BEBO MI ÚLTIMA RACIÓN DE CAFÉ.
Amanece y Lezama
tatúa en la ventana dos peces
de hojalata.
Quien viera esa luz
sonreiría todavía.
Asume la mirada divisoria, su voz
cartulina de dicharachero,
el desayuno ausente.
Amanece
en los ojos de hojalata
raya empañado el sol
mientras por allí el ojo al árbol
de hielo señala, más ojos duermen.
Desinteresado por saber
si hay espinas, cuida Lezama
de no tragarlas, antes bien
las ofrece engarzadas en collar
y encauza en las acequias la sangre
derramada del pez, guardándose consigo
todas las escamas para guindarlas
en ese mediodía playo
de porcelanas y oros;
luego su mano
busca en qué apoyarse
sobre un libro vacío, en cuyas hojas
los coros vuelven absurdo el anzuelo,
por cuyo cebo llegan más peces
a cada lado del vidrio.
Pero no logra el apoyo su mano;
cae sin sostén
y traza en torno
un núcleo,
no su ámbito:
un ojo ciego.
A ese prado negro
vuelven las cabras
siguiendo el tintineo
cristalino:
la cuchara en la taza de café.
Antes ríe conmigo.
Eso dijo.
En: “Desocupez”, Ediciones del Dock, 2010.
Emiliano Luna nació en San Justo en 1976. Vive en City Bell. Poeta y docente.
Imagen: detalle tapa.
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