MESTER DE HECHICERÍA
A María del Carmen Suárez
Hay que comer un
corazón de tigre joven
para tener afiladas las zarpas;
hay que llegar al centro de la estepa
y cortarle la lengua a un lobo hambriento
para poder hablar con la luna;
hay que peregrinar con los tarahumaras
para ser rico en silencio;
hay que sufrir el celo de todos los animales
para conocer los ritos del amor.
para tener afiladas las zarpas;
hay que llegar al centro de la estepa
y cortarle la lengua a un lobo hambriento
para poder hablar con la luna;
hay que peregrinar con los tarahumaras
para ser rico en silencio;
hay que sufrir el celo de todos los animales
para conocer los ritos del amor.
Recién entonces,
mujer,
ve al encuentro de tu hombre
y camina a su lado por las estaciones;
no vuelvas la cabeza para llamar a tu inocencia
porque con ella alguien prepara
un nuevo sortilegio.
ve al encuentro de tu hombre
y camina a su lado por las estaciones;
no vuelvas la cabeza para llamar a tu inocencia
porque con ella alguien prepara
un nuevo sortilegio.
CIRCERÍA
A estos
hombres
los transformé en
versitos
y los confiné en
libros y revistas
porque, con los
tiempos
que corren, no es
cosa
de andar encima
procurándoles bellotas
ni margaritas, para
los días
de guardar.
En cuanto a Ulises,
ése, de Itaca,
díganle que de
áspides, sapos
y mastodontes como
él
tengo llena la
sartén.
Además, el juego
(circense)
de las
resurrecciones
no es más una
especialidad mía.
Yo ahora, tejo.
Créanme.
VENDETTA
Para darte
flor de susto
me gustaría
disfrazarme
por un rato
de Ángel
Exterminador.
RAZÓN DE ANATOMÍA
me he besado con poetas, pintores, cineastas
empleadas, jew princesses, rateros, hippies
ingenieros, tenores, guerrilleros
empleadas, jew princesses, rateros, hippies
ingenieros, tenores, guerrilleros
en mi boca todos los caminos de la vida
es tiempo/ de ocuparme de mis pies
MASATSUGO
El padre cose
kimonos.
La madre trabaja de peluquera.
Masatsugo toca un tambor que se llama taiko
y duerme en el suelo del negocio.
La madre ayer llorando le dijo que basta de música
que hay que ganarse la vida de otra manera.
Fuimos al cementerio budista de los samuráis del barrio
a pasear con mi cachorro Tango.
Bebimos saké y nos acostamos.
La madre trabaja de peluquera.
Masatsugo toca un tambor que se llama taiko
y duerme en el suelo del negocio.
La madre ayer llorando le dijo que basta de música
que hay que ganarse la vida de otra manera.
Fuimos al cementerio budista de los samuráis del barrio
a pasear con mi cachorro Tango.
Bebimos saké y nos acostamos.
Lo mejor que tiene
es que aun dormido, se sonríe.
RESTAURANTE DE EKODA
singular hallarse
aquí
ante una tevé, un
buda con baberito
una pagoda en
construcción envuelta en una lluvia tenaz y persistente
no una pesadilla,
no un sueño renacentista con persas a la veneciana
sino madera y agua,
agua, tablones y alguna rana desprevenida
me han servido ya
el pescado crudo que late todavía
y no es ilusión de
mi delirio
lo han partido en
tiras finas y le han puesto un pequeño crisantemo en el corazón
y las flores y las
algas le dilatan la agonía
porque la vida,
según creo, suele tardar en despedirse
pero yo no he
saboreado jamás la sangre del vencido
porque no tengo
pasta de vencedora
en un peringundín
de la estación ekoda
no sufro por
muertos ni por vivos
me levanto, capeo
la desdicha
y dejo que la
lluvia me destiña, con paciencia
MEMA DE MEMO
cosas para hacer en
otra vida
antes de que me olvide
como en ésta
antes de que me olvide
como en ésta
darle una patada en
el culo a más de cuatro
ir a un concierto de rock tan fumada
revolear un gato por la cola
patear tachos de basura en la madrugada
bailando puro trompo
borrachita de amor
ir a un concierto de rock tan fumada
revolear un gato por la cola
patear tachos de basura en la madrugada
bailando puro trompo
borrachita de amor
En:
“De dónde son las palabras”, (antología, selección de Ana Becciu), Plaza &
Janés, 1998. Selección para Aromito: Jmp.
Luisa Futoransky
(Buenos Aires, 5 de enero de 1939). Foto: LF en FB.
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