miércoles, 12 de junio de 2019

ALEJANDRO ALMEIDA Escribo porque te siento





Hombre que hoy
te encierran
por defender
por defender 
tu tierra.
Hombre que ya
mañana
te darán sentencia,
recuerda que
tu verdad
quedó en la hierba
y el tiempo
la hará germinar
sobre la tierra.
Mañana no llorarán
en tu entierro
porque la gente
te llevó al encierro.
Hombre yo no
te conozco
pero hoy escribo
porque te siento.



Le gusta codearse
con intelectuales
y una vez juntos
codearse dialécticamente
con los revolucionarios
y el pueblo.
¿Pero saldrán a la calle
el día que lluevan balas
de vereda a vereda?



13/10/74

El sol del verano
me ayuda en la soledad,
porque la transpiración
se confunde con las lágrimas,
y a veces no me doy cuenta
que estoy llorando.

¿Pero en invierno compañera?
¿En invierno, cómo hago?



13/1/75

Si la muerte
me sorprende
lejos de tu vientre,
porque para vos
los tres seguimos en él;
si me sorprende
lejos de tus caricias,
que tanto me hacen falta;
si la muerte me abrazara fuerte
como recompensa
por haber querido la libertad,
y tus abrazos entonces
sólo envuelvan recuerdos,
llantos y consejos
que no quise seguir,
quisiera decirte mamá
que parte de lo que fui
lo vas a encontrar
en mis compañeros;
la cita de control,
la última,
se la llevaron ellos,
los caídos, nuestros caídos,
mi control, nuestro control
está en el cielo
y nos está esperando;
si la muerte me sorprende
de esta forma tan amarga,
pero honesta,
si no me da tiempo
a un último grito
desesperado y sincero,
dejaré el aliento
el último aliento,
para decir
te quiero.


13/2/75

Hasta siempre mi amor.
Hasta siempre compañeros.
En invierno trae frío caliente
y las barricadas nos esperan.
Los militares también esperan.
Hasta la victoria siempre
en la vida o en la muerte.


En Alejandro por siempre… amor. Taty Almeida. Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Ediciones Baobad, Buenos Aires, tercera edición, 2016.
Alejandro Martín Almeida (Buenos Aires, 17 de febrero de 1955. Detenido desaparecido por la Triple A el 17 de junio de 1975).
Escribe Taty: “(…) Cursó los tres primeros años de secundaria en el Dámaso Centeno. Sus amigos lo llamaban el Principito. Los mismos con los que compartió el trabajo y la militancia en la Agencia Télam, motorizados por la actividad gremial. Cursaba el primer año de medicina, en la UBA, y trabajaba en el Instituto Geográfico Militar en el momento de su secuestro. Una noche de junio tuvo que salir. Le pedí que se apurara porque estábamos por comer. Me dijo: “Espera mamá, ya vengo”. Nunca más lo vi. Fue secuestrado y desaparecido por la Triple A. A pocos días de su secuestro, encontré entre sus pertenencias una libreta de poemas que reflejaban sus ideales, su compromiso militante y amor a su Madre entre otros. Sí, mi querido Alejo, te estoy presentando a mucha gente que hoy se acerca para saber quiénes eran ustedes. Quiero que sepan que tus padres somos Jorge Almeida y Lydia “Taty” Miy Uranga. Tus hermanos son Jorge Martín y María Fabiana. Así éramos hasta ese fatídico 17 de junio de 1975, a las 20.30 horas".
Taty Almeida (Lidia Stela Mercedes Miy Uranga de Almeida)

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