LO CONSTRUIDO (I)
Dos
paralelepípedos
cerca
del mar,
sobre
la arena. Blancos,
el sol
les ilumina
una
cara. El silencio
los
acaricia, simulando
ser el
viento. Tan dignos.
Mucho
más
que
los que los hicieron.
Sin
nada que esperar.
Recostados
contra
el cielo sin nubes,
tan
azul. Dignos, sí.
LO CONSTRUIDO (II)
Porque
no es fácil, ¿no?
Exponerse
a la luz,
así.
Con líneas.
Tan
rectas. Tan fáciles
de
entender enseguida.
Como
ser lo que son,
sin
tradición,
a la
luz de la luz;
cualquiera
pensaría
en empezar
a
escuchar los camiones
de la
demolición.
Porque
su ruido llega
siempre
antes. Deteriorando
el
silencio que sabe
proteger
lo que es.
Pero
ellos no.
LO CONSTRUIDO (III)
Sí,
sí, exponerse. Son
opacos,
pero son
transparentes,
porque son
fáciles
de entender:
son
viejos, ya se sabe
lo que
son. Los nuevos
son
misteriosos, pueden
hacer
trucos de argentinos
vivos,
zafar. No dejar
saber
qué son. Al menos,
hasta
que no haya más
remedio.
Pero éstos,
no. Se
exponen. Por eso
hablé
de dignidad.
LO CONSTRUIDO (IV)
Pero
eso sí: ellos
son
fáciles de entender,
pero
difíciles de destruir.
Ellos
parecen fabricar
el
silencio que los rodea.
De
'Odas pesadas', en “Libros de poemas” (reúne tres títulos:
Desayunándose, Etimologías y Odas
pesadas),
Ediciones Recovecos, 2013.
Eduardo
D’Anna (Rosario, 1948).
Foto:
En City Bell, Taller-Espacio “La Poesía”,
Eduardo D`Anna y José María Pallaoro,
14 de julio de 2013.
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