lunes, 6 de mayo de 2019

ALEJANDRA SZIR Aunque la tierra todo lo sepulte




DUELO

No digo nada
no es silencio
es una bronca miniatura.
La noche de verano
ella bailaba en camisón
y supe.
Eso no se disfraza.


EL VIENTO

Sopla fuerte limpia el aire
así quiero estar punzante ágil
cuando hago esfuerzos para avanzar
mi pelo va todo para atrás y no molesta
sólo mis ojos lloran un poco.
Es el frío no lo sé bien y la fuerza
una fuerza que detiene pero el oxígeno
impulsa
impulsa
los frutos.

Mueve las cosas
pero está quieto.


LA LLUVIA

La rama se mueve con la lluvia.
A veces se pierde en el follaje
tapada por el movimiento de los árboles adelante.
Me gusta. Podría ser una metáfora.
Pero simplemente sucede.


LA CIEGA

Hace mucho mucho tiempo
en un reino junto al mar
yo era joven
y estaba sola.
Me crié entre hadas madrinas.
Algunas usaban trajes púrpuras
otras brillaban en la noche.
No tengo nostalgia de entonces
pero era tan distinta a hoy.
Los ojos
arden y adivinan
el sonido.
No tengo otra opción.
Estoy aquí.
El reino es
inalcanzable.


INOCENCIA PERDIDA

Por ella siento amor
y una compasión dulce y triste
cuando se olvida de que nos peleamos.
No me perdona.
Su memoria es corta.
Yo no la quise dormir en la teta.
El riesgo de que siga mi infección es grande.
Y lo peor lo peor
es que yo quisiera ser tan fuerte.
Mi ingenuidad
despierta en mí
una compasión dulce y triste.


ENTRE LAS OLAS

El sol entra siempre
entre gritos de la beba
me sumerjo en el sueño
océano tibio reparador
no te abandono por completo
resurjo
a tu llamado.


VISIÓN

Veo afuera y se ve hermoso, haré algo al respecto.
Mezclarme con eso.


CUADERNO PERLITA 96 HOJAS ÚTILES

Nadie puede medir el dolor.
Lo sé y sin embargo uso el cuaderno
para eso.
Buscaba un libro
en una librería de viejo.
Me parecía que si estaban dedicados
tenían un valor especial.
Sería extraño creer que retomaré
a partir de un nombre y una fecha
en una edición muy gastadita
en francés de algún clásico
escolar obligatorio.
Cae una foto de niñas alrededor
de una vaca.
Poemas en prosa de Turgueniev
y yo lo compro, con la foto adentro,
vuelta a esconder,
como si al librero le importara.
No significa nada para mí.
Aún así es mi espejismo.
Fracciones de historias
yo quiero que me toquen
me traen devuelta a la nuestra.
Este cuaderno es curioso porque
parece que lo hubiera inventado yo.
La primera vez que lo vi
pensé que era algo puesto para mí
que vos no lo habías escrito.
Muchas veces pensé que las cosas
me las había inventado.
Franz se desnuda ante fantasmas
Frederich no se muere y se hace fuerte
Emilie parting.
Las citas de siempre
pero son tu voz ahora.
Pomposo decirlo
igual lo digo:
premonitoria.
Inundan no puedo
quiero
y me asusta.
Contradicciones entre hay que amar
para desear el bien de la humanidad
y el sofocamiento de cualquier emoción
por la pasión revolucionaria.
Pratolini y Bakunin.
El momento en que el hombre sabe
para siempre quién es.
El día en que nadie recuerda
el nombre y lo que dicen las letras,
nada importa ya.
Y casi al final
la ciudad mojada,
calles desiertas,
ventanas separadas
solo y vivo sobre las relucientes vías
de High Street.
Justamente ese sabor tenemos
en común con Dylan Thomas.

Palabras que te traen
hacia mí
charlamos
no me importa lo que cites
yo sé que no es verdad
el revolucionario
también quiere a su familia.
Nizan, Lao-Tse
las emociones igual
nos rodeaban.
Aunque la tierra todo lo sepulte
no elegiste la inmortalidad.
Wilde, San Martín, Howard Fast
nos traen a un diálogo
que no se nos permitió.
“Estaré en la ira de los hombres,
en la risa de los niños hambrientos
cuando reciben un mendrugo de pan.”
Yo sé que estás.
"Dondequiera que un polizonte
golpee a un pobre diablo,
allí estaré yo."
"Se muere por la libertad
de todas formas lo que hay que
hacer es vivir y no morir."
Nunca estuve más segura.
No hay países extranjeros.


 
En Cuaderno (Citas: Pablo Szir), Ediciones del Dock, 2009. Foto: Jmp
Alejandra Szir (Buenos Aires, 1971). Reside en Holanda.

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