JOSEPH BRODSKY: SOBRE NOVOGÓDNEIE DE MARINA
TSVIETÁIEVA
(Fragmento)
El 7 de febrero de
1927, en Bellevue, en las afueras de Paris, Marina Tsvietáieva terminaba
“Novogódneie” (“Felicitación por el Año Nuevo”), que por muchas razones
constituye un hito no sólo en la obra de la autora, sino también en el conjunto
de la poesía rusa. En cuanto al género, el poema puede considerarse como una
elegía, que es el género poético más plenamente desarrollado, clasificación
adecuada aun cuando sólo fuese por la concurrencia de ciertas circunstancias,
una de las cuales es que se trata de una elegía con ocasión de la muerte de
otro poeta.
Cualquier poema “a
la muerte de” sirve, generalmente, no sólo como medio por el cual el autor
expresa sus sentimientos ante una pérdida, sino también como pretexto para
especulaciones más o menos generales sobre la muerte en sí misma. Al llorar su
pérdida, —un ser amado, un héroe nacional, un amigo íntimo o una luz
orientadora—, a veces el autor llora al mismo tiempo, ya sea directa, o
indirectamente, a menudo de manera inconsciente, por sí mismo, porque la vena
trágica es siempre autobiográfica. En otros términos, todo poema “a la muerte
de” es, en cierto sentido, autobiográfico. Este aspecto es simplemente
inevitable si el objeto del lamento es un escritor a quien el autor estaba
unido por vínculos, reales o imaginarios, demasiado fuertes como para poder
eludir la tentación de identificarse con el tema del poema. En esta lucha por
resistir semejante tentación, el autor choca con el obstáculo que interpone su
sentido de asociación profesional, cierta exaltación que es afín al tema de su
propia muerte, y por último, la experiencia puramente personal y privada de la
pérdida : algo importante le ha sido arrebatado, y habrá que establecer una
relación con este hecho. Acaso, el único inconveniente de estos sentimientos
absolutamente naturales y, por lo demás, respetables, estriba en que nos
ofrecen más datos acerca del autor y de su actitud respecto de su posible
muerte, que acerca lo realmente sucedido con la otra persona.
Por otro lado,
aunque el poema no es un artículo periodístico, muchas veces la música trágica
de un poema nos informa con mayor precisión acerca de lo que ocurre, que una
descripción detallada. No obstante, es difícil y muy delicado a veces reprimir
el sentimiento cuando, respecto a este tema, el autor adopta la misma actitud
que un espectador ante un escenario, y cuando su propia reacción (lágrimas, no
aplausos) tiene para él consecuencias mayores que el horror de lo que se
representa. En el mejor de los casos él se limita a ser aquel quien observa
todo desde la primera fila. (…)
Traducción
de Irina Bogdaschevski (Belgrado, ex Yugoslavia, 1927 - La Plata, Argentina, 14
de enero de 2016).
Marina
Tsvietáieva (Rusia, 26 de septiembre de 1892 – 31 de agosto de 1941).
Joseph
Brodsky (Rusia, 24 de mayo de 1940 – EEUU, 28 de enero de 1996).
Fotos: Tsvietáieva y Brodsky.
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