miércoles, 29 de noviembre de 2023

DINO CAMPANA Pum




EL CANTO DE LA TINIEBLA 

Luz del crepúsculo se atenúa:
Inquietos espíritus ¡sea dulce las tiniebla
Para el corazón que ya no ama!
Manantiales, manantiales hemos de escuchar,
Manantiales, manantiales que saben
Manantiales que saben que los espíritus están
Que los espíritus están escuchando… 
Escucha: la luz del crepúsculo atenúa
Y para los inquietos espíritus es dulce la tiniebla: 
Escucha: te ha vencido la Suerte:
Pero para los corazones ligeros otra vida está a las puertas:
No hay dulzura que pueda igualar la Muerte
Más más más 
Oyes  que todavía te acuna:
Oyes la dulce muchacha
Que dice al oído: Más más 
Y aquí se alza y desaparece
El viento: aquí vuelve del mar
¡Y aquí sentimos jadear 
El corazón que más nos amó!
Miramos: ya el paisaje
De los árboles y las aguas es nocturno
El río se va taciturno… 
¡Pum! ¡mamá, ese hombre allá arriba!



     En Cantos órficos y otros cantos / Campana, Saba, Ungaretti, Montale, Quasimodo / Versiones de Rodolfo Alonso / Centro Editor de América Latina, 1982 / Fotos: jmp /  
     Dino Campana (Marradi, Romaña, Italia, 20 de agosto de 1885 – Manicomio de Castel Pucci, internado desde 1918, San Martín La Palma, cerca de Florencia, 1 de marzo de 1932) / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

martes, 21 de noviembre de 2023

ES TAN FÁCIL PASAR DE LA LUZ A LA OSCURIDAD





BAUTISMO 

     Es tan fácil pasar de la luz a la oscuridad. El poema (lo podés leer más abajo) es de Henry Treece (1911-1966). La versión de Juan Carlos Villavicencio. El poema lo canta Joan Báez (1941), está en su disco “Baptism” (Bautismo, Un viaje a través de nuestro tiempo, 1968). Entre otras pequeñas maravillas de los cántaros, canta y dice poemas y textos de Whitman, Prevert, García Lorca, James Joyce, Rimbaud, John Donne… Ningún hombre es una isla. Lo escuché ayer mientras esperaba. De tropezar, caerse, levantarse otra vez, estamos hechos de equivocaciones. Es tan fácil pasar de la luz a la oscuridad, cuando en realidad no somos ni lo uno ni lo otro.


¡NO DEBES ENTRAR DE NOCHE AL BOSQUE!

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”

Encontré a un hombre con ojos de vidrio,
Y un dedo tan enroscado como gusano retorciéndose,
Y el pelo todo rojo con podridas hojas,
Y un palo que silbó como una serpiente de verano.

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”

Él me cantó una canción usando palabras al revés,
Y dibujó un dragón en el aire para mí.
Vi sus dientes a través del dorso de su cabeza,
Y de su pelo ojos de una rata pestañeando.

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”

Él me hizo un centavo de una piedra,
Y me mostró cómo atrapar una alondra
Con una paja y una nuez y una palabra susurrada
Y una pizca de jengibre envuelto en una hoja.

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”

Él me preguntó mi nombre, y dónde vivo yo;
Le dije un nombre de mi Libro de Cuentos;
Él me pidió venir con él al bosque
Y bailar con los Reyes que viven bajo las colinas.

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”

Pero yo vi que sus ojos tornaban en fuego;
Y vi crecer las uñas en su retorcida mano;
Dije todos mis rezos precipitadamente,
Y me encontré a salvo en la tierra de mi padre.

“El bosque está lleno de fulgurantes ojos,
El bosque está lleno de pies arrastrándose,
El bosque está lleno de diminutos alaridos:
¡No debes entrar de noche al bosque!”


jueves, 2 de noviembre de 2023

ANTONIO GAMONEDA Eres azul en tus pezones






Un bosque se abre en la memoria y el olor a resina es útil al corazón. Vi las esferas del sudor y los insectos en la dulzura; 

luego, el crepúsculo en sus ojos; 

después, el cardo hirviendo ante el centeno y la fatiga de los pájaros perseguidos por la luz. 


.
Amé todas las pérdidas. 

Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible. 


.
Ha venido tu lengua; está en mi boca 
como una fruta en la melancolía. 

Ten piedad en mi boca: liba, lame, 
amor mío, la sombra. 


.
En la humedad me amas 

y eres azul en tus pezones. Hablas 

suavemente en mis labios y regresas 

a tu prisión en la melancolía. 



En Lengua y Herida, Ediciones Colihue, Buenos Aires, Argentina, 2004 / 
Antonio Gamoneda (Lobón, Oviedo, España, 30 de mayo de 1931) / Fotos y selección: jmp / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-