viernes, 23 de enero de 2009
Roberto Santoro. Selección de poemas.
De: “Informe sobre Santoro”.
No negociable, 1975.
Verbo irregular
yo amo
tu escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan.
Cárcel del Pueblo
ciudadano de la clase 39
factor rh negativo
comunica a la división de investigaciones
policiales antidemocráticas
haber descubierto una cárcel del pueblo
está ubicada cerca de mi casa
es la villa miseria
a la que da su espalda
la manufacturera algodonera argentina
sociedad anónima.
Lluvia en la Villa
afuera
el agua cae
de arriba para abajo
adentro
el agua sube
de abajo para arriba
Correspondencia
a una calle de barro
corresponde una casa de lata?
--_
Las cosas claras, 1973.
Que venga la vida y me golpee
de nada vale cerrar los ojos
un hombre dormido
es un dolor que descansa
***
Uno de mis errores
fue creer que todos éramos hermanos
y ahora
no se le puede cambiar el horizonte a la nostalgia
hay que olvidarse de las viejas sonrisas
y andar con el dolor a cuestas
para que sirva definitivamente
--_
Desafío, 1972.
Recurso de amparo
con eso de la bomba atómica
y el payaso de la paz que hace morir de risa
se tapó el carburador del aire
asómense a mi barrio
mientras los deshollinadores trabajan en la chimenea de la democracia
la ternura se emborracha en las cantinas
y no le pagan la jubilación a la esperanza
yo no pido volver
pero con tanto encarpetar los pantalones cortos
murió de un infarto el barrilete
y al amor le han disparado un tiro en la cabeza.
Desafío
la lluvia
apoya su jaula en el aire dispara sus ojos
vuela
yo tomo una palabra
le cambio la camiseta
la visto de Santoro
la doy vuelta
pero ¿quién le toca el culo
a la muerte?
¿quién le moja la oreja?
--_
Uno más uno humanidad, 1972.
II
mañana un general con viruela boba habrá de acuartelar a mil conscriptos
porque una mosca le ensució un tintero de la guerra del paraguay
y su esposa tendrá un hijo con un coronel
un forzudo canta un jingle
y en el décimo piso del ministerio dos empleados juegan a la generala
mientras una mujer les muestra la bombacha a dos cadetes
parece que van a tapizar el sillón de la presidencia
y está en estudio clausurar la poesía
¿qué hace el tanque ése parado en la puerta de mi casa?
III
el hijo del poeta surrealista
remontó clandestinamente un barrilete
viendo a un albañil leer a Kant en el tranvía
y cuando vi que el padre del ministro se transformaba en iguana
recuerdo que se organizó un campeonato de ajedrez en una villa miseria
así empezaron las cosas
fue cuando las gallinas todavía empollaban huevos
ahora
a los almaceneros se les ocurrió estudiar taquigrafía y bailes clásicos
no creo que aguantemos mucho tiempo.
--_
A ras del suelo, 1971.
Barrio sur
un pan duro detrás de los balcones
la humedad de la muerte viviendo entre
las patas de algún perro
y vos vieja mendiga apoyando tu corazón
en la arpillera
vaya a saber qué provecho le sacás a la basura
mientras el ángel de los frisos se cansa
para siempre de su gloria
y yo camino
lluvioso
por las calles de San Telmo.
--_
En pocas palabras, 1967.
Teoría poética
la estética
ética est
--_
De: “Roberto J. Santoro: De tango y lo demás”, Editorial El Barrilete, 1964.
El billar
IV
dejando sus antojos
se queda
quedando en una grapa
su café con saludo de billar
con golpe de reojo
un massé
un tango
fantasía de los pocos
que se fue
que no hay más le dijeron
le dejaron un largo te acordás
se queda
se traba
se trabaja
aquí paraba gardel
se deja como queja su clavel
su chaleco final
con tango de taco en reculier
pasando se queda
dejando sin hablar
quién entiende a la muerte?
su loca carambola cierra el bar
--_
De: “Roberto Jorge Santoro: de tango y lo demás”, Ediciones El Barrilete, 1962.
V
en grito y obstinado
venía del potrero su rara geografía
rodando y repudiado
cayéndose venía
su sangre de olvido
y olvidado
IX
oscuro de bajar hasta tu boca
tu orilla oscura
y loca
no dice que se queda
o que deshoja
se clava por el hueso
te mira
mira y toca
no dice que se va
__-
De: “El último tranvía”, Ediciones El Barrilete, 1963.
IV
se mueve con la calle
con trole se alarga con su lance
calar el aire gayola que se queda
embalurdar la sombra
te enfrían la vereda
te encanan el hueso como si tal cosa
te lo hacen pasar por la academia
que se queda
que rueda con anemia
te lo hacen cantar
y ya nadie controla que te fuiste
te vas
que alguien se queda
Roberto Jorge Santoro nació en Buenos Aires el 17 de abril de 1939. En carta a su amigo José Antonio Cedrón, fechada un 10 de mayo de 1977, escribió: “El ruido de las sirenas lo tenemos de música de fondo. Dale que dale, como un organito represor y desesperado. Oh el mundo occidental y cristiano. Un día florecerá la vida y el sol tendrá el color que se merece.” Secuestrado el 1° de junio de 1977 por la dictadura militar, sigue desaparecido.
Selección de textos: José María Pallaoro. Agradecimiento especial a Rafael Vásquez, que nos permitió tener acceso a material de archivo de Barrilete.--_
"Breve historia de Barrilete" por Rafael Vásquez
El primer número de la revista El barrilete apareció en agosto de 1963. Su “res-ponsable” (editor, director) era un joven poeta luego secuestrado, hoy desaparecido: Roberto Jorge Santoro. Comenzaba una década que caracterizó a toda una generación, la del sesenta. Esa pequeña revista de ocho páginas, que salió mensualmente hasta diciembre de aquel año fue haciéndose notar y cobijando nombres nuevos, al lado de otros ya leídos: Miguel de Unamuno, Enrique Gonzlez Tuñón, Roberto Arlt, Antonio Machado, Vicente Huidobro, Ricardo Güiraldes, Baldomero Fernández Moreno, Rainer María Rilke. En una sección fija –“El barrilete de Buenos Aires”- se publicaron letras de tango de Homero Manzi, de Dante Liyera, de Enrique Santos Discépolo; poemas de Juan Pedro Calou, Gustavo Riccio, Evaristo Carriego.
Muy poco tiempo antes de nacer la revista, en junio de 1963, Santoro, con otros siete poetas, puso en los quioscos el “Informe sobre Lavorante”, primero de una serie de seis que se editarían por separado pero al mismo tiempo, breve propuesta poética escrita sobre un tema convenido y predeterminado, para venderse a un precio mínimo, como otra forma de poner la poesía en la calle, no dirigida sólo al lector de las publicaciones literarias de entonces. Idea interesante y audaz: abrir un folleto rotulado como “informe” y encontrárselo desarrollado en versos. Después del que evocaba a Lavorante, boxeador rosarino que fue a pelear a Estados Unidos y volvió descerebrado, los otros títulos fueron: sobre el desocupado (tema de siempre en nuestra realidad social, hablamos de 1963); sobre la esperanza; sobre Discépolo; sobre Santo Domingo (en julio de 1965, cuando las tropas norteamericanas invadieron la isla); sobre el país (en 1966).
En noviembre de 1963 Santoro nos convocó a los que habíamos participado con él en la revista y en los informes para impulsar una empresa mayor: sumar más páginas y más secciones, con otra periodicidad y, en vez de obedecer a una conducción unipersonal dirigirla por un consejo de redacción de siete poetas. Que fuimos Daniel Barros, Ramón Plaza, Miguel Ángel Rozzisi, Horacio Salas, Roberto Santoro, Marcos Silber y Rafael Vasquez. La revista creció, con otros poetas, prosistas y plásticos, redondeando unos quince integrantes, no siempre los mismos, con las altas y bajas naturales en toda agrupación. Para solventar las ediciones constituimos una especie de cooperativa informal, con una cuota mensual que se sumaba al pago de los avisos y a la venta a la mano y en librerías y quioscos. Había reuniones semanales, donde se leía y aprobaba o no el material solicitado o recibido. Desde el número 6 –febrero de 1964- la revista pasó a llamarse llanamente “barrilete”.
Además se cumplía un activo plan de lecturas y debates en escuelas, sociedades de fomento, teatros independientes, clubes o municipalidades, tratando de superar al público de los auditorios exclusivamente poéticos y llevando el entusiasmo de entonces a pueblos suburbanos y a alguna ciudad del interior. Buscábamos la lectura y el diálogo.1964 fue el año de trabajo más intenso y de aparición más regular de barrilete. Salieron a la calle, además del número 6 ya citado, los números 7,8 y 9/10.
También en este año se van a otras revistas Barros, Rozzisi, Plaza y Salas, mientras se acercan Alberto Costa, Alicia Dellepiane Rawson, Juan José Folguerá y Carlos Patiño, todos poetas. Gerardo Berensztein sigue, desde el principio, fogoneando la sección de humor. No son los únicos nombres, pero sí los que continuaron escribiendo.
La revista, por razones de costos, demora cada vez más la salida de un número. El 11 aparece en mayo de 1965; el 12, en septiembre de 1966; el 13, en diciembre de 1967. Como forma de atemperar la ausencia, en 1967 sale un suplemento con catorce poemas; y antes, en 1966, se edita un disco, “Buenos Aires, vuelta y vuelta” (poesía de Barrilete), con ocho poemas leídos por sus autores, Margarita Belgrano, Alberto Costa, Carlos Patiño y Rafael Vasquez, con fondo musical de tango moderno grabado por un trío no tan famoso entonces: Rodolfo Mederos (bandoneón), Alberto Núñez Palacio (guitarra) y Oscar Alem (bajo).
En octubre de 1968, con la dirección de Costa y Patiño se edita un nuevo número de la revista, identificado como “Año V, No. 1, segunda época”, que incluye poemas y notas importantes de Allen Ginsberg, Félix Grande, Mario Benedetti, Gelman, Cortázar, Roberto Fernández Retamar y documentos traídos de Cuba por Alberto Costa. Finalmente, en septiembre de 1974, sale el último número de barrilete, individualizado como “Año XII, No. 1”, dirigido por Costa, Patiño y Santoro, que no es una revista tradicional, sino un sobre impreso con una foto del “Cordobazo”, con papeles sueltos en su interior: poemas, cartas, ensayos, cuentos, dibujos, grabados, manifiesto, y otro material que fijaba una fuerte posición ideológica de la revista.
Durante su azarosa existencia, barrilete fue también una editorial, que llegó a publicar 18 libros de poesía, pagados por supuesto por sus autores, pero distribuidos por el grupo. Más la excepción, en 1965, de un ensayo de Leopoldo Marechal, “Autopsia de Creso”, que el grupo pagó con sus exiguos fondos. Algunos de sus miembros participamos, en 1965 y en 1975, en listas para las elecciones de la Sociedad Argentina de Escritores. Y durante la dictadura militar dos fueron secuestrados y desaparecidos: Roberto Santoro y Enrique Courau. Y otros debieron exiliarse: Costa, Patiño y Salas entre los poetas; Pedro Gaeta entre los pintores.
Para los que volvieron, para quienes nos quedamos, barrilete fue un trabajo grupal y una experiencia inolvidable.
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Nota aclaratoria: Hubo otros poetas que estuvieron un tiempo en la revista barrilete, pero que no siguieron publicando o se perdió contacto, vgr.: Felipe Reisin, Anadela Arzón, Diego Mare, Miguel Ángel Páez, Rodolfo Ramírez, Ana Fernández, Enrique Courau, Carlos Ibáñez, Juan José Folguerá. A ellos nuestro homenaje.--__
GRUPO BARRILETE. Mas poetas y artistas.
Plásticos y dibujantes que participaron del Grupo Barrilete:
Pedro Gaeta - Oscar Castelo – Oscar Grillo – Oscar Smoje – Jorge Rutman – Tito Lencioni.
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Otros poetas que participaron del grupo:
Anadela Arzón. Nació en 1940. Publicó “Reportaje al paraíso”, 1966. Integró el Grupo Barrilete desde abril de 1965 hasta abril de 1966. Participó en “Informe sobre el País”.
--
Diego Jorge Mare. Nació en 1942. Publicó “Al hombre en su mirada”, 1963; “A todo pájaro”, 1965. Participó en “Informe sobre Discépolo”.
--
Rodolfo Ramírez. Nació en 1940. “Un amor casi cierto”, 1965. Participó en “Informe sobre Discépolo”.
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Miguel Ángel Páez. Nació en 1937. “La línea general”, plaqueta, 1967. Participó en “Informe sobre la Esperanza”.
--
Ana Fernández. Nació en 1934. “La vida de golpe”, 1964. Integró el Grupo desde noviembre de 1963 hasta octubre de 1964. Participó en “Informe sobre Discépolo”.
Nos escribe Ana:
“Estimado José María:
... Entre tanto te envío alguna información a mi respecto y de otro integrante del grupo: Miguel Angel Páez (el Negro Páez).
Fui parte del grupo, desde 1963, solamente que en esa época figuraba como ANA VÁSQUEZ, ya que era la mujer de Rafael Alberto Vásquez, el padre de mis tres hijos mayores. Pertenecí a BARRILETE desde los primeros tiempos hasta el año 1964 (ver contratapa N° 7). Participé del INFORME SOBRE DISCEPOLO. En 1963 se incorpora al grupo Miguel Angel Paéz (el Negro Paéz), que será mi compañero durante 20 años (y el padre de otra de mis hijas). Él participará en el INFORME SOBRE LA ESPERANZA. En 1964 Paéz y yo nos separamos del grupo por razones personales y entramos a formar parte del equipo de la revista CERO de Vicente Zito Lema. Tanto Páez como yo hemos colaborado con la revista VIGILIA y ENCUENTRO, de Alberto Luis Ponzo. Miguel Páez publicó en la revista ZONA de la poesía americana N° 4 Nov. 1964. Ambos colaboramos con el BOLETIN DE POESIA de Jorge y León Federico Fiel. En noviembre de 1964, yo publico mi primer libro de poemas "LA VIDA DE GOLPE" , editorial Colombo, con un premio del Fondo Nacional de las Artes. José Luis Mangeri publica en el diario EL POPULAR mi poema "ISLA MACIEL". En 1966 presento mi libro en el café-teatro "GOTAN", con palabras de Horacio González Trejo y Intervención musical de O. Rovira. En 1968 me exilio en Brasil y luego en Bélgica donde vivo actualmente y donde continúo las actividades culturales. Entre 1980 -1982 participo del equipo de redacción de la revista FRANJA. En 1980 gano dos concursos de cuentos en español, en Bélgica y Berlín respectivamente. En 1981 publico: "SUR", un libro de poemas juntamente con Miguel A. Paéz y Néstor Ponce, editorial Mataró, Barcelona, España. En 1983 formo parte del grupo IDENTITÉ de lengua francofona y compagino una Antología de poetas y pintores en el exilio, Ediciones: "L'Arbre à paroles" en francés (1984). Entre 1980-1982, creo y animo el Centro Cultural Rodolfo Walsh, en Bruselas. En 2002 gano el segundo premio de las ediciones "Nuevo SER" Buenos Aires. En agosto del 2000, de pasaje por Buenos Aires, reencuentro a Vicente Zito Lema, a Alberto Szpunberg y a José Luis Mangeri y presento en el Café Literario Osvaldo Bayer de la Librería de las Madres, mi libro de poemas DE PUÑO Y DE PIEDRA, antología conjunta con los poetas Gino Sartori y Gustavo Gómez Giraldo; edición artesanal, año 2000. En noviembre 2006 publico mi primera novela "FRAGMENTOS DE UNA MEMORIA" ediciones DUNKEN. La novela fue presentada en 2007 en la Universidad del Sur y declarada de utilidad provincial por la Legislatura de Río Negro. Ese mismo año, el libro fue presentado en la Feria del Libro y en la Editorial Dunken. Actualmente animo talleres de escritura en español y acabo de terminar mi segunda novela: "MYRIAM DEL CARBON AL FUEGO", que acabo de enviar al concurso ALFAGUARA, pero sin padrinos...
Miguel Páez, vive también en Bruselas, estamos separados, pero guardamos una buena relación, él escribe mucho y vive en un cierto ostracismo. En otro mail te enviaré algunos poemas míos y otros de Páez. Ahora te adjunto fotos de integrantes de BARRILETE tomadas en diciembre de 1963, cuando volvíamos de una lectura en Moreno, provincia de Buenos Aires. Foto N° 1 de izquierda a derecha: Miguel Ángel Rozzisi, Rafael Alberto Vásquez, Ramón Plaza, la "Negra", Roberto Santoro y Miguel Ángel Páez. Foto N° 2: yo, Rozzisi, Plaza y Vásquez. Foto N° 3: Rozzisi, yo, Plaza y Vásquez.
Cualquier dato que necesites y yo pueda facilitarte, quedo a tu disposición. Un abrazo ANA FERNÁNDEZ
--
... En cuanto al nuevo material, se trata de un homenaje a Santoro y una presentación de Barrilete que hicimos en Bruselas en el 2005. Te cuento que con Miguel Páez integramos un grupo de poetas latinoamericanos y belgas que se llama "LA CASA DE LA HIGUERA" Cuando nos llegó el INFORME SOBRE SANTORO por Rafael Vásquez, Miguel y yo propusimos hacer una actividad, para hacer conocer aquí la trayectoria de Barrilete y la vida y obra de Roberto. Primero hicimos un programa de radio, por una radio libre y luego un acto en nuestro local. El tema despertó mucho interés... Te adjunto algunas fotos del acto. En una de las fotos estoy yo contando la experiencia de Barrilete, en la otra estoy leyendo poemas de Roberto y en la tercera somos Miguel Páez y yo mostrando fotos, ejemplares de Barrilete y los Informes.
... Te mando un fuerte abrazo y un beso y seguimos en contacto. ANA”
--
Carlos Ibáñez. “La geografía en el viento”, 1965. Integró Barrilete desde mayo de 1964 hasta abril de 1965. Preparó el número 8 y el 9/10 de la revista.
--
Juan José Folguera. Nació en Corriente en 1940. Falleció el 1º de diciembre de 2004. Integró el grupo desde marzo de 1965 hasta septiembre del mismo año. Publicó: “Saberse río”, “Los dados”, “Regresos”.
--
Enrique Courau. Nació en Buenos Aires en 1943. Detenido-desaparecido desde el 18 de junio de 1976. Publicó “El camino del pueblo” (Cuaderno de Cultura Peronista, 1972) y “Al paredón” (Editorial Papeles de Buenos Aires). Integró el Grupo Barrilete desde junio de 1965 hasta febrero de 1966. Participó en “Informe sobre Santo Domingo”.
Ver DECIDOR de Rubén Derlis
--
Atilio Luis Viglino
Gerardo Berenztein
Armando Piratte
Cristina Brignolo
Hugo Lapilover
Silvia Susmanscky
José Antonio Juni
Margarita Belgrano
Rubén Cáccamo
Aníbal Dragovetsky
Hugo González
Silvio Rapaport
Algunos autores que participaron con textos:
En “Suplemento imprescindible”, de septiembre de 1967: Isidoro Blaistein, Alicia Bello, Alicia Brodski, Rubén Derlis, Roberto Díaz, Julia Gessi, Elba Marchisio.
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Poesía argentina,
Rafael Vásquez,
Revista Barrilete,
Roberto Santoro
Los poetas de “Barrilete”. Selección de poemas.
Daniel Barros
“Y que salga el sol por Antequera”
Ediciones Dunken, 1996
Tratamos de no mentir
esta vez:
casi nunca se me ha dado
por amoldarme dócilmente
a la voluntad de los otros.
No olvidar que los récords
con exceso de viento a favor,
no se homologan.
.
Con una mano en el corazón,
mientras la otra
busca un poco de abrigo:
en sagrado lugar,
se puede decir, firmar
y afirmar
que ya no hay diablo
capaz de comprar almas,
por ser éstas verdaderas
especies en extinción.
Son datos provisorios
que uno tiene,
luego de tantísimos escrutinios
hechos al divino botón.
________
Martín Campos
“El temor y la búsqueda”
Editorial Stilcograf, 1960.
Perduraré mañana, solitario,
sin voz, sin sangre, sin emblemas;
cuando pervierta el sol oscura mano
y este largo morir insomnio sea.
Nada me resta ya, salvo el silencio,
salvo la vasta nave de los sueños
que zarpará constante hacia el naufragio
de esta clara memoria.
Esta brusca mirada, esta mentira,
este equívoco fraude, este fantasma
condicionan la costra y la inmundicia,
la pústula de ser definitivo: el barro.
El silencio también, la oscura mano
vacía, mañana, se abrirá a los cielos,
sin voces, sin sangres, sin emblemas:
Hueca.
_____
Ramón Plaza
“Apuntes para un resumen de vida / Obra poética inédita”
Alción Editora, 2005.
Otoño
Viajo hacia un país donde el otoño
no existe.
Es decir, viajo hacia un país
donde la vida crece sobre la vida
y el hombre es el único resto
no vegetal de un planeta
comido por la soledad, la violencia
y un reuma atroz.
Viajo hacia un país
que no amo ni amaré
porque no existe el otoño, es decir,
no existe la muerte.
Viajo hacia un país
que parece prometer la eternidad.
Viajo.
Teoría del bolsillo derecho
Con todos mis bolsillos derechos
sucede lo mismo: están rotos.
Por allí resbalan hacia la noche
poemas que escribo en la nada,
en la ciudad.
En los textos las sombras recuperan
a los centenares de tranvías
que ya no pasan hacia ninguna parte.
La Ciudad
en esos poemas con ventanillas
reaparece como un fantasma seco.
“Esto no da más”
se escucha repetir con insistencia.
Los ecos hablan como si pronunciaran
un dictamen sobre alguien muy cercano
azotado por el cáncer.
Todos mis bolsillos derechos están,
insisten en estar muertos sobre
el mismo tobogán de infortunios.
Los poemas resbalan por allí,
se atropellan como tranvías,
desaguan en el corazón de la nada.
_______
Miguel Ángel Rozzisi
“Poemas de pluma rota”
Editorial El Barriletel, 1964.
Solo
Anduve por las ciudades
matando el tiempo de las veredas
uniendo a todos por las miradas
anduve
diciéndole piropos a las puertas.
Anduve con los hermanos de la madrugada
entusiasmado de verdad
del ojo oscuro de la noche
anduve diciendo cosas
muchas cosas
para adentro
y para afuera.
El marco beso caliente del café mi amigo
que rompió de miradas contra el vidio
me despertó la mañana hamaca de sol
en un solo murmullo peinándome los sueños.
_____
Horacio Salas
“Dar de nuevo”
Grupo Editor Latinoamericano, 2003.
Treinta y cinco milímetros
Cuando nos veamos tal como nos ve la Canon
nuestras sonrisas los ojos entrecerrados por el sol
serán pasado
de este momento tendremos unas pocas imágenes
captadas desde el ángulo barrido por la lente
con el tiempo una copia de rasgos desteñidos
será lo único que reste de los gestos de ahora
esa primera risa de algún hijo
un movimiento de la mano un guiño
o el golpe de encontrarnos de pronto a los que han muerto
que nos miran impávidos
acusándonos
porque no los amamos lo bastante
porque en realidad los hemos olvidado.
Obra completa
Todos los dolores y las perplejidades de un hombre
pueden ser cobijados en un solo volumen
atareado oculto entre dos tomos en la segunda fila
Los pasos desde aquel lejano primer día
el brillo en la mirada que se perdió en la tarde las sonrisas
y esa voz enronquecida por la almohada
nombres grabados en un árbol y una fecha
debajo
convertidos en una traducción de pocas líneas
humo de la ambigüedad palabras reunidas en un temblor
eléctrico
serán lecturas distraídas antes de un examen
o el desdén de un hojeo en un insomnio
la inmovilidad en alguna biblioteca de barrio.
¿Y la mano anónima que subrayó dos versos?
¿Ese fue el resultado?
_____
Roberto Santoro
“Pedradas con mi patria”
Editorial “El Barrilete”, 1964.
IV
mi patria está viva cuando escribo
se sale por el lápiz
invade mi camisa
muchacha
inventemos el amor con lo que queda
es necesario buscar
no perder tiempo
mi patria tiene forma de poema
hay que llevarla crucificada al hueso
ayudarla a salir
amarla y desamarla
entonces algo pasa
se cortó el hilo de repente
mi patria es joven como yo
tiene sus dudas
_____
Marcos Silber
“Primera persona”
Ediciones del Mono Armado, 2004
Evocaciones
Entonces cumplía sueños de jornada completa,
y el juego de soñar ocupaba todo el juego.
En el altillo de los ojos
sobrevive la foto sucesiva de entonces;
sobreviven los fantasmas del indómito capitán,
la gesta de mis heroicos guerreros
las campañas de siestas victoriosas
los clamores de tumultuosas hazañas.
Sobreviven las brisas de piadosas cocinas
y los húmedos sustos del sótano encantado.
Pero sobre todo, como una obstinada inmortalidad
sobreviven los clamores de las hojas de otoño
al sur de mis pasitos consagrados a derrotarlas
y guardar –tal vez- para mi muerte
la memoria de ese particular quejido de la vida.
. . .
Se murió el poeta, y ello, tal vez
valga como prueba de su naturaleza humana.
Ahora, cada sobreviviente emitirá
palabras de esas, apropiadas para el caso.
Diremos: “Se extinguió una luz”
“De duelo se muestran las vocales”
“Nieva en plena primavera”
Luego, todo lo que se diga no logrará recuperarlo
ni responderá nada de lo tanto precioso
que se alojaba dentro de su cuerpo;
el suyo, tan cierto como el resto de los mortales.
Se murió el poeta, abdicó su sitio en la vida,
claudicó su altiva caldera.
Se ve reposado ahora,
adecuado el modo,
pasivo su desempeño de muerto,
atento todo
a su serena definitiva distracción.
_____
Alberto Costa
“De Santoro”
Ediciones del Rescate, Madrid, 1979
Aflojale que colea
a Roberto Santoro
Querido pelado tal vez es tonto lo que digo
lo que me digo cuando me afeito
cuando estoy solo y te recuerdo
Tal vez es demasiado duro acostumbrarse a tu ausencia
Por eso ya no me preocupo: te doy por muerto
tu barba seguirá creciendo seguramente
tu masa decrecerá irremediablemente
Tu muerte sólo confirma tus versos
tú amabas, ellos siguen matando todavía
Por eso no me preocupa no me quita el sueño
tu poesía inconclusa y sin embargo fijate qué tonto
no puedo dejar de pensar en los ojos de tu hija
¿Qué tenía Paula en sus pupilas antes que se llenaran de vacío?
¿Me equivoco o tenía llamaradas y nubarrones
lagunas lluvias chispazos y a veces un poco de nostalgia?
¿Qué pasó con los ojos de tu hija pelado?
¿Estará viendo todas las dimensiones de golpe?
¿Estará rehaciéndose por dentro?
¿Habrá bajado las cortinas para que no se vea el fuego o las lágrimas?
¿Qué sentirá el hombre que reciba la primera
nueva mirada de tu hija
pelado?
______
Alicia Dellepiane Rawson
“Un balcón en el aire”
Impresora Rawson, 1996
Como una lluvia
Entre tus manos y mis palabras
me ocurre el tiempo
Exactamente aquí
y en este instante
se aprende a distinguir
la soledad del desamparo.
Para Susana Thenon
Ese es el error
decir que me hacés falta
cuando hace falta que estés
Te hacés falta al no estar
Esa es la muerte
nos faltamos los unos a los otros.
_____
Carlos Patiño
“Esquinas silenciosas”
Casa de las Américas, Cuba, 1990
La vida pisa y pisa deja huellas
y huellas
vivir no es el misterio es tan solo la vida
los misterios son otros
la sirena de un barco
la sinrazón del beso
o del enojo
los misterios son rostros
pensamientos dolores contradicciones varias
terrores giratorios en el abismo oscuro de la cama
flotar en los espacios de esos puntos inarmónicos
ripios
aquello que nos dicen y las cosas que son
el descubrirlo
huellas
Armas llevar
Un arma sólo sirve para
matar /
si quiere ser honesta
un arma
debe ser ligera y acerada
porque
matar es siempre una desgracia
por eso un arma
si quiere ser honesta
no puede tener angelitos dorados
en el cargador
cachas de nácar
o dibujos festivos de ninguna índole
seca
austera
de pocas palabras
un arma
si quiere ser honesta
carecerá de toda fioritura:
matar no es una fiesta.
_____
Rafael Vásquez
inédito
Viejas fotografías
Uno no sabe nunca, mientras toma las fotos,
qué sentido tendrán cuando los años
nos cambien el paisaje, la ciudad, los lugares
o también las personas
que encerradas en ese cuadradito de papel que perdura
hayan envejecido o ya no estén.
Hay un recuerdo
con aire a eternidad que no se cumple
y si olvidamos anotar la fecha
sólo a veces los cambios en la edad se adivinan.
La memoria resbala por esos desencuentros
y nos perdona apenas.
Nadie llora despierto sobre las viejas fotos.
No se explica
Si uno explicara qué quiso decir con la palabra.
Si el claroscuro del poema fuera
el dibujo coherente de la anécdota:
aquí estaba el amor,
en esta mesa del bar nos encontrábamos,
esa noche fue así.
¿Dónde quedó aquel diálogo
que omitimos sabiéndolo
porque el recuerdo a veces se atesora?
La desnudez nos ilumina.
Si todo el tenue relato de expusiera
secuencia por secuencia
como una vieja película olvidada
ya no nos quedaría
más nada por decir
y llegaría el silencio.
Por eso es que el poema no se explica.
___
Brevísimos datos bio-bibliográficos de los poetas de “Barrilete”:
Daniel Barros. Nació en Olivos, provincia de Buenos Aires, en 1933. Poeta y ensayista. Publicó: “Voluntad de la palabra” , 1962. “Lo que falta agregar”, 1962. “Mujer en la calle”, 1963. “Los días mandan”, 1964. “Cross a la conciencia”, 1965. “Ciento ochenta grados”, 1967. “Y que salga el sol por Antequera”, 1996. “juan de la cosa”, 1996.
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Martín Campos. Nació en Buenos Aires en 1929. Poeta, periodista, autor dramático. Publicó: “Poemas para la infancia del hombre”, 1955. “El temor y la búsqueda”, l960. “Desde un vasto recuerdo”, 1961. “Con el puño entre los dientes”, 1963. “El vendedor de sangre”, 1963. “Cuando el perro es uno mis-mo”, 1964. Murió en 1996.
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Ramón Plaza. Nació en Buenos Aires en 1937. Poeta, ensayista, novelista. Publicó: “Edad del tiempo”, 1958. “Libro de las fogatas”, 1963. “A pesar de todo”, 1965. “Jardín de adultos”, 1968. “Pata de palo”, 1974 (novela). “Salvar la cabeza”, 1979 (novela). “El medio tango de Tony Hernández”, 1982 (novela). “Dónde queda ese país”, l988 (novela). Póstuma, “Apuntes para un resumen de vida”, 2005. Murió en 1991.
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Miguel Ángel Rozzisi. Nació en Buenos Aires en 1939. Poeta, fotógrafo. Publicó: “Poemas de pluma rota”, 1964. “Antes que nada”, 1965. “Los malditos”, 1966.
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Horacio Salas. Nació en Buenos Aires en 1938. Poeta, ensayista, periodista, historiador. Publicó: “El tiempo insuficiente”, 1962. “La soledad en pedazos”, 1964. “Memoria del tiempo”, 1966. “El caudillo”, 1966. “La poesía de Buenos Aires”, 1968 (ensayo y antología). “La corrupción”, 1969. “Mate pastor”, 1971. “Generación poética del 60”, 1976 (ensayo y antología). “Gajes del oficio”, 1979. “Que veinte años no es nada”, 1982. “Cuestiones personales”, 1985. “El tango”, 1986 (ensayo). “El otro”, 1990. “Homero Manzi y su tiempo”, 2001 (ensayo). “Dar de nuevo”, 2003. “Lecturas de la memoria”, 2005 (ensayo).
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Roberto Santoro. Nació en Buenos Aires el 17 de abril de 1939. Fundador de la revista literaria El Barrilete y de publicaciones como Gente de Buenos Aires y Papeles de Buenos Aires. Publicó: “Oficio desesperado” (Ediciones Cuadernos del Alfarero, 1962); “De tango y lo demás”, fragmento (Editorial Barrilete, 1962); “El último tranvía”, plaqueta (Editorial Barrilete, 1963); “Nacimiento en la tierra” (Ediciones Cuadernos Australes, 1963); “Pedradas con mi patria” (Editorial Barrilete, 1964); “De tango y lo demás” (Editorial Barrilete, 1964); “En pocas palabras”, plaqueta (Ediciones Hechas a mano, 1967); “Literatura de la pelota”, recopilación sobre el tema del fútbol (Editorial Papeles de Buenos Aires, 1971; reeditado en 2007 por Ediciones Lea); “A ras del suelo” (Editorial Papeles de Buenos Aires, 1971); “Desafío” (Editorial Gente de Buenos Aires, 1972); “Uno más uno humanidad” (Ediciones Dead Weight, 1970); “En esta tierra lo que mata es la humedad” (tragedia musical representada en Buenos Aires, 1972); “En esta tierra” (canciones; música de Raúl Parentella; canto Kiko Fernández; Music Hall, 1972, disco L.P.); “Poesía en general” (Editorial Papeles de Buenos Aires, 1973); “Cuatro canciones y un vuelo” (Editorial Gente de Buenos Aires, 1973); “Las cosas claras” (anti-libros “La trenza loca”, 1973); “Lo que no veo no lo creo” (canciones; música y canto Jorge Cutello, 1974); “No negociable”, carpeta (Editorial Papeles de Buenos Aires, 1975). Acerca de Santoro: “De Santoro” (Homenaje a R. J. Santoro realizado en Madrid por poetas y escritores exilados, Ediciones del Rescate, 1979) y “Informe sobre Santoro. Aproximación bio-bibliogràfica sobre el poeta Roberto Jorge Santoro con antología y apéndice” por Rafael Vàsquez, Libros de Tierra Firme, 2003. Santoro fue desaparecido el 1° de junio de 1977 en su lugar de trabajo: la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 “Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán”, en la calle Saavedra del barrio del Once, donde el poeta prestaba servicio de preceptor, con el cargo de subjefe.
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Marcos Silber. Nació en Buenos Aires en 1934. Poeta, ensayista, autor dra-mático. Publicó: “Volcán y trino”, 1958. “Las fronteras de la luz”, 1962. “Libertad”, 1964. “Sumario del miedo”, 1965. “Ella”, 1968. “Dopoguerra”, 1974. “Historias del Oeste”, 1984. “Cono de sombra y casa de pan”, 1985. “Noticias sobre el incendio en la nave mayor”, 1998. “Suma poética”, 1999. “Roca viva”, 2000. “Primera persona”, 2004.
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Rafael Vásquez. Nació en Buenos Aires en 1930. Poeta. Publicó: “La verdad al viento”, 1962. “Apuesta diaria”, 1964. “La vida y los fantasmas”, 1968. “La piel y la alegría”, 1973. “Hay sol en Buenos Aires”, 1975. “Cercos de la memo-ria”, 1992. “Ese sitio sin paz de la memoria”, 2007.
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Alberto Costa. Nació en Buenos Aires en 1941. Poeta. Publicó: “Lo que duele”, 1965. “Poemas con taquicardia”, 1967. “Poemas a la marchanta”, 1975. Vive en Madrid.
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Alicia Dellepiane Rawson. Nació en Buenos Aires en 1938. Poeta, traductora. Pjublicó: “Atreverse a todo”, 1965. “Las buenas razones”, 1966. “La mirada en el espejo”, 1969. “El signo de las cosas”, 1972. “De soledad a distancia”, 1978. “Memoria del amor”, 1985. “La rebelión de las palabras”, 1990. “Un balcón en el aire”, 1996.
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Carlos Patiño. Nació en Buenos Aires en 1934. Poeta, novelista. Publicó: “Buenos Aires por la cabeza”, 1966. “Hombre de doce menos cuarto”, 1968. “Retratos”, 1975. “Ceremonia (y otros desórdenes)”, 1985. “Esquinas silenciosas”, Cuba, 1990 (Premio Casa de las Américas).
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Felipe Reisin. Nació en 1940. Desconocemos fecha de su fallecimiento. Publicó: “Además hay mucho ruido”, 1960; “Fragmentos”, 1974; “Región gris”, 1975. Reisin integró el Grupo Barrilete desde agosto de 1964 hasta septiembre de 1966, y desde mayo de 1974 hasta agosto del mismo año. Preparó el número 11 de la revista, fue codirector del número 12 y participó en los Informes sobre Santo Domingo y el País.
Ver DECIDOR de Rubén Derlis.
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Rafael Vásquez. Buenos Aires, 17 de octubre de 2007. Especial para El espiniyo y Aromito.
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miércoles, 14 de enero de 2009
"Roberto Santoro: rejuntando pedasos de a cachitos" por Poni Micharvegas
La escena fugás transcurre en el puerto de Buenos Aires. Nunca supe cuándo fue. Si en el mismo nefasto 76 o en los meses inisiales del 77. Un barco de pasajeros va a sarpar rumbo a Europa. Entre los que se despiden en la dársena - ha desidido dejar el país terremoteado por una violensia desatada e incalculable -, está el poeta Luis Luchi. Sus companieros de aventuras líricas, Roberto Santoro entre eyos, le abrasan y le besan. También lo hasen con Nélida, la cumpa de Luchi. Hay una emosión mas que honda. Ahogante. Luisito –así le yamábamos a Luchi los prósimos y los prójimos -, le pregunta a Santoro: “Y vos, Roberto, cuándo te embarcás? Tendrías que hacerlo cuanto antes”. Luisito me narró muchas veses aquel episodio que, según él, hubiera cambiado la vida de Santoro. Para Luchi era como una idea recurrente, una obsesión pertinás. “Tengo una responsabilidad, Luchi. Yo me quedo. Compartiré con los cumpas lo que venga…”.
Mi amistad y frecuentasión con el poeta de “Poesía en general”, se incrementócuando – después de habernos bajado por la fuerza de CPU ( Canto Popular Urbano), un frente artísticocultural que reunió a poetas, músicos, cantores, actores y bailarines entre disiembre de 1972 y enero de 1974, tuvimos que disolvernos por las amenasas constantes y el apriete que sufríamos al poner en juego un inaugural discurso poético cantado y una actitud de compromiso vital sercana al soniado Hombre Nuevo. Cada tanto me caía a las reuniones de la AGE ( Agrupación Gremial de Escritores), convocadas en el local de la SADE( Sociedad Argentina de Escritores ), y cuyos propósitos de defender derechos de creadores y discutir la realidad candente de esos días, nos resultaba útil para saber qué estaba susediendo en nuestra capa y en todo lo relacionado con la espresión de la libertad, cada ves mas reprimida, sensurada, perseguida. Ayí concurrían muchos companieros de la letra y la asión: Diego Mare, Vicente Zito Lema, Simón Kargieman, “Coco” Moreyra, David Viñas, Ricardo Piglia, Alberto Costa, Carlos Patiño, José Antonio Cedrón y los que después, tristemente, engrosarían esa lista inaudita de los yamados “detenidos-desaparecidos”, eufemismo y paráfrasis del genosidio aniquilante instaurado por los milicos y sus húsares de la muerte: Lucina Álvarez y su cumpa Oscar Barros, Haroldo Conti, Juan Carlos Higa, Dardo Dorronsoro y el mismo Roberto Santoro. Nunca dejó de impresionarme el alto presio que pagó la AGE frente a la represalia: seis companieros de los cerca de la cincuentenade integrantes activos. Poetas que yevamos en nuestros corasones!
Roberto, “El Negro”, era un hombre dinámico, empenioso, desidido. Arrastraba tras él una épica de muchacho inquieto, insatisfecho con la vida que nos había tocado bancar, con una voluntad radical de cambio manifiesto, resuelto no sólo a yevar la poesía a la caye sino a traer la caye a la poesía. Una sola ves leímos juntos en un acto de solidaridad, en un club de barrio. Él lo hacía con una vos aguda, desasosegada, perentoria: profería sus poemas breves e insisivos, especialmente los de “Uno mas uno humanidad”, rápida, velosmente ( “una tras otra como punialada e’surdo”, que dirían en el campo crioyo…). Procuraba un efecto tenso, de aclarasión y determinasión urgente, de señalisasión dramática. La última ves que le ví, yo ya había desidido dejar Argentina: las cosas no me iban nada bien y un cretino amaneuense calificado de “periodista”, se propuso arruinarnos la existencia metiéndonos en un libraco, en lo que podía interpretarse como una “lista negra”, a unos 800 companieros: “El mito peronista”, del funambulesco fantasma Roberto Aizcorbe, sostenido por los servisios secretos de la Marina y pagado por los capitalista Bunge y Born. Tomábamos un refresco en un bar de San Telmo y hasíamos tiempo para ir a una reunión donde programábamos actos. No le comenté al “Negro” mi desisión. Para qué yenarlo de mi angustia, de mi insertidumbre, del panorama sombrío que tenía por horisonte…
Estábamos en Brasil, resguardados en el chalé de mi amigo Joâo Portinari, en Buzios, cuando en un diario leímos la notisia de su secuestro en su lugar de trabajo. “La Familia Unitas” le había pasado por encima. Como hiso con 30 mil ciudadanos mas y con siento de miles de exiliados ( fenómeno éste todavíano satisfactoriamente estudiado ni analisado y, menos aún, reparado política,cultural, artística, sientífica ni materialmente! ) y miles de presos políticos y sientos de hijos y nietos de militantes o simpatisantes apropiados por los fratisidas, con esa revolución aún pendiente. Ya habíamos pasado el trago amargo del secuestro de Haroldo. Sabíamos de las detensiones del extraordinario poeta Miguel Ángel Bustos y del periodista Enrique Raab. Y estaban anulados los recursos de habeas corpus! Y del autista criterio aquel de “aquí no pasa nada!” se viró despeyejadamentea un penoso “por algo habrá sido!”.
Cada ves que leo para audiensias los poemas de Roberto Santoro, ayí donde sea, la siudad o el país que sea, al pronunsiarlos, siento que profiero con gotas de sangre viva en la sombra de la garganta, todos los nombres de los sin nombre que fueron avasayados por un plan criminal sesudamente madurado y ferosmente puesto en acto. Por eso el título que le puse a esta nota: nuestras vidas marcadas a fuego para siempre, no han de ser otra cosa que rejuntar pedasos de a cachitos…
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Poni Micharvegas: Poeta, músico, pintor, editor autogestionario, médico, sicoanalista. Actualmente reside en Madrid, donde se esilió a mediados de 1977.
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Por espreso deseo del autor, se respeta la escritura fonética de este trabajo,ya que es epresión a su rechaso de un “academisismo verticalista y hegemónico” que pretende determinar no sólo el lenguaje sino la realidad de nuestros pueblos latinoamericanos.
Madrid / 2M434NE( antiguo 15.VI.2008 d.C.)
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martes, 13 de enero de 2009
“Barrilete: Salimos a remontarnos” por Alberto Costa
Esa era la consigna del grupo Barrilete. Estaba escrito en la cola del barrilete que hacía de logotipo. Ahora, a más de 35 años de distancia, pienso que no nos dimos cuenta que el piolín no era elástico, pero en aquellos años los límites eran el desafío, eran como la soga, estaban para saltárselos. Santoro trabajaba en el Sindicato de Músicos, tal vez por eso empezamos a pensar en la SADE (Sociedad Argentina De Escritores) como en nuestro sitio natural, tenía que ser nuestro sindicato. Éramos todos escritores, "rantes" por vocación, "muchachos de barrio" que escribían poesía, y no teníamos porqué hacernos a un lado y dejar nuestra casa sólo para los Aristócratas de la Literatura. El principio era asociarnos y para eso había que tener, como mínimo, un libro publicado. Nos hicimos Editorial. En realidad eran ediciones de autor, pero con el sello de Editorial Barrilete. Por este motivo, en 1965, publiqué mi primer libro: "Lo que duele". Hice la presentación en la librería Falbo, en una Galería de la calle Florida. Aquello fue muy curioso, Falbo sabía organizar esas presentaciones, había mucha gente, recuerdo la presencia de Bernardo Verbitsky porque después me escribió una carta comentando poemas de mi libro y dándome mucho ánimo, y la del político Juan Carlos Coral que editaba un periódico: "Los de abajo", en el que publiqué un artículo, típico de aquella época, titulado, ni más ni menos que: El acto cultural más importante es la revolución. También cantó, acompañada a la guitarra por Oscar Matus, su marido y editor, en esa época, su primera época, Mercedes Sosa.Algún tiempo más tarde Matus nos editó un disco con poemas de Santoro, Patiño, Margarita Belgrano y míos. Los músicos eran, como nosotros, pibes que empezaban: Núñez Palacio a la guitarra y Oscar Mederos al bandoneón. Se llamó Buenos Aires vuelta y vuelta. No tengo ni uno. Y por no tener, no tengo recuerdo del nombre del genial diagramador e ilustrador de las tapas. Le pido disculpas. Cuando me secuestraron quemaron todos mis archivos, como para que no quede de mí ni la memoria.Desde acá, 2001, parece que todos éramos "pibes que empezaban", porque en la presentación de un libro con Faja de Honor de la SADE -cuando estaba en la calle Méjico, en una casa colonial, con aljibe y todo- también cantó una muchacha que estaba empezando: Susana Rinaldi. Lo difícil es describir el entusiasmo y la pasión con que vivíamos cada hecho, y eran muchos, tantos que se entremezclan. En lo que cuento hay algunas alteraciones cronológicas -no más de algunos meses o algún año- debidas a la falta de ficheros y a la intensidad de cada etapa. Una fue la anterior a Onganía, la siguiente llegó hasta el 73 y la última, la que parecía la del triunfo, culminó con el secuestro, el asesinato, la desaparición, o el exilio, de casi todos los integrantes de nuestro grupo y de nuestra generación.Pero no lo sabíamos, y cuando lo supimos ya no podíamos parar. Salimos a remontarnos y en eso estábamos.Vuelvo atrás. Onganía todavía estaba en algún cuartel. Nosotros queríamos desarrollarnos como escritores entendidos como trabajadores de la cultura. Y como trabajadores queríamos nuestro sindicato y ahí estaba: la SADE. Estábamos en plena campaña de afiliación y no era fácil. Los escritores jóvenes se mostraban reacios y los no tan jóvenes desconfiaban de nosotros. Éramos raros. Distintos.
En nuestra revista publicábamos a los poetas del tango, a Discépolo, Homero Manzi, Evaristo Carriego, y otros. No era muy usual verlos en revistas literarias. También visitamos en su casa a Leopoldo Marechal, que nos recibió con su mono de obrero puesto y nos dijo que lo hacía siempre que se ponía a escribir, para él la escritura era un trabajo, y se ponía el mono para trabajar. Como cualquiera. Después sí vino el golpe de Onganía, y empezaron los resquemores. Algunos eran más cuidadosos que otros. En Barrilete publicamos nuestro repudio y algunos de los integrantes se fueron. Nada que reprocharles. Ahora. En aquel momento nos puteamos. Los que nos quedamos nos fuimos haciendo más radicales.En algún momento alguien trajo unos poemas que habían escrito en Salta algunos integrantes de la guerrilla de Massetti. La discusión fue muy dura. De pronto entró en cuestión el tema de la calidad de los escritos publicables en Barrilete. Nos dábamos manija entre nosotros y la mayoría decidió que había que publicarlos por su valor testimonial, no por su valor poético. Eran cosas de aquella época. El pelado Santoro, fundador de Barrilete, se fue, junto con otros cuantos. Nos quedamos Patiño, yo, y algún otro. Y comenzó otra etapa, la anteúltima... (seguí leyendo acá).
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ALBERTO COSTA nació en Quilmes, Provincia de Buenos Aires, el 24 de diciembre de 1941. Es Capricornio y Serpiente de Metal. Escribió los libros de poemas: “Lo que duele”, “Poemas con Taquicardia” y “Poemas a la marchanta”. También editó un poema-afiche: “Si llego a morir”, días antes del golpe de Videla, se vendieron 4500 ejemplares en una semana. Hoy, el autor, se avergüenza parcialmente de él porque en un verso dice que la tristeza debería ser prohibida por decreto oficial. Hoy piensa que tanto autoritarismo sería cruel e insoportable. Y le da vergüenza no haberlo pensado en aquellos días. Fue codirector de la revista Barrilete y Secretario General de la Agrupación Gremial de Escritores. Sobrevive en Madrid desde el 10 de septiembre de 1977. Es Director del Equipo Editorial de Francachela, en España.
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Los "Informes" del Grupo Barrilete por Carlos Patiño
No bastaba el taller, no bastaba la revista, no bastaban las lecturas de poemas en bares, sociedades de fomento, clubes de barrio, universidades y teatros que el grupo Barrilete hacía cada fin de semana y a veces hasta cada día. El vértigo de la década del 60 exigía más: más trabajo, más presencia, más velocidad. Así nacieron los INFORMES, para responder a esa necesidad. El primero: el INFORME SOBRE LAVORANTE. Como se recordará, Alejandro Lavorante fue un boxeador de peso pesado que, apresado en la maquinaria de los promotores, fue obligado a sostener un combate muy poco después de haber perdido una o dos peleas por KO, mucho antes de lo señalado por los reglamentos en casos semejantes. Le costó la vida. La muerte de Lavorante acongojó al país, porque era muy querido y se la equiparó - y lo fue, en realidad - al homicidio. Allí la idea fundamental de los Informes se puso en marcha. Cuando el casi cadáver del infortunado muchacho arribó a Buenos Aires - en estado vegetativo, muriendo poco después - ya el grupo Barrillete había vendido, en las calles, bares y plazas, más de 3.000 ejemplares de ese primer Informe, en donde se atacaba fundamentalmente ese comercio al que no le interesa para nada la vida de las personas. Y al sistema que lo produce y protege, por supuesto.
Los Informes eran algo así como periodismo poético. O poesía periodística, no sé muy bien como definirlos; es decir, poemas pegados al suceso, hechos al vapor, de un día para otro, urgentes, de emergencia - en los dos sentidos posibles de esta palabra: asomarse y eventual - con la sola pretensión de dar testimonio, de participar desde la poesía en aquellos acontecimientos que conmovieran a nuestro pueblo. Si un hecho grave o destacado se producía, o un tema preocupaba a la opinión pública, por decirlo de alguna manera, el grupo se reunía, como cualquier redacción de cualquier diario: para el día siguiente todos deberíamos traer nuestro poema. Se leerían, como siempre, en voz alta y aquellos que la mayoría aprobara, uno o dos días más tarde - no más - estarían en la calle. No todos se aprobaban. Así eran las reglas. A casi todos los poetas del grupo les tocó alguna vez quedarse fuera. En el pico de estos informes llegaron a venderse 25.000 ejemplares en una semana. Si no me equivoco, fue el INFORME SOBRE SANTO DOMINGO, al ser invadida la República Dominicana por los marines. El costo de los INFORMES, desde luego, era muy accesible.
No hace mucho, en una entrevista concedida a DIARIO DE POESIA, Juana Bignozzi, una de las fundadoras del grupo EL PAN DURO, autora, entre otros, de un estupendo libro: "Mujer de cierto orden", excelente poeta hoy extraviada en los esteticismos decadentes de la frívola, amurallada y decadente vanguardia francesa - vive en París, claro - preguntada que fue sobre la poesía del 60 dijo algo así como "y dónde están ahora los poetas de Barrilete, que tenían la presunción de haber revolucionado la poesía con sus Informes...". Nos enojamos mucho con Juana Bignozzi por eso. Porque nadie dijo jamás en parte alguna que los Informes del grupo Barrilete fueran a revolucionar la poesía. Nunca tuvieron esa pretensión ni esa presunción. Alguien dijo que atribuirle al oponente una necedad y refutarla luego victoriosamente es un procedimiento de personas no muy inteligentes. Este es el caso: los Informes no intentaban revolucionar ninguna poética. Todos cuantos participamos en ellos sabíamos que estaban inmersos en las generales de la ley periodística: nada hay más viejo que el diario de ayer. O, en este caso, el poema de ayer. Lo distinto no era lo poemático, sino los Informes en sí mismos, los Informes en cuanto tales: poesía periodística, género de la inmediatez no destinado a eternidad o revolución alguna sino a decir simplemente que la poesía estaba presente, compartiendo la misma calle en donde estaba el pueblo. Juana Bignozzi, cuya visión de la generación a la que pertenece por derecho y calidad propias es por lo menos miope - y no sólo por este juicio sibilino - sigue demostrando desde hace rato que vive en un placard. De luxe, pero placard al fin.
El último Informe del grupo Barrilete fue el INFORME SOBRE TRELEW, desde luego aludiendo a los fríos y cobardes asesinatos de guerrilleros producidos en la base militar de esa localidad. Recuerdo perfectamente al Toto Santoro proponiendo que esta vez no hiciéramos lo de siempre, sino algo distinto: una especie de sobre grande de donde el lector pudiera ir sacando cosas: poemas, dibujos, grabados, notas, etc. Explicaba su idea actuando la fruición con que un niño sacaría cosas inesperadas y maravillosas de una inesperada y maravillosa galera. Lo estoy viendo...
Así se hizo este Informe. Por desgracia, una de las cosas que salieron de esa galera fue la persecución, la prohibición definitiva del grupo y de la revista Barrilete, además de la muerte para varios de sus participantes. Nosotros no ignorábamos el riesgo que significaba publicar ese Informe. La Triple A de López Rega nos tenía en la mira; había sacado una solicitada a toda página en los principales diarios "denunciando" a Barrilete como subversivo, incluyendo los nombres de todos los poetas del grupo, incluso de quienes ya se habían ido, como por ejemplo Miguel Ángel Bustos, poeta místico que no compartía la idea de mezclar poesía y política y por eso dejó el grupo. Pero que se mezclan inevitablemente, lo prueba el propio e infortunado Miguel Ángel Bustos, desaparecido por la dictadura militar, que no reparaba en estas sutiles distinciones. Pero el Informe sobre Trelew era tal vez el Informe que más debía hacerse. Lo prueba el hecho de que en ese Informe participó la mayor cantidad de poetas, escritores, pintores y periodistas, incluso no pertenecientes al grupo, de toda su historia. Hoy es prácticamente inhallable. Por último, para dar una idea concreta y actual sobre qué eran los Informes del grupo Barrilete, si hoy estuviera en vigencia ya andaría poetizando las calles - y sus poetas distribuyéndolo en cada piquete, en cada movilización - un INFORME SOBRE SALTA. (seguí leyendo acá).
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CARLOS PATIÑO nació en Buenos Aires en 1934. Perteneció al grupo, taller y revista Barrillete desde 1964 hasta 1975, año en que fuera prohibida. Se exilió en México en 1976. En México colaboró en numerosas publicaciones culturales y periodísticas. Regresó a la Argentina en 1985. Obtuvo varios premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Casa de las Américas de poesía en 1990 con su poemario “Esquinas silenciosas”. En la actualidad es profesor de los Talleres Literarios de la Universidad Nacional de Quilmes y director de la revista de poesía “El pez en el cielo”. Ha publicado seis libros de poesía y tiene inéditos dos libros de poemas y una novela.
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LOS INFORMES. Algunos datos necesarios, por jmp.
El Grupo Barrilete entre junio de 1963 y abril de 1966 publicó 6 Informes; en la década del ’70 aparece el último informe sobre la masacre de Trelew.
Participaron en los seis primeros informes:
INFORME SOBRE LAVORANTE:
Junio de 1963. Ocho poetas: Roberto Santoro - Atilio Luis Viglino - Miguel Ángel Rozzisi - Martín Campos - Ramón Plaza – Daniel Barros - Horacio Salas - Jorge Eduardo Fuentes.
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INFORME SOBRE EL DESOCUPADO:
Agosto de 1963. Diez poetas: Roberto Santoro - Miguel Ángel Rozzisi - Martín Campos - Ramón Plaza - Daniel Barros - Jorge Eduardo Fuentes - Diana Piazzola - Alberto Luis Ponzo - Armando A. Piratte - Esteban Peicovich.
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INFORME SOBRE LA ESPERANZA:
Octubre de 1963. Diez poetas: Roberto Santoro - Miguel Ángel Rozzisi - Martín Campos - Ramón Plaza - Horacio Salas - Alberto Luis Ponzo - Lorenzo Varela - Marcos Silber - Miguel Ángel Páez – Rafael Alberto Vásquez.
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INFORME SOBRE DISCÉPOLO:
Abril de 1964. Con un poema inicial: “Discepolín”, de Homero Manzi. Ocho poetas: Roberto Santoro - Ramón Plaza - Daniel Barros - Rafael Alberto Vásquez - Diego Jorge Mare - Ana Fernández - Rodolfo Ramírez - Marcos Silber.
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INFORME SOBRE SANTO DOMINGO:
Julio de 1965. Diecinueve poetas: Arnaldo Liberman y Héctor Yanover - Daniel Desaloms - Roberto Santoro - Martín Campos - Horacio Salas - Alberto Luis Ponzo - Rafael Alberto Vásquez - Humberto Costantini - Felipe Reisin - Enrique Courau - Carlos Patiño - Alberto Costa - Juan José Folguerá - Julio César Silvain - Cristina Brignolo - Vicente Zito Lema - Alicia Dellepiane Rawson - Marcos Silber.
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INFORME SOBRE EL PAÍS:
Abril de 1966. Ocho poetas: Roberto Santoro - Rafael Alberto Vásquez - Anadela Arzón - Cristina Brignolo - Alicia Dellepiane Rawson - Carlos Patiño - Alberto Costa - Felipe Reisin.
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INFORME SOBRE TRELEW:
Es el último informe del grupo, ya en la década del ‘70.
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domingo, 4 de enero de 2009
Un poema de Yabra Ibrahim Yabra
Poeta palestino que nació y murió en Cisjordania (1919-1994)
QIBYA
Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los caminos.
Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las ventanas.
Iban dirigidas a los corazones y a las entrañas.
Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.
Balas
se esparcen por las piedras arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en las
paredes.
Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche con la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre corre por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Cerrad las puertas,
apartaos de las ventanas, ocultaos de la luna
protegeos de la noche.
Pero las puertas son de madera
y las ventanas no se construyen para evitar
el aire, la luna,
la gelignita
y los colmillos de las hienas.
El corazón es de hierro pero
para las balas, la gelignita y los colmillos
es más débil que la madera.
Los brazos de Fátima rodean el cuerpo de Hasan:
una alberca de sangre,
y del padre de Hasan no queda
más que el qunbaz hecho jirones.
Buscadlos bajo las piedras
y juntad los brazos a los cuerpos.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche en la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre fluye por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Balas
golpean las piedras.
Gelignita.
La noche se desgarra
entre nuestros olivos y viñas.
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(Qibya es un pueblo palestino de Cisjordania, cuyos habitantes fueron masacrados por tropas israelíes en la tarde del 14 de octubre de 1953. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue quien dirigió las tropas aquel día.). Concepción Bertone.
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