Descansa y camina...
domingo, 27 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
Jorge Fandermole – Que si usted me sueña el día un poco más bello, yo me gasto la vigilia listo para hacerlo
LO QUE USTED MERECE
Para que
te duermas, niño
de pelo de trigo,
yo le robo al aire viejo
el canto de los grillos.
Para que su brillo de alas
no traiga el desvelo,
lo pondré en una tinaja
de algodón del cielo.
Duerma que la noche viene
oscureciendo el agua,
de pelo de trigo,
yo le robo al aire viejo
el canto de los grillos.
Para que su brillo de alas
no traiga el desvelo,
lo pondré en una tinaja
de algodón del cielo.
Duerma que la noche viene
oscureciendo el agua,
alzando
su capa negra
toda agujereada.
Prende la luna menguante
su vela chiquita
y en sus ojos arde el sueño
como una arenita.
No es que todo esté tan calmo
como estas palabras,
pero el sueño es necesario
pa' que vuelva el alba.
No es que todo sea tan bueno
como aquí parece,
pero voy cantando al menos
lo que usted merece.
Duerma que llegó la noche
estrellada y honda,
y anda uncida de su coche
repleto de sombras.
Y por lámpara cimera
cuelga el lucerito
su luciérnaga estrellera
por el infinito.
No es que todo sea tan bueno
como aquí parece
pero voy cantando al menos
lo que usted merece.
Que si usted me sueña el día
un poco más bello
yo me gasto la vigilia
listo para hacerlo.
toda agujereada.
Prende la luna menguante
su vela chiquita
y en sus ojos arde el sueño
como una arenita.
No es que todo esté tan calmo
como estas palabras,
pero el sueño es necesario
pa' que vuelva el alba.
No es que todo sea tan bueno
como aquí parece,
pero voy cantando al menos
lo que usted merece.
Duerma que llegó la noche
estrellada y honda,
y anda uncida de su coche
repleto de sombras.
Y por lámpara cimera
cuelga el lucerito
su luciérnaga estrellera
por el infinito.
No es que todo sea tan bueno
como aquí parece
pero voy cantando al menos
lo que usted merece.
Que si usted me sueña el día
un poco más bello
yo me gasto la vigilia
listo para hacerlo.
Lo que
usted merece.
.
Jorge
Fandermole (Pueblo Andino, Santa Fe, 1956).
En “Navega”, 2002.
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Jorge Fandermole,
Música del alma
jueves, 24 de mayo de 2012
Bob Dylan – Desde el Pasaje de la Desolación
PAJAJE DE
LA DESOLACIÓN
(DESOLATION
ROW)
Venden
postales del ahorcamiento
Pintan los pasaportes de color marrón
El salón de belleza está lleno de marineros
El circo ha llegado a la ciudad
Aquí viene el comisario ciego
Lo han agarrado en trance
Una mano va atada al equilibrista
La otra en sus pantalones
Y la brigada antidisturbios está inquieta
Necesita ir a algún lado
Mientras Ella y yo nos asomamos esta noche
Desde el Pasaje de la Desolación
Pintan los pasaportes de color marrón
El salón de belleza está lleno de marineros
El circo ha llegado a la ciudad
Aquí viene el comisario ciego
Lo han agarrado en trance
Una mano va atada al equilibrista
La otra en sus pantalones
Y la brigada antidisturbios está inquieta
Necesita ir a algún lado
Mientras Ella y yo nos asomamos esta noche
Desde el Pasaje de la Desolación
La
Cenicienta parece muy fácil
"Pues tal para cual", sonríe
Y se mete las manos en los bolsillos de atrás
A la manera de Bette Davis
Romeo entra quejándose
"Tú me perteneces, creo yo"
Y alguien dice, "Amigo mío, te equivocaste de sitio
Más vale que te vayas"
Y el único sonido que queda
Al partir las ambulancias
Es el de la Cenicienta barriendo
En el Pasaje de la Desolación
"Pues tal para cual", sonríe
Y se mete las manos en los bolsillos de atrás
A la manera de Bette Davis
Romeo entra quejándose
"Tú me perteneces, creo yo"
Y alguien dice, "Amigo mío, te equivocaste de sitio
Más vale que te vayas"
Y el único sonido que queda
Al partir las ambulancias
Es el de la Cenicienta barriendo
En el Pasaje de la Desolación
Ahora la
luna se oculta
Las estrellas se esconden
Hasta la pitonisa
Ha guardado sus cosas dentro
Con la excepción de Caín y Abel
Y el jorobado de Notre Dame
Todos están haciendo el amor
O esperando la lluvia
Y el buen samaritano se está vistiendo
Se prepara para la función
Esta noche va al carnaval
En el Pasaje de la Desolación.
Las estrellas se esconden
Hasta la pitonisa
Ha guardado sus cosas dentro
Con la excepción de Caín y Abel
Y el jorobado de Notre Dame
Todos están haciendo el amor
O esperando la lluvia
Y el buen samaritano se está vistiendo
Se prepara para la función
Esta noche va al carnaval
En el Pasaje de la Desolación.
Ofelia
está bajo la ventana
Me tiene muy preocupado
Cumple veintidós años
Y es una vieja solterona
La muerte le resulta romántica
Viste un chaleco de hierro
Su profesión es su religión
Su pecado es su falta de vida
Y aunque sus ojos están fijos
En el gran arco iris de Noé
Se pasa el tiempo espiando
En el Pasaje de la Desolación
Me tiene muy preocupado
Cumple veintidós años
Y es una vieja solterona
La muerte le resulta romántica
Viste un chaleco de hierro
Su profesión es su religión
Su pecado es su falta de vida
Y aunque sus ojos están fijos
En el gran arco iris de Noé
Se pasa el tiempo espiando
En el Pasaje de la Desolación
Einstein,
vestido de Robin Hood
Con sus memorias en un baúl
Pasó por aquí hará una hora
Con su amigo, un monje celoso
Parecía cándidamente terrible
Chupando un cigarrillo
Se fue oliendo cloacas
Y recitando el alfabeto
No le prestarías atención
Pero era famoso tiempo atrás
Por tocar el violín eléctrico
En el Pasaje de la Desolación
Con sus memorias en un baúl
Pasó por aquí hará una hora
Con su amigo, un monje celoso
Parecía cándidamente terrible
Chupando un cigarrillo
Se fue oliendo cloacas
Y recitando el alfabeto
No le prestarías atención
Pero era famoso tiempo atrás
Por tocar el violín eléctrico
En el Pasaje de la Desolación
El doctor
Mugre guarda su mundo
En una taza de cuero
Que sus asexuados pacientes
Intentan reventar
Su enfermera, una perdedora local
Cuida el agujero del cianuro
Y guarda las tarjetas que rezan
"Ten piedad de su alma"
Todos tocan flautines
Puedes oírlos sonar
Si te asomas lo suficiente
Desde el Pasaje de la Desolación
En una taza de cuero
Que sus asexuados pacientes
Intentan reventar
Su enfermera, una perdedora local
Cuida el agujero del cianuro
Y guarda las tarjetas que rezan
"Ten piedad de su alma"
Todos tocan flautines
Puedes oírlos sonar
Si te asomas lo suficiente
Desde el Pasaje de la Desolación
En la
otra vereda han clavado cortinas
Se preparan para el banquete
El fantasma de la ópera
Perfecta imagen de cura
Dan de comer a Casanova
Para que esté más a gusto
Luego lo matarán de confianza
Tras envenenarlo con palabras
Y el fantasma grita a chicas escuálidas:
"Salgan de aquí si no saben
Que a Casanova lo castigan
Por ir al Pasaje de la Desolación"
Se preparan para el banquete
El fantasma de la ópera
Perfecta imagen de cura
Dan de comer a Casanova
Para que esté más a gusto
Luego lo matarán de confianza
Tras envenenarlo con palabras
Y el fantasma grita a chicas escuálidas:
"Salgan de aquí si no saben
Que a Casanova lo castigan
Por ir al Pasaje de la Desolación"
A
medianoche todos los agentes
Y el equipo sobrehumano
Van de redada por quienes
Saben más que ellos
Los llevan luego a la fábrica
Donde la máquina de infartos
Les sujetan a la espalda
Y querosén después
Traen de los castillos
Agentes de seguros
Encargados de que nadie escape
Al Pasaje de la Desolación
Y el equipo sobrehumano
Van de redada por quienes
Saben más que ellos
Los llevan luego a la fábrica
Donde la máquina de infartos
Les sujetan a la espalda
Y querosén después
Traen de los castillos
Agentes de seguros
Encargados de que nadie escape
Al Pasaje de la Desolación
Loado sea
el Neptuno de Nerón
El Titanic zarpa al alba
Y todo el mundo grita:
"¿De qué lado estás tú?"
Ezra Pound y T.S. Eliot
Se pelean en el puente de mando
Mientras cantantes de calipso se ríen de ellos
Y pescadores cuelgan flores
Entre las ventanas del mar
Donde se deslizan deliciosas sirenas
Y nadie debe pensar mucho
En el Pasaje de la Desolación
El Titanic zarpa al alba
Y todo el mundo grita:
"¿De qué lado estás tú?"
Ezra Pound y T.S. Eliot
Se pelean en el puente de mando
Mientras cantantes de calipso se ríen de ellos
Y pescadores cuelgan flores
Entre las ventanas del mar
Donde se deslizan deliciosas sirenas
Y nadie debe pensar mucho
En el Pasaje de la Desolación
Sí, ayer
recibí tu carta
(Hacia la hora en que se rompió el picaporte)
Cuando me preguntaste qué tal me iba
¿Me estabas tomando el pelo?
Todas las personas que mencionas
Las conozco, son más bien penosas
Tuve que recomponer sus rostros
Y darles otros nombres
Ahora ya no leo muy bien
Así que no envíes más cartas
A menos que las mandes
Desde el Pasaje de la Desolación.
(Hacia la hora en que se rompió el picaporte)
Cuando me preguntaste qué tal me iba
¿Me estabas tomando el pelo?
Todas las personas que mencionas
Las conozco, son más bien penosas
Tuve que recomponer sus rostros
Y darles otros nombres
Ahora ya no leo muy bien
Así que no envíes más cartas
A menos que las mandes
Desde el Pasaje de la Desolación.
1965. Grabada
el 4 de agosto, forma parte del LP Highway 61 Revisited.
Zulma Liliana Sosa – Una vez más
AMANTE
MÍO
una vez
más / será el lugar donde irse
desnuda
a orar
virgencita
(doce
eran los apóstoles colgados en el patio)
a gotear
sangre
todavía fresca
ahora
(ellos
están crudos pero muertos)
hacerte
el amor
con la
boca
penitente
urgente
mío
.
Zulma
Liliana Sosa (Formosa, 1946).
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
El espiniyo, nº 04, otoño/invierno de 2006.
Director: José maría Pallaoro.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Luis Alberto Spinetta – Como en la nieve sangrienta
III
A Grigori Iefimovich
Rasputín
Una desesperada mueca ha
encontrado el teatrero
en el fondo estaba olvidada
aun sin estar oculta
oscura apenas en el poro de un armiño de la casa.
en el fondo estaba olvidada
aun sin estar oculta
oscura apenas en el poro de un armiño de la casa.
–
¡Ea!, ¿qué saben ustecles? –
espeta indolente
recurriendo a la tosca pena del encubrimiento.
Y en su fina boca,
alborotado cerebro prominador,
se dibuja un ancho secreto.
espeta indolente
recurriendo a la tosca pena del encubrimiento.
Y en su fina boca,
alborotado cerebro prominador,
se dibuja un ancho secreto.
Luego se va.
Ha cerrado nuestra puerta sin conocerle las manos.
Ha posado su duda y ha vuelto a sumergirse.
Es tan blanco en el polvo
como en la nieve sangrienta.
Ha cerrado nuestra puerta sin conocerle las manos.
Ha posado su duda y ha vuelto a sumergirse.
Es tan blanco en el polvo
como en la nieve sangrienta.
25 de enero/76
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Tercera.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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Poesía en el rock
martes, 22 de mayo de 2012
Daniel Melero – No dejes que llueva
NO DEJES QUE LLUEVA
Quise creer pero es verdad,
la espera se hizo larga.
Todo cambia de lugar, aún en la calma.
Tengo tanto que decir,
las palabras me hacen torpe,
vivir para callar, no me deja conforme.
No dejes que llueva,
no dejes que llueva.
Que el tiempo espere, la luna nueva.
Que no llueva, que no llueva.
Quise creer pero es verdad,
la espera se hizo larga,
todo cambia de lugar, aún en la calma.
No dejes que llueva,
no dejes que llueva.
Que el tiempo espere, la luna nueva.
Daniel Melero (Buenos Aires,
12 de enero de 1958), LP “Conga”, 1988.
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Mariano Dubín – 4161
4161
En una época estuvo prohibido
nombrarlo como a Dios
yo no estuve en ese país que ya no existe
donde comer y trabajar
uno la anda como fierro
durmiendo entre meadas de trenes
en el piso en la zanja en algún lugar
todos tenían mate y torta frita
en aquel tiempo
una china
unos cigarros
un rancho donde madrugar
(la vida es tan de mierda
porque aburre las verdades
por las que nos iban a enterrar.)
Hoy lo nombran pero nadie
en las plazas lo escribe
de la esquina no lo recuerdo
hoy lo nombran
como a la anorexia a dios a las drogas
a todo lo que no te ha de faltar
pero yo encuentro
en esa palabra prohibida
cuando era paredones y baldíos
yo lo encuentro prohibido
cuando todos teníamos
mate y tortas fritas
un rancho donde madrugar.
*
MARIANO HACE BARDO EN LA PLATA
Mariano Dubín presenta su último libro "Bardo" en
La Plata. Jueves 24/5. 20 hs.
Biblioteca Teatral "Alberto Mediza" (Teatro de la UNLP). Calle 10 e/ 54 y 55 Nº 1076.
Presentan: Juan Bautista Duizeide y José María Pallaoro.
Además, vienen desde Capital Federal: Juan Cinza, segunda guitarra y voz, y Abel Bazán, primera guitarra y coros, a presentar su disco "Corta la bocha", tango villero y letras de Mariano Dubín.
Biblioteca Teatral "Alberto Mediza" (Teatro de la UNLP). Calle 10 e/ 54 y 55 Nº 1076.
Presentan: Juan Bautista Duizeide y José María Pallaoro.
Además, vienen desde Capital Federal: Juan Cinza, segunda guitarra y voz, y Abel Bazán, primera guitarra y coros, a presentar su disco "Corta la bocha", tango villero y letras de Mariano Dubín.
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Presentaciones
lunes, 21 de mayo de 2012
Mariano Dubín hace Bardo en La Plata
MARIANO HACE BARDO EN LA PLATA
Mariano Dubín presenta su último
libro "Bardo" en La Plata.
Jueves 24/5. 20 hs.
Biblioteca Teatral
"Alberto Mediza" (Teatro de la UNLP).
Calle 10 e/ 54 y 55 Nº 1076.
Presentan: Juan Bautista Duizeide y José María
Pallaoro.
Además, vienen desde Capital Federal: Juan Cinza,
segunda guitarra y voz, y Abel Bazán, primera guitarra y coros, a presentar su
disco "Corta la bocha", tango villero y letras de Mariano Dubín.
.
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domingo, 20 de mayo de 2012
Luis Alberto Spinetta – Volvió trayendo sigilo y paz
II
Volvió trayendo sigilo y paz
un predicador.
Vi a su cofrade parado, regulador de enigmas.
Vi promontorios sublimes y atómicos
divisiones en el aire mismo
provenientes del sol.
un predicador.
Vi a su cofrade parado, regulador de enigmas.
Vi promontorios sublimes y atómicos
divisiones en el aire mismo
provenientes del sol.
Del centro de esa descripción
cónica
se desprenden abismos que son repartidos.
Y el ojo del mago nunca ejecuta la vista.
El vacío no se ve, está en todo el vacío del mundo.
se desprenden abismos que son repartidos.
Y el ojo del mago nunca ejecuta la vista.
El vacío no se ve, está en todo el vacío del mundo.
En esas leyendas, el
predicador invita
a las madres a dejar de representar el sudor de su dios ponedor.
a las madres a dejar de representar el sudor de su dios ponedor.
Y es inútil persuadirle
de que no hay tal intención
entre los hijos del mundo
que son los venenos de esa excreción.
de que no hay tal intención
entre los hijos del mundo
que son los venenos de esa excreción.
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Tercera.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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viernes, 18 de mayo de 2012
Luis Alberto Spinetta – Las cortas estadías
I
El peregrinaje
desata el espíritu
en el camino virtual
y lo esparce al aire
y cuestiona el lenguaje
de las cortas estadías.
desata el espíritu
en el camino virtual
y lo esparce al aire
y cuestiona el lenguaje
de las cortas estadías.
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Tercera.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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Poesía en el rock
Norma Segades Manias – Canto de luz por nuestro Señor Wiracocha
CASTIGO
Canto de luz por nuestro Señor Wiracocha (Poder sobre las sombras, Padre de las
estrellas, Hacedor de los Cóndores) para que nos libere del viento y su
avaricia.
¡Oh Señor Wiracocha Poder sobre las Sombras!
Protégenos del viento que profana tu rostro que escarnece tu imagen
para que no imploremos por tu enojo rotundo como cada solsticio que degrada tus templos
para que no iniciemos a paso de tortura el fulgor del espanto.
Derrota con un soplo a ese dios sin corona
sometido a la injuria a la tristeza amarga a las duras espinas al castigo insolente.
Revélale tu alegre cetro de plumas finas trenzado por serpientes
entre las hojas nuevas donde estalla el misterio de pétalos descalzos.
¡Oh Señor Wiracocha Padre de las Estrellas!
Ocúltanos del viento que quebranta colmillos
que cercena las lenguas para que no invoquemos la actitud impiadosa de tu cólera muda
que mutila los códices para que no instauremos la memoria amarilla de la hoguera y los coágulos.
Domina con un puño a ese dios en jirones cautivo de sus clavos de su sed inclemente de sus hondas heridas de sus crueles maderos.
Exhíbele tus ricas vestiduras tejidas por las vírgenes ciegas
en los altos telares donde el metal enciende corredores dorados.
¡Oh Señor Wiracocha Hacedor de los Cóndores!
Libéranos del viento que castiga mejillas
que flagela los párpados para que no exijamos tu voluntad de furia tatuada en las lancetas
que fustiga las pieles para que no fundemos entre hilachas de muerte su reino de epitafios.
Destroza con un gesto a ese dios moribundo doblegado por látigos estrictas deslealtades ordenanzas terrestres estertores patéticos.
Preséntale sin pausa tu autoridad silvestre
tu dominio del trueno de la savia del polen de la luz en el alba de los quietos ocasos.
Que le impidan la marcha los zarzales desnudos
que los ríos ericen con saña inexorable los cauces del silencio
hasta acallar su sangre su corazón hereje su tropel de palabras
que le nieguen las huellas sobre antiguos senderos
largos velos de noche rozando los peñascos.
¡Oh Señor Wiracocha Poder sobre las Sombras!
Protégenos del viento que profana tu rostro que escarnece tu imagen
para que no imploremos por tu enojo rotundo como cada solsticio que degrada tus templos
para que no iniciemos a paso de tortura el fulgor del espanto.
Derrota con un soplo a ese dios sin corona
sometido a la injuria a la tristeza amarga a las duras espinas al castigo insolente.
Revélale tu alegre cetro de plumas finas trenzado por serpientes
entre las hojas nuevas donde estalla el misterio de pétalos descalzos.
¡Oh Señor Wiracocha Padre de las Estrellas!
Ocúltanos del viento que quebranta colmillos
que cercena las lenguas para que no invoquemos la actitud impiadosa de tu cólera muda
que mutila los códices para que no instauremos la memoria amarilla de la hoguera y los coágulos.
Domina con un puño a ese dios en jirones cautivo de sus clavos de su sed inclemente de sus hondas heridas de sus crueles maderos.
Exhíbele tus ricas vestiduras tejidas por las vírgenes ciegas
en los altos telares donde el metal enciende corredores dorados.
¡Oh Señor Wiracocha Hacedor de los Cóndores!
Libéranos del viento que castiga mejillas
que flagela los párpados para que no exijamos tu voluntad de furia tatuada en las lancetas
que fustiga las pieles para que no fundemos entre hilachas de muerte su reino de epitafios.
Destroza con un gesto a ese dios moribundo doblegado por látigos estrictas deslealtades ordenanzas terrestres estertores patéticos.
Preséntale sin pausa tu autoridad silvestre
tu dominio del trueno de la savia del polen de la luz en el alba de los quietos ocasos.
Que le impidan la marcha los zarzales desnudos
que los ríos ericen con saña inexorable los cauces del silencio
hasta acallar su sangre su corazón hereje su tropel de palabras
que le nieguen las huellas sobre antiguos senderos
largos velos de noche rozando los peñascos.
En: “Bitácora del viento”, 2006, inédito.
Norma Segades – Manias, 5 de junio de 1945, Santa Fe, Argentina. Poeta.
Foto: NSM en FB.
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Norma Segades Manias – Los dioses ya no escuchan
TURBAS
Canto de sombra por la complicidad con que los dioses ignoraron los ruegos de los Hijos del Sol.
No vencieron al viento los nobles tlaxcaltecas
los hombres que moraban en fértiles chinampas
los caballeros sierpes los caballeros águilas los caballeros tigres
aun cuando agitaron atabales antiguos
antes de los combates antes de las traiciones antes de la lujuria.
No vencieron al viento que arrasa que destroza
que saquea en la tarde que mancilla en la noche que cabalga en la aurora.
No vencieron al viento de mirada insolente de malicia encrespada
quebrando con sus cascos la solemne armonía de vaguadas tremendas de salvajes llanuras.
Y el mundo es un silencio un desierto amarillo
un aullido de sombra donde bebe la muerte su calostro de sangre en cálices de luto
donde el amor se extingue a fuerza de martirio
a fuerza de tormento ampollas expiatorias huesos desencajados confesiones convulsas
donde el verdugo invade tierras hospitalarias
eriza tribunales de muerte inquisitiva
y garras y colmillos y codicias sin freno y bolsas insaciables
mientras el mundo calla
mientras el cielo calla las sílabas terribles las ásperas sentencias que liberan su furia.
El mundo es el silencio
una desesperanza que no ofrece refugio contra tanta tragedia contra tanta rapiña
contra tantos puñales decapitando sueños ciudades cerealeras máscaras en eclipse bellos abecedarios misteriosas liturgias.
¿Por qué callan las lenguas agrestes del crepúsculo?
¿Por qué el cauce de piedra el agua desmadrada no inmola los demonios la cruz la espada el miedo las alforjas cargadas?
¿Por qué calla el oráculo su náusea tenebrosa?
¿Por qué no alza el subsuelo la voz de sus volcanes?
¿Por qué calla la luna?
Los dioses ya no atienden el clamor de los siervos que oficiaban sus ritos que adoraban sus rostros que alababan sus nombres antes de la desdicha.
No perciben los dioses los ecos angustiados de incendios estallidos pestilencias matanzas sollozos desamparos.
Los dioses ya no escuchan.
En: “Bitácora del viento”, 2006, inédito.
Norma Segades – Manias, 5 de junio de 1945, Santa Fe, Argentina. Poeta.
Foto: NSM en FB.
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jueves, 17 de mayo de 2012
Luis Alberto Spinetta – Espacio de la forma primera
No hay fe en un cielo de crepúsculos cerrados
Ni hay sombras en un espacio de la forma primera.
Ni hay sombras en un espacio de la forma primera.
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Segunda.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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Luis Alberto Spinetta – Entre las carnes débiles del barro
SOCIETY
Sólo el turbio mote
del alma acorralada y absurda
diluyendo su semen
entre las carnes débiles del barro.
del alma acorralada y absurda
diluyendo su semen
entre las carnes débiles del barro.
Los árboles corrompidos
que angostan la luz de la ventana.
La carta quemada en el hogar del hielo.
que angostan la luz de la ventana.
La carta quemada en el hogar del hielo.
Más allá la población épica
La que luce los colores de la guerra
La bastarda peregrinación
La imagineria humana.
La que luce los colores de la guerra
La bastarda peregrinación
La imagineria humana.
Y alojados y embebidos en la
triste comedia
Placeres pagados en oro
Horas de cocktails
Deseos de asesinar en el aburrimiento.
Placeres pagados en oro
Horas de cocktails
Deseos de asesinar en el aburrimiento.
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Segunda.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
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lunes, 14 de mayo de 2012
A Mario Trejo (1926-2012) por Jorge Ariel Madrazo
LA GRAN MARIO
Al poeta Mario Trejo
Al levantar el tubo del teléfono una
sibilina confusión me gana:
algún extraño ser
en el extremo opuesto
pretende someterme a
su oráculo particular.
“Soy José Enrique Rodó”, susurra
con voz de caracol en la bruma, y me interroga:
“¿Sabés qué significa tu nombre, Ariel?”
por fortuna, logro recordar: “Ariel, León de Dios”
Mario Trejo, gran poeta y perverso inquisidor
carraspea y exclama: “Muy bien,
usted no parece argentino, ché”
mas cuando intento saludarlo, entablar
lo que quizás fuera un diálogo normal
me interrumpe: “Estoy
muy apurado
el tiempo escasea en todo el mundo
y los años se van que ni te cuento”.
Así que reprimo un grito de enojo
y a punto de colgar el aparato
me digo: “El genio resplandece
donde menos el vulgo lo espera:
Mario Trejo me ha burlado una vez más”.
J.A.M: “El poema que le escribí, con humor y amor, en 2009.
¡Hasta la vista, maestro y amigo!”.
Mario Trejo (La Plata, Argentina, 13 de enero de 1926 –
Buenos Aires, 13 de mayo de 2012).
Jorge Ariel Madrazo (Buenos Aires, 1931). Poeta, narrador y
periodista.
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domingo, 13 de mayo de 2012
Horacio Núñez West (1919-2012) – A través de las jarcias del Barco Ebrio
VISIÓN
FINAL DE RIMBAUD
A
través de las jarcias del Barco Ebrio
su
tripulante solitario
lo vio
pasar volando a gran altura,
como un
albatros fiel a la libertad.
Pero
sus alas desplegadas
eran de
un luto violento.
Rimbaud
había muerto.
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
Director: José maría Pallaoro.
Horacio
Núñez West nació en 1919 en Nueve de Julio (Provincia de Buenos Aires).
Platense por adopción. Ayer a la noche nuestro amigo Lalo Painceira nos dio la
noticia: Horacio murió el 3 de mayo en Buenos Aires. Me quedan algunos
encuentros, poemas inéditos, y una larga charla que ojalá alguna vez pueda dar
a luz. Mi padre decía que cada vez que un poeta parte hay una estrella nueva en
el firmamento. Supongo que debe ser cierto, no hay noche que no las vea.
Publicó
en poesía: “Edad de la nostalgia” (prosa poética), 1952; “Fábula de mi ser”,
1957; “Pausa ante el mundo”, 1959; “Canto a la Provincia de Buenos Aires”, 1962
y “Aproximaciones”, 1976. Y en ensayo: “Situación del poeta moderno”, 1962.
jmp
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Horacio Núñez West,
Poesía argentina
viernes, 11 de mayo de 2012
Mariano García Izquierdo – Yo lo creía Harlem o el Bronx
(…) Esto
que estoy haciendo ahora con vos me encanta. Voy a leer un poema que está inspirado
en la calle Nueva York de Berisso, se llama “Índigo azul” y tiene el haiku
número 13: “Gigante sueño / ha ocupado el paisaje / todo es tiniebla.” (breve
fragmento de una entrevista realizada en 1998 que incluye numerosos poemas inéditos).
ÍNDIGO
AZUL
Yo lo
creía Harlem o el Bronx
cuando
una trompeta en la garúa
le daba
azul reflejo a la llovizna.
Siempre
me hice esa película.
Ni
Chaplin
ni
Laurel
ni
Búster Keaton podían
con la
pesada tristeza y ese blue
(Very sad too)
en el Cotton Club.
Nueva
York era una calle
con un
happy end látigo en mano
de
Nitti y Al Capone
acribillando
al ganado.
Sobre
el pedrerío de la luna
mojada
en los adoquines
giraban
los toneles como ataúdes.
Y la
humedad subía carcomía
mi
mirada estropeaba
su
fatigado brillo.
(Muchas gracias) No, gracias a vos. (Corto la
cinta).
.
Mariano García Izquierdo (La Plata, 1935 – City Bell,
2006).
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
“El espiniyo”, nº 04, otoño/invierno de 2006.
Director: José maría Pallaoro.
Rubén Vedovaldi – Tres haikus
TRES APROXIMACIONES AL HAI-KU
I
Luna se esfuma.
Cuando amanece el tordo
bebe la noche.
Cuando amanece el tordo
bebe la noche.
II
Hormigas andan
sobre rama de parra:
¿No se emborrachan?
sobre rama de parra:
¿No se emborrachan?
III
Malvón florido.
Nube azabache, zumba
un abejorro.
Nube azabache, zumba
un abejorro.
.
Rubén Vedovaldi
(Rosario, 1 de julio de 1951, vive en la ciudad de Santa Fe).
Poeta.
Foto: RV en FB.
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Poesía argentina,
Rubén Vedovaldi
Luis Alberto Spinetta – Está humeante el volcán
LAS HORDAS SOBRE ITALIA
Está humeante el volcán
sereno terror de lo rojo.
Los rumores escuchados por doquier
disimulan apenas al hombre,
allá lejos,
así confiado a su agonía
por el Imperio del Retorno.
sereno terror de lo rojo.
Los rumores escuchados por doquier
disimulan apenas al hombre,
allá lejos,
así confiado a su agonía
por el Imperio del Retorno.
Se alza en lo alto esa brisa
hirviente
que destruye las cabezas de los pájaros
en un rondar de muerte.
La noche de las hogueras
reclama soldados y difuntos.
que destruye las cabezas de los pájaros
en un rondar de muerte.
La noche de las hogueras
reclama soldados y difuntos.
Algunos niños han quedado
dormidos
entre los senos de sus madres perdidas.
La pira estimula a los perros.
La lúes envenena el agua y el vino.
entre los senos de sus madres perdidas.
La pira estimula a los perros.
La lúes envenena el agua y el vino.
Las trompetas de toda una
vida
han quedado maniatadas atrozmente a sus sones,
como recortes unidos a un tallo burilado.
Las letrinas ahogadas
escogen el bazar para la compra del sol.
han quedado maniatadas atrozmente a sus sones,
como recortes unidos a un tallo burilado.
Las letrinas ahogadas
escogen el bazar para la compra del sol.
¡Qué eternidad!
¡Qué canción diabólica!
¡La vastedad del silencio sería el rasguño!
¡La hecatombe sería peor!
¡Qué canción diabólica!
¡La vastedad del silencio sería el rasguño!
¡La hecatombe sería peor!
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Segunda.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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Luis Alberto Spinetta,
Poesía argentina,
Poesía en el rock
jueves, 10 de mayo de 2012
Andrés Olgiatti – De mí no se espera nada mientras me sepan barrer
ASEO Y PULCRITUD:
De mí no se espera nada mientras me sepan
barrer, mientras sea prolijo allá en el suelo junto a la normal suciedad de una
casa, que ruede al sur si van al sur o ruede al norte si al norte es donde van.
Me andan juntando así con bonitos vellones, canarios arruinados y cabellos que
arrastran una miga de pan a lo largo de toda la sala. Siempre envidié a los
Restos de una Merienda; mi cuerpo es grande y nunca escapa al ojo mentor de la
Barrendera.
.
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
Director: José maría Pallaoro.
Andrés Olgiatti (Salta, 1983).
Leandro López – El mendigo tiene la cabeza suspendida en el borde de una plegaria
EL MENDIGO TIENE LA CABEZA…
El mendigo tiene la cabeza suspendida en el borde
de una plegaria, ignorado. Su boca es un parto de caracoles; sus ojos, apenas
ceniza. En su respirar –refugio y abismo–, bate sus alas un cuervo. De su pecho
–bosque y olvido–, una densa niebla se desprende, asciende, enceguece. Sus
movimientos son lentos y poco precisos, tal vez porque sus huesos ya no pueden
evocar el ritmo de las brasas en las cortinas harapientas de un cielo mudo.
Una violencia tácita lo rodea: voces como hienas, gatos que silban esculturas
sumergidas, sombras que estiran sus lenguas como una lepra... las vísceras
expuestas.
Cuando el ocaso arroja sus redes y el frío levanta su látigo, el mendigo
–hojarasca y ausencia, embriaguez y acantilado, cansancio y herrumbre– se
incorpora e inclina a un costado su cabeza, como a un cántaro, hasta vaciarse
de sí mismo. Antes de emprender su marcha –huérfano de banderas, desnudo,
confusión, eco– escupe al infinito y deja que la saliva, única respuesta, única
verdad, moje su rostro.
.
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
Director: José maría Pallaoro.
Leandro
López (La Plata, 1978)
miércoles, 9 de mayo de 2012
Luis Alberto Spinetta – Se juntarán las tristes hormigas alrededor del charco de la leche caída
POBLACIÓN
Van a venir a golpear
al torpe herrero
por haber devorado a su perro
tras la fonda del paredón blanco.
al torpe herrero
por haber devorado a su perro
tras la fonda del paredón blanco.
Irán a encontrarse
dos amantes innatos
que no se aman
pero conocen los lugares estériles
donde precipitar.
dos amantes innatos
que no se aman
pero conocen los lugares estériles
donde precipitar.
Detendrán a los viajeros
unos pregoneros borrachos
y los desnudarán
y les robarán las joyas.
unos pregoneros borrachos
y los desnudarán
y les robarán las joyas.
Los chicos van a venir
a celebrar en las tumbas
con sus cumpleaños de gasa
sus gorros burlados
sus pasos de nieve.
a celebrar en las tumbas
con sus cumpleaños de gasa
sus gorros burlados
sus pasos de nieve.
Se juntarán las tristes
hormigas
alrededor del charco de la leche caída
sobre el trozo de carne olvidado.
alrededor del charco de la leche caída
sobre el trozo de carne olvidado.
Caminará el sacerdote
sediento
los faldones de tierra
que separan las verjas
de la iglesia sombría
a la que ya nadie acude.
los faldones de tierra
que separan las verjas
de la iglesia sombría
a la que ya nadie acude.
El lobo aullará
despertando a la gente
y sólo será su quejido
motivo de vigilia y espera.
despertando a la gente
y sólo será su quejido
motivo de vigilia y espera.
Vendrán a quitarle los
rostros
a la falsa abuela
y a la atónita bruja amnésica.
a la falsa abuela
y a la atónita bruja amnésica.
.
En: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema Parte Segunda.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: detalle tapa de libro,
Jmp.
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Poesía en el rock
martes, 8 de mayo de 2012
Marta Cwielong – Bella mujer de la guerra
BELLA MUJER DE LA GUERRA…
bella mujer de la guerra
de los días
descalza regresa
los zapatos
en las manos
.
En revista de poesía (de las cuatro estaciones)
Director: José maría Pallaoro.
Marta
Cwielong (Longchamps, 1952).
.
.
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El espiniyo revista de poesía,
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Poesía argentina
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