jueves, 5 de noviembre de 2015

Enrique Wernicke, Saber lo que uno es y no demostrarlo nunca


LA DIGNIDAD

     Se hablaba en un boliche, entre copas y cigarrillos.
     —Para mí, la dignidad —dijo uno— es vivir fresco y sin deudas.
     Y apuntó con su nariz a un hombre entrado ya en años.
     —Para mí, la dignidad —dijo un segundo— es vivir sin ser cornudo.
     Y se quedó mirando el humo que llenaba el ambiente.
     —Para mí, la dignidad —dijo un tercero— es saber lo que uno es y no demostrarlo nunca.
     Se levantó para orinar.
     Y fue como si Salomón, después de haber sentenciado buscara refugio en la Biblia.


En: revista “Puro cuento”, número 7, noviembre – diciembre de 1987.  

Enrique Wernicke (Buenos Aires, 1915 – 1968). Foto: Enrique Wernicke en blog de María Wernicke. 

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