jueves, 14 de noviembre de 2013

Martín Rodríguez, 3 de lampiño

.
lampiño es el testigo mudo
del amor ajeno, una lágrima
por el metal que cubre
sus ojos, el motor
de los bebederos,

agua arrugada
que suda el barro
después de años asoma
su chorrito, guaso, su guadaña
entre las piedras, una sonrisa
a la intemperie


. (canta)
esta música da sombra.
el barullo de los muertos.
el tumulto de los muertos en las sombras.
hay que llevar flores ahí, a la sed de los muertos,
piden agua porque piden su disolución.  
y no siempre se puede llenar el silencio del hueso.
yo me detengo para oír el río, la tierra  
        colorada, el viento
en los árboles a la orilla, la hoja del sauce
        que cae para apagar su sed...
y siento que por ese momento tengo raíz, tengo sed,
tengo mi árbol de ciruela, una sombra donde dormir.


.
¿Había árboles afuera, lampiño? No, había tierra
¿Había un pueblo?
No, había tierra
¿Había gente, y animales?
No, había tierra  
desierta  
bíblica


En: “Lampiño”, Siesta, 2004.

Martín Rodríguez (Buenos Aires, 1978).

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