domingo, 26 de febrero de 2023

MAROSA DI GIORGIO Sé que me estás esperando



     Sea donde sea, sé que me estás esperando, allá en lo hondo de la casa de las quintas, con sus cordeles de sol y luna, su pobre y extraña maravilla. 

***

     Llueve. 
     En las tinas se están elaborando sapos y más plantas. 
     Oímos el borboteo. 
     Te miro y miro la sucesión de los milagros. 
     Aunque ya es noche cerrada, todo se sigue viendo. 
     Estás en el sillón, blanca como el pan y como el nardo. 

***

     Si estuvieras aquí. Pero, si estás, digo, si... Iríamos por las veredas a comprar algo. ¿Agua colonia?, ¿un jabón en rosa suave, rodeado por unas puntillas? 
     No sé. O algo para comer. “Algo chiquito”, tal pediste un día. ¿Qué era?, ¿un bombón, un huevo de codorniz? lo que querías para comer. 
     Imagino un óvalo y lo izo en el muro. Estás en el óvalo. Como antaño, antes de que yo naciera. Vestido negro, y casi actuando. 
     El sombrero. 
     Un ramo florido. 
     Y ahí, en el ramo, oculto, pero a la vista, hay un amoroso huevo de codorniz. 

***

     Pongo a tus pies turquesas, turmalinas, rubíes, y platinos y diamantes, y todos los metales raros del planeta, unos que tienen nombres de flor. Otros que tienen nombres de hadas. 
     Y la mariposa aquella del sacrificio, (pero cómo pudo ser?), que, sin embargo se queda con nosotras! 
     Y nos mira con sus antenas largas como hilos. 
     Y aquella ropa de nieve azul. 

***

     Unas plantas dan rosas, otras lises, y hay otras de nuevo estilo y sólo dan a luz alondras. Tu jardín todo bordado a mano. ¡Y aquel tulipán color naranja! ¡Nunca vi nada igual! ¿Cómo lo hiciste? Fue un primo príncipe. Sólo por una semana. Lo rescato desde lo hondo de los años. 
     Te veo en el atardecer. Entre tus dedos, tu puñal es una hoguera; las cejas, cuidadas, negras, una un poco rebelde, pero, no se notaba, ama jardinista. 
     Bajo el sol que cae, yo soy tu penitente, y repto de rodillas, tramo a tramo, tramo a tramo, marchando humilde y empecinada, al sitio donde plantaste las últimas violetas. 



En Los papeles salvajes II, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, Argentina, 2000 / De Diamelas a Clementina Médici, 2000 / 
Marosa di Giorgio (Salto, Uruguay, 17 de junio 1932 - Montevideo, 17 de agosto 2004) / Selección y fotos: jmp /  
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

lunes, 20 de febrero de 2023

ALICIA BORINSKY Si supieras lo que te estás perdiendo



LA VECINA DE AL LADO ES POETA 

Señora: 
basta de pedirme favores 
soy egoísta 
moderna 
emprendedora 
no me venga con remilgos 
no me hable de la primavera 
acepte la jeringa de su amante nocturno 
entre a lo espeso 
al silencio y 
sobre todo 
déjenos pastar tranquilos 


MALENTENDIDO AMOROSO 

El hombre tenía veleidades de actor. Insinuante, traje a rayas y corbata colorada, mentía acerca de sus sentimientos más íntimos. Pero como ella no se había dado cuenta de que había que aplaudir, una tarde asoleada le exigió el divorcio, la mitad de sus hijos, toda la casa y ciertos recuerdos de viaje oscuramente conmemorativos. Los vimos discutir acaloradamente. Y cuando ella sacó el revólver aplaudimos. 


¿ES O SE HACE?

usa la cabeza para llevar el pelo 
ni una sola idea atraviesa su felicidad 
cuando estamos solos se ríe de mí 
porque quiero hablarle sonsacarle alguna receta 
retarla a duelo 


ME ENGAÑASTE 

a algunas mujeres los hombres les compran ropa y también joyas y regalos y zapatos de taco alto yo no les tengo envidia compañeritas yo no les tengo ganas a esos machotes de mierda pero de todos modos hago como ustedes anoto sus estados de ánimo los sigo y pago por cada prenda con una tarjeta de crédito sin fondos 


PIROPO A MIS LECTORES

si supieras lo que te estás perdiendo
vení si querés 
y si no querés jodete 
total a mí qué me importa
no soy yo quien se quedará sin mí 



En Escritoras argentinas entre límites / Antología y prólogo de Manuela Fingueret / Ediciones Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Buenos Aires, 2007 / Selección y fotos de jmp / 
Alicia Ester Borinsky (Buenos Aires, 23 de octubre de 1946) / Publicó libros de crítica literaria, poesía y narrativa / Profesora de Literatura Latinoamericana y Literatura Comparada y directora del Programa Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Boston (EEUU) / Desde 2016 es directora del Programa de Estudios Culturales de Verano en la ciudad de Buenos Aires / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

jueves, 16 de febrero de 2023

GUSTAVO TISOCCO Me gustan los hombres tristes



Como mi madre 
yo también nací reina 
enjaulado en este cuerpo esclavo y sediento 
prisionero de un designio 
en el que no me reconozco. 

Soy reina 
porque elijo serlo 
y perpetúo así una especie rara para algunos 
no tanto para otros. 

Si tengo diamantes y rubíes en mi corazón 
soy reina 
aunque me tilden de perverso 
me señalen y se escondan 
no naden en mi río. 

Soy reina 
y me poseyeron hombres oscuros 
que con el día se disipaban 
dejándome solo y triste 
como a Juana, Isabel o Cleopatra. 

Soy reina y no tengo palacios 
ni abanicos en mi rostro 
tampoco habito en los cuentos 
ni me despertarán con un beso 
pero tengo diamantes y rubíes en mi corazón 
y me bautizo reina, 
me perpetúo así, como mi madre.


Entonces no estaba mal 
tocarse bajo las sombras 
y que el árbol sea testigo del calor 
                                         del deseo. 

Pero un viento tenaz increpaba 
y sentíamos pecado 
en aquello que al fin no estaba prohibido. 

No estaba mal 
sentir el gusto a menta 
desde la boca del otro, 
sentirse por un instante 
la triste durmiente 
la que espera siempre 
la que llora por amor en los puertos. 

No estaba mal después de todo 
indagar lo que sentíamos 
como un amuleto de libertad 
y que esa libertad no sea precipicio. 


Muchos hombres llevan mi marca 
y andan por ahí 
recordando mi canto triste 
indagando esos rincones que conocíamos 
y andan flotando o cayendo 
por enormes trampolines 
y son trapecistas 
o felinos 
o migajas. 

Esos hombres marcados 
tienen en su sangre la derrota y la victoria, 
el desdén y la esperanza, 
el hambre y la saciedad. 

Es una marca imborrable 
a fuerza de pasión y entrega 
tatuada desde el mismo miedo, la cobardía, 
la resignación. 

Yo también quedé marcado 
y es cada vez más triste mi canto.


Me has herido 
con el puñal 
que escondes en tus ojos 
y brotan aves 
en mis fronteras. 

Sangro melodías, 
mientras amanece.


Jugábamos a la escondida 
en el patio trasero, 
incrédulo 
buscaba el roce 
del niño aquel: 
                  mi caballero. 

Todavía 
traspiro 
si me escondo.


Marchito se recuesta sobre mí 
como esos malvones en las tardes de verano, 
su cansancio reposa 
en mi cansancio. 

El hombre que soy 
ama su mirada que muta según la tristeza. 

El hombre que es me alimenta, 
desde su geografía me ampara, me abriga. 


Nos amábamos 
sobre las uvas caídas 
y era el vino rancio de la tarde 
conjura y pecado. 

Todavía bebo el vino aquel 
pero extraño el aroma dulzón 
de tu piel sedienta.


Confieso que he amado 
y me apuntaron todas las manos 
y sangró mi casa 
y estuve en guillotinas 
de lenguas pudorosas 
y denunciaron mi corazón desnudo 
y encarcelaron los gorriones de mis ojos 
y solo me dieron un vino rancio 
que no bebí. 

Confieso que he amado 
y es mi gloria la condena.


Me gustan los hombres tristes porque tienen historias. 
Cuando estoy con un melancólico sé que no hay disfraces, que desde la fragilidad afloran, como un vino añejo, las suaves palabras, las miradas como océanos cabalgando en mis arenas. Un hombre triste enseña sus heridas, también las cicatrices. Sabe que fue un niño corriendo entre las piedras, sabe que creció y aunque es castillo todavía le gustan las mañanas y los grillos. Esos hombres liberan gorriones cuando hablan, son como plantitas de menta que parecen ínfimas pero tienen el aroma de la vida entre sus tallos. Les gusta viajar también subirse a la noche que es su morada donde escriben los cansados pájaros. 

Me gustan los hombres tristes porque tienen historias. 

Son ellos los que se percatan del viento entre las ramas, del sonido tenue del silencio, de las glicinas. Se persignan porque creen aun que les duelan las constantes condenas. No hablan, escuchan, te miran, te palpan. Los hombres como ellos descubren tesoros que escondemos en la isla y acarician la vejez que duele en el rostro. Tienen los pies cansados pues la vida es cansancio un bello cansancio y se agitan cuando aman. Los hombres así son como bosques que nos doblegan, son gotas de lluvia, son oasis. 

Me gustan los hombres tristes porque también soy triste aunque disimule la tragedia habitando mi casa. 




En Reina, Ediciones Vinciguerra / summa poetica / Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, 2016 / Selección y fotos: jmp / (Marilyn Monroe, fragmentos, poemas, notas personales, cartas) / 
Gustavo Tisocco (Mocoretá, Corrientes, 25 de octubre de 1969 / Poeta / 

martes, 7 de febrero de 2023

MARCIA MOGRO Poemas de Exposición de alto riesgo

Marcia Mogro y José María Pallaoro, CENS 453, Ensenada, 27 de octubre de 2022


1.
CONTIENEN HORROR PALABRAS ESTAS TERROR 

tener que despertar
tener que le
van
tar
se


ojos abrir
mirar
tener que


marciamogro
ama de casa
va a hacer sus quehaceres 
y abnegada
realmente trastornado


.ésta es tu mano.
tocas  acaricias interpretas analizas este texto
romántico
perturbado
melodramático
sen
timen
taloides
los libros suelen ser

gente muy trastornada
tiene que ver 
con las palabras



2.
.algo verdaderamente aterrador espantoso enloquecedor alucinante.
ESTAS PALABRAS CONTIENEN HORROR
en su interior civilizado 
delirio doméstico
HORROR CONTIENEN PALABRAS ESTAS
.el arreglo es peligroso.
los asuntos domésticos
en relación profunda
esencial
se van 
configurando
de un modo
para que no sean sólo eso
sino que representen 
otras 
cosas
más parecidas a pasiones

en períodos de lucidez
intentar fijar los ojos
y el espíritu
para comprender la técnica
de los misterios muy complejos
del tejido
de la cocina
del bordado
códigos del lenguaje 
ocultos
en tareas 
cotidianas



3.
ESTAS HORROR PALABRAS CONTIENEN
yacer
al borde 
de un acantilado
obviamente solo despoblada
muerta perdida marchita exánime 
abandonado
desconcertada en el mar infinito
espantosamente solo
desamparada  abandonada sola
la palabra despojada
de todo 
significado
erosionada
dañándose
.cualquier cosa es demasiado.
piensa en una hoguera una fogata
conjeturas
ardiendo
de lo que sucedeen su interior
cree inocente
que cualquier movimiento 
puede 
afectar 
al universo
cree 
que puede 
afectar
incluso a la ciudad



4.
quedar en la palabra efectiva quisiera
modelar
un objeto distinto quisiera
no ver
no saber
no hablar
no recordar
no decir quisiera
ser normal como la gente normal
.no excavar galerías.

desconocer la
preocupación metafísica
hubiera querido
ignorar hubiera querido

.sólo existe vacío.
.y desolación existe.

HORROR CONTIENEN ESTAS PALABRAS TERROR



5.
qué siempre le parecerá al mundo 
despeinada
mal vestida
difícilmente comunicable
arrasada
tomando 
en consideración 
conexiones
QUE NO SON POSIBLES
seriamente desquiciada
pronunciando 
espantosas 
palabras
intrincadas

estará al tanto que existe diferencia entre un mapa y la realidad geográfica???

alguien 
necesitando 
información

alguien
no encontrando referencia alguna que le permita ubicarse


.solemnes geografías.



6.

no hablar de la 
desintegración
mental
no hablar

determinación extraordinaria
animal despojado
.escombros.


pienso recuerdo imagino 
sueño 
un acantilado
un viento una tormenta
escenarios resistentes al olvido
duros
como los aceros templados
duros tenaces
como los templados
aceros revenidos

.sé paciente conmigo.



7.

ESTAS PALABRAS ACRECENTAN EL TERROR
acrecientan

como si los niños y los cantos
se hubieran separado del resto del mundo
habría querido aullar
combatir
la angustia  
embestir
el desconsuelo la tristeza
contra el miedo
y la iluminación

apenas 
empezaba
el terror



8.

dejar de luchar con la destreza 
de un experto
dejar
volver la mirada hacia el mar
hacia el cielo  
inmutables
espacialidades trastocadas
estado de desventura
irrealidad
desaparecer   ausentarse
con un estremecimiento pensaba
para que las cosas volvieran a ser como siempre
eran

apenas tienen tiempo de disfrutar
sus bellos cuerpos
flotantes
y alas
sirenas
en algún punto 
del horizonte
abrumador
manifiestan 
su presencia
entre los roqueríos



9.

PALABRAS HORROR CONTIENEN ESTAS


motivos siempre dramáticos
colores violentos
he visto
soñado
imaginado
cautivada por su representación
yaciendo
en posición dolorosa
en situación de conflicto manifiesto
en esquema trastornado de co
muni
cación

.sé amable conmigo.

lograr 
desprenderme
de
esta 
inmovilidad



10.
una definición de libro 
probablemente
no plantea
ningún riesgo

sacar
lo cotidiano
de su función
original
plantea 
por lo menos
alarma


entonces se quedaba ahí
intentando 
refinadas
composiciones gráficas
para incorporarse al tiempo
para incorporarse al espacio
con esfuerzo 
deliberado
su cuerpo  
sentado
absorto ante la mesa



11.
nunca 
he visto
nada
tan
estremecedor


poder dar vuelta la página 
sin temblar sin padecer
sin exponerse
a nada
feo
inesperado
doloroso triste
como dicen 
y hacen
los sensatos


que alcanzan en el anochecer su máxima belleza
las grandes confesiones
exposición conmovedora
formas de comportamiento desconsolado
un tributo elaborado dramáticamente
con adornos
y conjuros

no como cosas
sino 
como entidades
discretas en su complejidad



12.

TERROR ESTAS PALABRAS CONTIENEN HORROR

cómo se comporta en presencia de su propio ambiente???

otras veces 
también
hago proezas

mantener
la serena atmósfera
de
lo 
cotidiano

armar una guarida
replegarse 
en 
una 
madriguera
tuvo que sentirse encantada
por una imantación 
que modifica
con tu hermosa presencia
la distribución anterior
estos cuerpos 
infinitamente próximos
están
dispuestos



13.

por qué resulta un asunto en extremo escalofriante
escuchar 
latir 
tu corazón
latir 
tu corazón 
escuchar
resulta
aterrador
por qué 
tan

morir así
podría uno
acostado de lado
apoyada
en 
tu hombro


mi último 
definitivo 
amor
es 


HORROR ESTAS CONTIENEN PALABRAS




Marcia Mogro y José María Pallaoro,
CENS 453, Ensenada, 27 de octubre de 2022
En Exposición de alto riesgo, Plural editores / Editorial Palabra Ilustrada, 2014 / Fotos: Marcia Mogro y José María Pallaoro, CENS 453, Ensenada, 27 de octubre de 2022 / X Edición Festival Internacional VaPoesía Argentina / 
Marcia Mogro (La Paz, Bolivia, 2 de junio de 1956) / Vive en Santiago de Chile desde 1985 / 

domingo, 5 de febrero de 2023

CÉSAR VALLEJO Buenos días, José! Buenos días, María!




EL MOMENTO MÁS GRAVE DE LA VIDA

     Un hombre dijo:

     —El momento más grave de mi vida estuvo en la batalla del Marne cuando fui herido en el pecho.

     Otro hombre dijo:

     —El momento más grave de mi vida, ocurrió en un maremoto de Yokohama, del cual salvé milagrosamente, refugiado bajo el alero de una tienda de lacas.

     Y otro hombre dijo:

     —El momento más grave de mi vida acontece cuando duermo de día.

     Y otro dijo:

     —El momento más grave de mi vida ha estado en mi mayor soledad.

     Y otro dijo:

     —El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.

     Y otro dijo:

     —El momento más grave de mi vida es el haber sorprendido de perfil a mi padre.

     Y el último hombre dijo:

     —El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía.


LA VIOLENCIA DE LAS HORAS

     Todos han muerto. 

     Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo. 

     Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: “Buenos días, José! Buenos días, María!” 

     Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió a los ocho días de la madre. 

     Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer. 

     Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina. 

     Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién. 

     Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia. 

     Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos. 

     Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi barrio, mucho antes de que el sol se fuese. 

     Murió mi eternidad y estoy velándola.



En Obras completas 3, Laia B, Barcelona, España, 1983 / En Poesía completa 2, Página 12 – Losada, Buenos Aires, Argentina, 2006 / 
Poemas en prosa, escritos entre 1923 y 1924, corregidos y aumentados en 1929; se publicaron luego de la muerte del poeta. 
César Vallejo (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892 – París, Francia, 15 de abril de 1938) / Selección y fotos: jmp / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

viernes, 3 de febrero de 2023

ENRIQUE ESTRÁZULAS La noche es otro texto




RETORNO 

El gusto de un país, la luz ansiada 
la piel de un cielo cálido regresa 
y un hoyo donde amar, donde cubrirse 
el corazón 
de viejos aguaceros. 


RESURRECCIÓN Y OLAS 

Vuelvo sobre un madero de gaviotas 
agotado a tus piernas 
(aprendí a respirar y todavía 
del viento algo recuerdo) 

allí tus ojos 
remo a tus retamas 
al arenal, barrancas de sosiego 
trizo tus ventanales con espuma 

remo 
me canso 
remo 


EPÍLOGOS 

Los poemas no olvidan las mujeres dejadas 
es solamente el cuerpo que se aleja 
el pobre diablo mío 
pensándose canalla 
                           se va 
                           deja el poema 
sin mano que lo escriba.


INSCRIPCIÓN 

Cuando murió Jorge Luis Borges 
un día al cual los hombres denominan 
14 de junio de 1986 
no hubo ninguna señal en las estrellas. 
Fue una noticia seca, telegráfica 
y pocos advirtieron vagamente 
que el universo era, el Universo 
sólo la broma cósmica que señalara el muerto. 


ORFANDAD 

Estamos ciegos en la noche, 
atentos y sin comprender. 
Juan Carlos Onetti

Las palabras difieren del texto de la noche 
con su mujer desnuda jadeando entre los huertos 
con su verano solo 
su clepsidra y su sueño. 

La noche es otra 
                          y gira 
sobre tus infortunios 
sobre tus heredades 
sobre tu pensamiento 
hay rotación de enigmas que no hablarán ya nunca 

la noche calla un signo 
la noche es otro texto. 


En Poesías completas (1965 - 1986), Monte Sexto, Uruguay, 1986 / Selección de textos y fotos: jmp / 
Enrique Raúl Estrázulas Montero (Montevideo, Uruguay, 9 de enero de 1942 - 7 de marzo de 2016) / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

miércoles, 1 de febrero de 2023

LASSE SÖDERBERG Después de todo lo que he leído



LLULL 

A Cristóbal Serra

          Después de todo lo que he leído están cansados mis ojos, como dos caballos cansados que bajan al agua para beber. Y fijate que el agua aún fluye. 

          Después de todo lo que he escrito está cansada mi mano, es como un perro sabueso que cierra los ojos. Pero fijate, aún husmea a Dios. 

          Después de todo lo que he predicado está cansado el pensamiento. El pensamiento quiere sosegarse bajo el árbol de las preguntas, pero fijate, de repente florece el árbol. 

          Después de todo lo que he leído y escrito y predicado sin embargo yo no he leído, escrito o predicado suficientemente. Es como si las palabras nunca hubieran sido vertidas en alguno de los dos alfabetos sagrados, el que me siguió desde mi feliz niñez y el que aprendí del esclavo sarraceno. 

          Mi obra es una: palabra y hecho. El ermitaño se encuentra más cerca de la vida que de la cátedra. Cada esquina que busco se convierte en un lugar sagrado. 

          Yo mismo me llamo loco cuando estoy en la plaza de un país extranjero y grito. Pero cada piedra y cada insulto que me lanzan me dan la razón. 

          Los insultos de los creyentes no son menos fuertes que las piedras de los infieles. 

          Pero son las piedras que ellos me lanzan las que me ponen a sangrar. Aterrorizado y lleno de alegría veo la sangre colorear mi ya rojo escarlata atuendo. 

          Ahora soy un hombre viejo y tengo miedo de la anhelada muerte. 


LA CASA ARRIBA DE LA PENDIENTE
 
          No era la lámpara del estudioso que ardía en la casa arriba de la pendiente, eran mis sentidos encendidos. 

          Objetos sencillos me llamaban la atención, como si rogaran a mis instintos terrenales, sábanas fragantes, vasijas de barro transpirando en la sombra, canastos trenzados de la misma ingeniosa manera, como pensaba y pienso, que las palabras se pueden entrelazar.

          Es como si aquellos objetos se hubiesen quedado de otro tiempo cuya densidad me envolvía, me daban la impresión de ser mi propio doble.

*

          Tomé como un honor tener sandalias rotas, como si hubiera llegado caminando desde muy lejos. ¿No estaba hecho el polvo de los caminos para reflejarse en él?

          Pero me hacía falta el Bastón de caminante puesto que no pude encontrar uno lo suficientemente nudoso.

*

          El silencio también reinaba aquí. Soltaba un fuerte olor agradable, como algunas plantas cuando uno las toca. Pensándolo bien tal vez era el silencio aromático y sólo eso que de vez en cuando me ofuscaba.

          Poema: roces livianos de mariposa.

          Había signos tan secretos que su contenido parecía permanecer irremediablemente oscuro. 

          ¿Habían caído las granadillas, que de manera desafiante se abrían en el suelo afuera de la casa, desde el árbol del placer? 

          ¿Tenían las vasijas forma de cráneos o caderas de mujer? ¿Aún tenía el café de la mañana sabor a oscuridad?

          ¿Se parecía el pan a los huesos o los huesos al pan? 

          ¡Todos esos signos secretos!

          No estaba solo: en el jardín del frente estaba un hombre confundido con las manos llenas de colores y miraba por encima de  los techos de las casas como hermano del Arco iris.

          Los muertos descansaban no muy lejos de la casa, blancuzcos partidos en la pendiente como tripulantes de la eternidad.

*

          Yo era un tardío, un fugitivo de la joven literatura, en todo poco emprendedor menos en la misma fuga. Mis palabras querían tener alas pero no raíces.

          Había extraviado las seis primeras y las cinco últimas letras de mi nombre, quedaba lo inevitable.

          Pertenecí a una raza anémica que no sólo había venerado la belleza sino que en la práctica la había adquirido. En cambio tenía las manos llenas de quehaceres que ni siquiera había empezado. Escribí con la tinta transparente del mar.

          Había extraviado la primera letra y las últimas once de mi nombre, quedaba lo esencial.


EL POZO
  
          El que quiere recordar y está lleno de oscuridades tiene que estar al borde de sí mismo como al lado de un pozo, 
 
          tiene que estar recostado contra el pozo con una piedra en la mano y preguntarse qué oculta el pozo, cuán profundo es, cuan largo penetra la luz,
 
          y tiene, para calcular la profundidad y oscuridad, que tirar la piedra y verla caer despacio, como reflexión, como colgada en la oquedad hasta que esté fuera del alcance de la vista 

          y quedarse de pie y esperar al borde del abismo, inclinado hacia adelante, hasta que la piedra encuentre la aún más indistinguible superficie del agua
 
          y aquel que quiere recordar ve la profundidad centellear de repente, atrayendo la luz, volverse animada como cuando un párpado se abre y es reconocida por un ojo más abajo. 



No recuerdo cómo conocí a Lasse Söderberg. Fue en un Festival de Poesía, ¿dónde? Caracol de Europa me lo regaló él. Aunque ya empiezo a dudarlo. Dentro del libro hay un par de tickets de un viaje a Rosario, ¿leyó en Rosario, estuvo en Rosario? ¿Un 10 de abril de 2004? Hay un pequeño volante de La Casa, un teatro resto bar en Mendoza al 850 (¿en qué ciudad?), para un domingo 14 de abril a las 21 horas. “Poética de lo efímero”, dice. Cada vez recuerdo menos, olvido las cosas al momento de producirse. Sé que tengo que “disfrutar” los días buenos. Disfrutar el día. Carpe Diem. 
En Caracol de Europa, Simon Editor, Colombia, 2003 / Traducción de los colombianos Giovanni Rojas y Víctor Rojas / Selección de poemas y fotos: jmp / 
Lasse Söderberg (Estocolmo, Suecia, 4 de septiembre de 1931) / Poeta, editor, traductor / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-