martes, 27 de diciembre de 2022

MAROSA DI GIORGIO Bajó una mariposa a un lugar oscuro

Taller solo, City Bell

 
***

     Bajó una mariposa a un lugar oscuro; al parecer, de hermosos colores; no se distinguía bien. La niña más chica creyó que era una muñeca rarísima y la pidió; los otros niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.
     Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.
     Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural. Me arrodillé y vi. Era verdad lo que decían los niños. ¿Cómo cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?
     Llamamos a un vecino. Trajo una pinza. Sacó las alas. Y un hombre alto se irguió y se marchó.
     Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado prodigiosamente en una caja. 

***


Conocí a Marosa en Montevideo, viajamos en colectivo, estuvimos en Sorocabana y en El lobizón, charlamos, solo callaba cuando se pintaba los labios, cosa que ocurría siempre, había silencios, sí, el silencio es otra manera de hablar / Me gusta la foto de portada, es de hace algunos años, en días de “iluminación”, muchas horas leyendo, escribía bastante, miraba el jardín y los árboles, ¿extraño esos días?, no están, se fueron, en lo que queda habrá que construir nuevos faroles para esta otra realidad / 


En Los papeles salvajes 1, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aites, Argentina, 2000 / De La liebre de marzo, 1981 / 
Marosa di Giorgio (Salto, Uruguay, 17 de junio 1932 - Montevideo, 17 de agosto 2004) / Foto: “Taller solo”, jmp /  
Los autores y textos seleccionados por el coordinador forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-
#LaTalitaDorada #TallerLiterarioLaPlata #TallerLiterarioCityBell / 

domingo, 25 de diciembre de 2022

EUGENIO MANDRINI Los misterios de la poesía


LOS MISTERIOS DE LA POESÍA 

     El poeta Ezra Kiesinsky, famoso por sus visiones que la realidad prontamente imitaba, hacía meses que no escribía una sola línea, ni una palabra o sílaba o letra. Se estaba allí, de pie frente a la ventana que daba al patio de su vieja casa, esperando una sorpresa: la caída de algún fragmento de otra dimensión, de una hoja de otoño vestida de escarcha, o de una gota del sudor del sol, en fin, algo, alguna de esas súbitas apariciones que, como solía sucederle, le abrieran la puerta de entrada al tembladeral del poema. Entonces vio al elefante, que lo miraba desde el patio. Era de un color gris violáceo y tan enorme su edificio de carne que pareció cubrir de sombra la ventana y aun la casa entera. Debía pesar, se dijo, más de tres toneladas.

     Antes de que la sobrenatural imagen desapareciera tan súbitamente como había llegado, el poeta Ezra Kiesinsky se sentó, puso una hoja bajo su mano y, sin agitar la respiración, escribió un admirable poema sobre una insignificante hormiga.


En Las otras criaturas, Menoscuarto Ediciones, España, 2013 / Fotos: jmp 25 12 2022 / 
Eugenio Mandrini (Buenos Aires, 16 de diciembre de 1936 – 30 de noviembre de 2021) /
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

sábado, 17 de diciembre de 2022

MARÍA CRISTINA SANTIAGO Las distintas formas de la materia



     I

4

Compañeros en una dimensión 
que ya no acepta olvido. 

Una foto recorre el mundo 
con tu nombre. 
Casi 
la realeza. 
En él podés 
descifrar el aleteo 
la mariposa en los salones 
y muy atrás 
un pasado de oruga. 


     II

1

Anoche vi tu sombra, 
apenas con la punta 
de los dedos 
rozaste mi cabello. 

A veces me parece 
que he muerto 
con mis muertos. 


4

Este es un cajón
donde cabe de todo.
Cuatrocientos kilos de piedras
le pusieron
para que no se moviera.
Veinte millones de cuerpos
hay adentro.
Veinte
y sus almitas
viajan a la intemperie.
A los tumbos
los barquitos pintados
llevándose a la muerta
como si el barco
ondeara
un carrito de cartones.


7

Era una sola
sombra larga y eran
doscientas las coronas,
aunque ahora que lo pienso
tal vez más de doscientas.
Tenían naranjas y en las manos
jarras de mate cocido.
Eran sombras de pelo desgreñado
el murmullo y los pañuelos
rezaban como si nunca
hubieran visto la noche
que se volvía mortal
a las veinte y veinticinco.
Esa noche
noche larga.


10

Ahora sólo soy espíritu
por fin pude arrojarme
al aire liberada
y soy también magnífica
energía que se desprende
del cadáver que besan
con unción, tocarlo quieren
y otros despedazarlo
para imprimir en cada miembro
las letras
de la palabra patria.


12

Sobrevuelo las distintas 
formas de la materia 
y aunque la luz es otra cosa 
reconozco, 
mis pobres manos no pudieron 
más que encender 
una bengala para paliar 
tanta oscuridad, la ciénaga.


SIN TIEMPO

Esa mujer parada
al borde de la playa
sabía reconocer
matices, sombras, el claroscuro
del terciopelo. Una pintura de Magritte.
Sabía decir
la palabra precisa
para las noches y el placer y las algas.
Se ahuecó su cabeza,
loca del agua.
Ella es ahora
más grandiosa que el mar
y tan espléndida
como las dunas
amarillando
el pelo y ese sombrero
que barre un viento.
¿Cuánto ha olvidado?
Si en el pensamiento
de Dios
quedan inscriptos los recodos.
Cree
que no habrá tiempo.
Tapa las caricias.
Sus manos no poseen
más que fantasmas
Esa mujer ¿Qué espera?
Si no tiene memoria del deseo. 
Por ese milagro
de la desesperanza
su figura es magnífica.
Loca del agua.


CONVERSACIÓN

Conocí una terraza en el Centro de La Habana
donde una mujer sirve los jueves
té con limón y azúcar negra.
Lo finito, el cuerpo,
abiertos al capricho y al azar.
¿Es posible descubrir allí
una antigua noción
de la belleza?
El orden, la medida que guardan
las caracolas unidas
por el más débil hilo de costura.

Sobrevivencia.
Las cosas aparecen en diversidad
y oposición.
La dignidad del animal en cautiverio
observa galerías que no soportan ya el aire salobre
ni redes sin pescado.
Esto también es un estilo de revisar la estética.


PARTIR ES UN ARTE

Doble la circunstancia
al parecer inofensiva
la vida se desliza mórbida. 
Fuerza del otro mundo
nos abate
y afiebradas
corremos por las calles
buscando vida
-el cuerpo vulnerable-
hasta una mosca
es más grande
que la esperanza
de una tumba.

Sin reproches ahora
veremos aproximarse
la hojarasca. 
El beso, la risa
y como un reclamo
las miradas.
Otro momento más
y la mujer desciende
ya no carne y hueso
sólo mortaja,
amiga mía,
el instinto llama a silencio.
Te está empezando a doler
la espalda - te quejás.
El instinto, una sólida
paliza que nos acerca
al borde.
No digás lo indecible.
Se corporiza el miedo
acá
no ha pasado nada:
el cuerpo flota en el agua
y las amigas dibujan
su círculo amoroso.
Me gustan las sandalias,
su pelo, me gustaba.
Esa mujer, mi hermana
florecía
en agosto
y ya no morirá
de mal de amores.
Luce un vestido
guatemalteco
y la veo irse
siempreviva en las manos. 



Festival VaPoesía, octubre 2022
Los primeros seis poemas forman parte de Siempreviva, Bajo La Luna, Buenos Aires, Argentina, 2009 / Los tres últimos pertenecen a El libro de las aguas, Libros de Alejandría, Buenos Aires, Argentina, 2003 / Fotos y selección de textos jmp / 
María Cristina Santiago (Buenos Aires, 1941) / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

sábado, 10 de diciembre de 2022

MARÍA CASIRAGHI Tres poemas de Bandera blanca




LA DAMA DE LA ESCOBA 

a Silvia Castro

María Reiche dedicó su vida a develar el misterio de las Líneas de Nazca, pasaba temporadas en el desierto barriendo la pampa en busca de las figuras que hoy todos conocemos. Desde entonces se la llama dama de la escoba o dama de la pampa.


Dormía sola
bajo las estrellas
 
hurgaba calendarios perdidos
que brotaban
desde el fondo de la tierra
mujeres y hombres
como tubérculos
recién paridos
desde el útero del polvo
a la superficie arenosa de la existencia.
 
Cambió su ropa por harapos
cuna de oro
por lecho de paja
con la escoba entre sus manos
lúcida
y vidente
liberó al pasado
del paso del tiempo
desenterró animales y astros gigantescos
en la soledad de su fe. 

Fue una incomprendida
tan inhumana
tan escandalosa.
 
No era de aquí
María
así y todo
se dejó seducir
por la piel de un continente adverso
y barrió
y barrió
hasta el último día.
 
Ahora es ella
también
un enigma
y una moraleja:

quien no teme
desentierra el pasado
quien no teme
lo vuelve a enterrar.

Dicen que en las noches claras
todavía se la ve

y nadie sabe
          quién la ha dibujado.


PÁJARO EN CAMPO DE CONCENTRACIÓN 

Vuela libre
en una vieja celda de Auschwitz
arma su nido
por donde entra el sol
en las rendijas de luz
porque no sabe que allí ha muerto una especie.
 
Lleva y trae comida
al nido vacío
¿a quién alimenta?
¿con quién habla de noche?
Canta
solo
canta a pesar de los alambres
y su eco se expande por las duchas de gas
pasaron sesenta años desde el último hombre
al lado,
una montaña de pelos
y valijas que nunca volvieron a casa.
 
¿Puede sobrevivir, siendo pájaro, más arriba, menos muerto?

Demasiado silencio
para un solo ser vivo.
 
Quizás algo
del aire de su aire
se parezca al que inhalamos,
los vivos,
para no morir.
 
A la larga
                recordará la guerra.
 
Pero ahora es mejor que no sepa.
 
Que no entienda por qué
cada vez que amanece
su nido se enfría.


EL TIEMPO SE ACABA 

El tiempo se acaba
sopla el ventanal contra mi espalda
una cortina se infla y se desinfla 
el viento es un aviso
una señal.
 
El tiempo se acaba
todos los días
y yo me burlo de mí
tan anacrónica
me burlo y celebro
mi sereno despertar

sólo suenan
caballos allí afuera
forajidos del pasado galopando en mi puerta


este sea quizás
el disfraz de todo fugitivo
una bandera blanca
que se rinde
adentro nuestro.

Los domingos amanece más tarde

las personas tardan en bajar a la calle
la ciudad se desintegra en una niebla azul
y junto a ella
desaparece
el hospital negro
donde pudimos nacer.

El tiempo se acaba
yo aquieto mi paso
y leo las noticias como mensajes del más allá.

El olor del incienso
me sumerge en una iglesia
donde ora un piano solo
por el alma de las tortugas
el ritmo de los caracoles
y la suavidad elástica de las abuelas.

El tiempo se acaba.
A cada instante
se está muriendo el tiempo
y yo tejo

con agujas eternas
tejo la sombra del mundo
despacito
despacito

y la pongo a salvo.




En Bandera blanca, Ediciones Caletita, Monterrey, Nuevo León, México, agosto de 2022 / 
María Casiraghi (Buenos Aires, abril de 1977) / Fotos: 1 jmp / 2 Ensenada, CENS 453, 27 de octubre de 2022 / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

viernes, 2 de diciembre de 2022

CLARISSE NICOÏDSKI No tengo más noche en los ojos





y cómo olvidaré 
vuestros ojos perdidos 
y cómo olvidaré 
las noches 
cuando los míos se cerraron 
y los vuestros 
se quedaron abiertos 
cuando dé espanto 
se abrieron 
los de los muertos 
para darnos esta luz 
que nunca murió 
di 
cómo olvidaré

i comu mi sulvidaré 
di vuestras ojus pardidus 
i comu mi sulvidaré 
di las nochis 
cuandu lus míus si saravan 
i lus vuestrus 
si quidavan aviartus 
cuandu di spantu 
si avrian 
lus di lus muartus 
para darmus esta luz 
qui nunca si amató 
di 
comu mi sulvidaré


cuéntame la historia 
que camina en tus ojos 
cuando los abres por la mañana 
cuando el sol 
entra con su aguja de luz 
en tus sueños

cóntami la cunseja 
qui si camina in tus ojus 
cuandu lus avris la maniana 
cuandu il sol 
entra su aguja di luz 
intus suenius


abierta 
como un pozo 
donde me podía arrojar 
cerrada 
como una puerta 
cuando asesinaban en la calle 

la boca mentirosa 
me espera sabiendo 
que tarde o temprano 
me desgarrará

aviaría 
com’un pozzo 
ondi mi pudía ichar 
sarrada 
com’una puarta 
cuandu matavan in la cay 

la boca mintirosa 
mi aspera saviendu 
qui mas prestu mas tardi 
mi arasgara


ves 
ya vino la mañana 
se va la luz de los últimos 
árboles de tu sueño 
deja caer las hojas de tu ansia 
ves
no tengo más noche en los ojos 
no tengo más 
nada

ves 
ya vinu la mañana 
si aranca la luz a lus últimus 
árvulis di tu sueñu 
dexa cayer las fojas di tu ansia 
ves 
no tengu más nochi in lus ojus 
no tengu más 
nada



En El color del tiempo (La culor dil tiempo) / Poemas completos / Edición bilingüe / Traducción de Ernesto Kavi / Editorial Sexto Piso, México D. F., México / Selección jmp / Foto jmp en París, 7 de septiembre de 2019 / 
Clarisse Nicoïdski (Lyon, 1938 – París, 1996) / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

Dina Rot