FRAGMENTOS
80
0ye como alzan los jazmines su tembloroso
aroma de cristales. Siente como la luna abre la hierba con su boca de luz
detenida.
81
Madreselva, ha crecido tu hijo.
82
¿Cumplo el sentido de un verbo, o sólo soy
un verbo sin sentido?
83
Muere en el mar. Yerra en el cielo. Ábrete en
el aire de la cruz.
84
Acomoden las coronas, murmuren mi perfil,
empujen mi ataúd, que navegue el maldito. Y que un velorio de estupor abra el vientre
del tiempo.
85
La casa del fondo del callejón es la que te
digo. Tres metros de jardín y balcones verdes. Sobre la puerta sepulcral un
llamador. No lo uses. Pero grita, grita cualquier cosa en el medido jardín, por
ejemplo: grande es el abismo, inflamado el mar, tiembla la hierba. Y luego
aléjate. Que aquel que vaga en sombras por la inmensa casa interrumpirá un
momento su eterno caminar. Y ha de seguir con el abismo, la hierba y el mar
hasta que el sueño lo salve.
86
El infierno, aquella costilla que nos falta.
El infierno, aquella costilla que nos falta.
87
Dibujo soles porque no puedo ver el día.
Dibujo soles porque no puedo ver el día.
88
Azótame,
hazme ayuno de amor.
89
Temo el sueño, temo la vigilia. Temo vigilar
el sueño, soñar la vigilia.
90
Cuando la agonía cae sobre nosotros el
tiempo cósmico interior acelera sus fríos y ya la muerte atrapa una carne
perdida, suelta una esencia en libertad.
91
Quiero tocarme por última vez, despedirme
para siempre de la carne que habité.
92
Llueve, tal vez miedo, tal vez llanto en lente convertido.
Llueve, tal vez miedo, tal vez llanto en lente convertido.
93
¿Oyes, oyes la lenta luna cortar la cara de
la noche final?
94
Yo no veo. Yo como resplandores.
Yo no veo. Yo como resplandores.
95
Caín, ¿dónde está el niño que eras?
96
Huelo un
pálido futuro de temibles ancianos. Cortaré esta imagen con el diente puro del
niño de la atroz inocencia.
97
Digiere ángel de lenta blancura mi sombra
encarnada.
98
Apoyando la cara en los cielos la calavera
endurece el espacio celestial.
99
La fortaleza mística es el corazón
Iluminado.
100
Luna, vieja leyenda del mar devorado. Alfa del
cielo visible, Omega del cielo oculto.
En Visión de los hijos del mal
(1965-1967), Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1967.
Miguel Ángel Bustos nació en Buenos
Aires el 31 de agosto de 1932. Poeta. Secuestrado y desaparecido por la
dictadura cívico-militar el 30 de mayo de 1976.
Foto: Jmp
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