sutil, casi mágica, si me es permitido utilizar esta expresión, con el material venido del otro polo. Aquí, en el polo de alerta, donde sería recibido el material 'en bruto' proveniente del polo de la inocencia, se produciría lo que podría llamarla 'administración de la palabra poética". Existe de este modo, una forzosidad en el decir de cada poeta en cuanto lo que dice sólo lo puede decir de esa manera. Si no es así, la experiencia poética ha sido fallida y el poema no funciona como tal.

Daniel Chirom (1955-2008)
En Revista Ilustrada de Poesía El Jabalí Nº 19 – 2009. Año XIV.
Foto: Jmp, detalle tapa revista El Jabalí 19.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Daniel Chirom – Edgar Bayley y la existencia del hombre


LA CLARIDAD

En Común (1949) es el primer libro de Bayley y el que refleja de forma ortodoxa el movimiento invencioncita. Los poemas poseen un lenguaje inventivo pero atado por una estricta vigilancia intelectual que, en algunos casos, les impide alcanzar vuelo lírico.

En 1961, bajo el título La vigilia y el viaje, edita su hasta entonces obra poética completa: En Común, La vigilia y el viaje y Ni razón ni palabra.

Este volumen, que es el fruto de 16 años de trabajo, muestra acabadamente su evolución poética. Los poemas, sin perder la vigilancia que supone el "estado de alerta", ganan en fluidez e inventiva y acceden a la plena existencia. Hay aquí textos memorables como "Es infinita esta riqueza abandonada", obra que se convertirá en una suerte de bandera para toda una generación. En "El poeta político", Bayley propone: “... es necesario intercambiar a la intemperie nuestras señales de reconocimiento con las cosas y con nuestros hermanos". César Fernández Moreno apunta que los poemas "presentan a primera vista el aspecto coherente y trabado del discurso lógico, para revelar de pronto que sus conjunciones, proposiciones y demás soportes gramaticales son algo así como una parodia en alto estilo del arte tradicional, bajo cuyo disfraz late una realidad sólo emocionalmente aceptable".

Entre 1963 y 1964 se publica la revista Zona de la Poesía Americana. Allí se nuclear poetas que siguen por la senda trazada por Bayley. Entre ellos podemos citar a Alberto Vanasco, Francisco Urondo, César Fernández Moreno, Miguel Brascó, Noé Jitrik y Ramiro de Casasbellas. De alguna manera, esta publicación es el fruto de la larga experiencia del autor de En Común ya que podemos hallar elementos del surrealismo, del invencionismo y del neoromanticismo, dando lugar a una poesía a la que se clasificó de "existencial".

En El Día (1969), según Daniel Freidemberg, Bayley realiza "la ruptura sintáctica de algunos textos" y pone en juego "la surreal jocosidad de ciertos poemas en prosa". Luego vendrá Celebraciones, que son poemas escritos entre 1968 y 1976 y que son incorporados a su Obra poética. La poesía de Bayley ha ganado un nuevo espacio, producto de la fusión de sus anteriores experiencias. Cada palabra es una obra poética y al encadenarse con las demás del poema, brindan un conjunto que sorprende no sólo en el nivel del sentido, sino también en el del fónico, aspecto al cual el poeta siempre le ha prestado especial atención. Si según Platón "descubrir es recordar", Bayley despliega ante el lector el mundo en su maravilla que, por obra de la gracia que vive en el poeta, vuelve a cobrar sentido o, si se lo prefiere, toma uno nuevo (hay que tener en consideración que en latín "descubrir" e "inventar" son sinónimos).

En Nuevos poemas (1981) el poeta nos sorprende con la enumeración de elementos de la vida cotidiana a los que otorga una nueva dimensión. Ejemplo admirable de ello es "La Sartén", un poema donde el lector descubrirá el asombro en aquello que realiza diariamente en forma mecánica, lo verá por primera vez como si nunca lo hubiese visto. Bayley propone "una mirada inocente" mediante la exposición casi "fotográfica" de los hechos y de los objetos.


Pero esta poesía está lejos del sencillismo. Su "frescura" proviene de un trabajo consciente con los elementos visuales, fónicos y con el poder revelador de la palabra. Estos elementos se profundizarán en Alguien llama (1983) donde, según Freidemberg, "sin hacer surrealismo, queda creado un espacio 'surreal', por ejemplo, cuando en "Un hombre trepa por las paredes y sube el cielo", lo absurdo -más exactamente lo desatinado- se hace natural por la presentación 'fotográfica' y sin énfasis de los hechos, un poco al estilo del mejor cine mudo. Otro poema ejemplificador de la altura alcanzada por el bardo es "La Claridad", donde logra conmover con su sencillez. Y es necesario volver a remarcar que aquí no hay que confundir esta palabra con simpleza. El vate, dueño de su lenguaje, logra trasmitir con "claridad" aquello que quiere decir. Esto sólo es posible cuando vida y obra se confunden en un mismo haz ("Claridad he querido para recorrer tantos sueños/ y glorias y poderes y dispersas situaciones y gentes y para estar en el aire sin ausentarme del fuego").

Párrafo aparte merece el personaje del Doctor Pi. Aquí Bayley despliega poesía y humor en historias que son protagonizadas por un personaje cuyo linaje entronca con el doctor Faustroll de Alfred Jarry y Pluma de Henri Michaux. Con su levitón, su sombrero de copa y su bastón, el doctor Pi transita por extrañas aventuras que no tienen principio o fin. Luego de leer cada historia, el lector se preguntará si el absurdo existía antes o después de la aparición de Pi. En el prólogo del libro, Enrique Molina afirma del doctor Pi que "sus motivaciones escapan a la miseria de lo inmediato, proceden tal vez de situaciones remotas, del ruido que hace una naranja al caer en la tierra, de cierta grieta que se alarga en un muro en el instante de derrumbarse. Su incoherencia pone en juicio nuestra lógica, hace sospechar una lógica más honda que se nos escapa ... ".

La poesía de Bayley afirma la existencia del hombre. Lejos de los gestos ampulosos, el suyo es un camino que se fue construyendo consciente de la responsabilidad que pesa sobre el poeta en nuestros días. Su voz es única y necesaria y abrió un camino, como el de su admirado Oliverio Girondo, por el cual aún transita la poesía argentina.


Daniel Chirom (1955-2008)
En Revista Ilustrada de Poesía El Jabalí Nº 19 – 2009. Año XIV.
Foto: Jmp, detalle tapa revista El Jabalí 19

martes, 9 de noviembre de 2010

La poesía es un niño que ríe


Presentación en La Plata de Si Hamlet duda, le daremos muerte.

La poesía es un niño que ríe


Algunas imágenes de la multitudinaria velada en Libros de la talita dorada.

Foto: Carlos Aprea. Archivo de la talita dorada.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Constantino Cavafis – Trata de asirlas, poeta


CUANDO SURJAN

Trata de asirlas, poeta, aunque no muchas
consigan retenerse:
esas visiones de tu amor.
Sitúalas, veladas, en tus frases.
Trata de mantenerlas, poeta, cuando
surjan en tu cerebro: a medianoche
o en el tremor del día.

1916

Constantino Cavafis (Alejandría, 1863-1933). En: “Cavafis, 75 poemas”, versión, prólogo y notas de Lázaro Santana, Visor, Madrid, España, 1976.
Foto: Jmp, detalle tapa

Constantino Cavafis – Dormita ahora en el sofá


VINO CON INTENCIÓN DE LEER

Vino con intención de leer. Dos o tres libros
están abiertos: poetas e historiadores.
Había leído apenas diez minutos
cuando los dejó a un lado. Dormita ahora
en el sofá. Es un gran aficionado
a los libros; mas, tiene
veintitrés años, y es muy hermoso,
y el amor, esta tarde, atravesó
su carne ideal, sus labios.
A través de su carne, que es la total belleza,
pasó la fiebre del amor. Sin
que él sintiera un ridículo pudor
por la manera de su goce.

1924

Constantino Cavafis (Alejandría, 1863-1933). En: “Cavafis, 75 poemas”, versión, prólogo y notas de Lázaro Santana, Visor, Madrid, España, 1976.
Foto: Jmp, detalle tapa

EL JABALI 19 revista ilustrada de poesía


EL JABALI DIECINUEVE


SUMARIO
Nota del Consejo de Redacción
Raúl Gustavo Aguirre
La música de Nietzsche,
por Sebastián Riestra
Li Po: cinco poemas.
Traducción del chino por Fernán Alayza
y Ricardo Silva- Santisteban
Carlos Mastronardi /Noé Jitrik:
Una polémica de 1964
Recuerdos de Rafael Alberti
y María Teresa León, por Antonio Requeni
Tierra de nadie, tierra de poesía.
Acerca de una obra de Harold Pinter, por Daniel Chirom
Nueva poesía argentina
Valeria Meiller; Romina Freschi; María Julia Magistratti;
Ezequiel Ambrustolo; Federico Martín Juega Sicardi.
Poesía Belga
André Schmitz; André Doms; Francis Chenot; Rio di Maria
Marc Dugardin; Mimy Kinet; Yves Namur; Véronique Wautier
Eric Brogniet; Pierre Schroven; Paul Mathieu; Véronique Daine
Serge Delaive; Cathy Leyder
Poesía de Canadá
Anne Hébert
T.S. Eliot: A 120 años de su nacimiento:
Un conservador de vanguardia
por Daniel Chirom
El poeta y su lector
por José Javier Villarreal
Groucho y Tom, cartas
Gatos, de Old Possum’s Book of Practical Cats
por Delia Pasini
BULULÚ.

FÉNIX poesía ~ crítica 24


FÉNIX
poesía ~ crítica
24

Córdoba, Argentina
Director: Pablo Anadón

SUMARIO
Palabra en el tiempo
Pablo Anadón
Nuevas aproximaciones a la traducción
de poesía en la Argentina

Poesía
Beatriz Vignoli
Claudia Masin
Escrituras
Nicolás Magaril
El gran teatro del mundo
La traducción poética
Alejandro Bekes
On Melancholy
con versiones de poemas de Petrarca, Camões, Sannazaro, Shakespeare, Keats, Leopardi, Nerval, Verlaine, Samain, Mallarmé, Rilke
Piedra de toque
Crítica sobre libros de
Rodolfo Godino (Por Rafael Felipe Oteriño)
Ricardo H. Herrera (Por Alejandro Bekes)
Jorge Aulicino (Por Santiago Sylvester)
César Cantoni (Por José Di Marco)
Lía Rosa Gálvez (Por Rafael Felipe Oteriño)
Osvaldo Picardo (Por Héctor J. Freire)
Edgardo Dobry (Por José Di Marco)
Alejandro Schmidt (Por Pablo Dema
)
http://fenixpoesiaycritica.blogspot.com/

LILITH Nº 14


LILITH Nº 14
Director: Rubén Sacchi

SUMARIO
Editorial
Políticos y votantes
por Tomás Cardoso
Mentalidad colonial y sistema educativo en Argentina
por Diego Luis Forte
La Novela Fantástica: primera revista de c. ficción
por Carlos Abraham
Arte argentino y siglo XXI
por Fernando Lozano
Homenaje a Onetti
por Germán Cáceres
Andanzas y desventuras de un general de Napoleón
por Luis Benítez
Don Gato y su pandilla
por Jorge Hardmeier
“La Prensa” y “El Pueblo” (Historieta)
por Chelo Candia
Billie Holiday, cuerpo y alma
por Federico Caire
Reportaje a Carlos Gamerro
por Augusto Munaro
Legado escrito sobre la arena húmeda
por Elizabeth Auster
Santoro, hoy
por José Antonio Cedrón
…y más


LILITH Nº 14
Director: Rubén Sacchi

viernes, 5 de noviembre de 2010

Fernando Alfón – Ayer asistí a un acto donde se guillotinó un libro



LA GUILLOTINA


por Fernando Alfón



Ayer asistí a un acto donde se guillotinó un libro. La cuchilla, por su peso, parecía haberse desplomado con el desinterés que le da la contundencia. Conservo un pedazo del libro ejecutado. Escribo este testimonio asaltado, aún, por la fascinación y el asombro. No recuerdo haber presenciado un acto público semejante. Sé que en la Argentina se quemaron libros y otros se enterraron, pero de eso ya hace tiempo. Sé de libros perdidos, y otros no leídos, que es una de las alternativas de la muerte. La guillotina es otra cosa: se trata de un símbolo. La muerte mera, sin más, parece menos definitiva que la muerte a guillotina. Como todo acto simbólico, pretende decirnos algo. ¿Qué fue lo que pretendió éste?

El hecho sucedió durante la presentación de la antología poética Si Hamlet duda, le daremos muerte. Todo lo que acompañó a la ceremonia: la discusión de los panelistas, la lectura de poemas, el brindis, estimo, fue menos relevante que la presencia de una guillotina en la sala, del porte de los más altos asistentes, e incluso más. Nótese que el libro también anuncia la pena capital, como amenaza.



¿A quién se había guillotinado? No voy a defraudar soslayando el nombre (Fabián Casas), porque las guillotinas demandan nombres propios. Son algo personales y es como si quisieran acabar con un nombre, más que con una vida. Pero me interesa más el guillotinador: Julián Axat, quien desde el panel aseguró tener otros candidatos más para el decapite. Ahora sí eludiré recordarlos, porque todos eran uno mismo: el padre, en un sentido muy acotado del término: el padre-autoridad.

He llegado así, al corazón del problema: los padres, cuando hablamos de literatura, se llaman «influencias», y algunos no pueden pensarlas sino bajo el signo del drama. Uno de los poetas que subió a recitar, el que más aprecio y que conlleva, también, un nombre propio: Pablo Ohde, aseveró: «cuando uno escribe está sólo». Inés Aprea, que lo sucedió, buscó refutarlo: «uno siempre está con otros». Julián Axat, que intuyó inmediatamente el horizonte filosófico del asunto ―y olió rápido la polémica― agregó que «uno siempre es un otro». Mire, estimado lector, al tremendo asunto que arribamos, luego de la guillotina: matar a un otro que nos constituye; matar al otro a partir del cual nos hemos inventado; matar, precisamente, a aquellos a partir de los cuales somos uno mismo.

He dicho que escribía este testimonio asaltado, aún, por la fascinación y el asombro, no ignoro que algo del orden de la infamia lo alienta, porque pretendo reconsiderar el valor del dueño de la guillotina. El decapitador no vive su oficio con la alegría irrestricta que se deduce, erróneamente, de la seguridad de sus actos. El verdadero decapitador, que comprende el entramado interno y último de las muertes que consuma, sabe que las cabezas que deja rodar, todas distintas, son siempre la misma; por eso se acaricia el cuello, luego de cada sentencia, como si supiera el lugar constante donde se desploma el filo.

La Plata, 5 de noviembre de 2010

Fernando Alfón nació en La Plata en 1975. Escritor.


jueves, 4 de noviembre de 2010

Inés Aprea – Y si la poesía no era


VII

y si la poesía no era
otra cosa
que el gesto adolescente
de abandonarlo todo
como Rimbaud
como Bolaño
lanzarse a los caminos

¿qué hay del que vuelve
a las calles de esta ciudad
abandonadas al olvido humano
recuperadas a veces
para nuestras causas cotidianas

¿qué hay de mi barrio
de estas orillas del hambre y el trabajo
adonde se ha llegado
huyendo de la desgracia
tomando los caminos
los campos
los terrenos
en un gesto
fundamental
de conquistar la vida

Inés Aprea (La Plata, 1985).

En: “Si Hamlet duda le daremos muerte”, antología de poesía salvaje, Libros de la talita dorada, colección “Los detectives salvajes”, 2010

Si Hamlet duda le daremos muerte (Antología de poesía salvaje) se presenta hoy, jueves 4 de noviembre, a las 19:30 hs en el Centro Cultural Islas Malvinas, Avenida 51 y 19 de la ciudad de La Plata.

Vicente Battista – Mi padre fue antiperonista, aunque lejos estaba de ser gorila


LAS DOS PLAZAS

Mi padre fue antiperonista, aunque lejos estaba de ser gorila. Carpintero y socialista, en 1946 votó por la fórmula Tamborini-Mosca. Poco después, frente a cualquier progreso social impuesto por el flamante gobierno peronista, aseguraba que esa conquista integraba la agenda de Alfredo Palacios. Me crié en una familia de clase obrera que, paradójicamente, no celebraba las mejoras cosechadas para su clase. En septiembre de 1955, con mis victoriosos 15 años, deambulaba por plaza San Martín festejando la caída de Perón cuando de pronto alguien clavó un distintivo en mi solapa. Era de metal dorado, mostraba una V y sobre la V una cruz. ¿Qué hacía esa insignia en la solapa de alguien que se proclamaba ateo de izquierda? Aquella tarde comprendí que estaba en el sitio equivocado, tiré el distintivo a la basura y me marché de esa plaza.

Nunca me consideré gorila, pero siempre evité votar al peronismo. En 2003, y ante la posibilidad de un nuevo gobierno de Menem, busqué la boleta de Néstor Kirchner, aunque dudé a la hora de colocarla en la urna: el hombre venía de la mano de Duhalde, una circunstancia que auguraba futuros desastres. Un año después persistía en mi condición de no ser peronista, pero no me molestaba que me consideraran K. Esa letra inevitablemente remite a Kafka; a Joseph K, que será juzgado y condenado sin entender nunca por qué, y al agrimensor K, que jamás logra entrar al castillo, quizá porque siempre estuvo allí. Aquella K que era sombra y angustia, ahora podía leerse desde la esperanza y la alegría: nucleaba muchísimas propuestas por las que había bregado toda mi vida. En 2007 voté a Cristina Fernández, sin el mínimo asomo de duda.

Lamentablemente, hoy cierta izquierda, con idénticos genes de aquella que en 1946 se acopló a la Unión Democrática, hace causa común con la peor derecha. Repite los errores de ayer. Esto escribió Scalabrini Ortiz en 1943: “No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el Gral. Perón y el Arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el Gral. Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país”. Vale la pena recordarlo para no tropezar una vez más con la misma piedra. Sabíamos que en 2011 la presidencia iba a estar en manos de Néstor o de Cristina. Poco importaba que fuera él o que fuera ella, ambos respondían al mismo modelo y ambos habían formado una dupla admirable. Y de pronto, a Néstor Kirchner se le da por morirse.

El miércoles 27, camino a Plaza de Mayo, recordé la plaza San Martín de medio siglo antes. Aquella vez bastaba con mirarles las caras y los gestos a quienes festejaban la caída de Perón para descubrir que detrás de esa presunta alegría faltaban las ilusiones y sobraba el rencor. Entonces yo tenía 15 años pero me sentí cargando el desasosiego de un hombre de 70. Ahora, a lo largo de tres días de octubre, en la Plaza de Mayo se lloró la injusta muerte de un hombre justo. Hubo muchas lágrimas, es cierto, pero detrás de esas lágrimas conmovió el fervor de una juventud cargada de futuro que de pronto, y sin más vueltas, recuperaba la esperanza. Era obra de ese hombre que estábamos despidiendo, de ese político tozudo y desprolijo, alegre y apasionado, que vino del sur para hacernos ver que no todo está perdido. Entonces, con mis 70 años me sentí un joven de 15.

Vicente Battista, escritor.
En Página/12

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Jorge Areta – A la altura de tus sueños, me sueño


HE DICHO

Algo de lo que no ha sido hecho
aún
me demanda,
me esperan
a la altura de tus sueños, me sueño,
a la medida de tu vida me mido,
imperfecto y vivo,
con tu inmortalidad en la frente
y ahí vamos los tres
discurriendo.
Algo
de lo que no ha sido hecho aún
me demanda.


Jorge Ignacio Areta (Buenos Aires, 1977).

En: “Si Hamlet duda le daremos muerte”, antología de poesía salvaje, Libros de la talita dorada, colección “Los detectives salvajes”, 2010


Si Hamlet duda le daremos muerte (Antología de poesía salvaje) se presenta el 4 de noviembre a las 19:30 hs en el Centro Cultural Islas Malvinas, Avenida 51 y 19 de la ciudad de La Plata.

martes, 2 de noviembre de 2010

Eduardo Rezzano – Soñé que era Heidegger


DESPERTAR

Soñé que era Heidegger
y que Hannah me odiaba

Dormíamos en el mismo cuarto
en camas separadas
y yo sabía por mi biografía
que ella me mataría con
sus propias manos y
me arrancaría los ojos

Yo colaboraba –estábamos
a fines de los 60–
con los movimientos
sudamericanos de izquierda
pero ella no me creía
o no se enteraba

El miedo que me impedía
dormir desapareció cuando
descubrí que mi muerte
sería por causas naturales

y fue entonces cuando
dejé de ser Heidegger
para ser yo mismo

Me interesé nuevamente
en los proyectos de mi amada
y recobré
su confianza y simpatía

ella volvió a hablarme
en esa mezcla rara de alemán
y español que tanto me
alegraba y desperté

Era Barcelona siglo XXI
un invierno que no me recordaba
especialmente a ningún otro
y la mañana había empezado
sin mí

poc a poc
pero irremediablemente.


Eduardo Rezzano, La Plata, 1968
En: “Si Hamlet duda le daremos muerte”, antología de poesía salvaje, Libros de la talita dorada, colección “Los detectives salvajes”, 2010


Si Hamlet duda le daremos muerte (Antología de poesía salvaje) se presenta el 4 de noviembre a las 19:30 hs en el Centro Cultural Islas Malvinas, Avenida 51 y 19 de la ciudad de La Plata.