LA ANUNCIACIÓN
Virgen,
hija mía
¿Por
qué estás así
Tan
sucia de tierra
Y
oliendo a jazmín
La
falda con manchas
De
flor carmesí
Y
aros en la oreja
Haciendo
tlintlín?
Madre
mi querida
Vengo
del jardín
A
mirar el cielo
Fui,
me adormecí
Cuando
desperté
Olía
a jazmín
Que
un ángel volcaba
Encima
de mí…
NO COMERÉ DE
LA LECHUGA EL VERDE PÉTALO…
No
comeré de la lechuga el verde pétalo
Ni
de la zanahoria sus hostias deslucidas
Que
queden los forrajes en boca del ganado
Y
de quien hace dieta en amor y en comidas.
Cajús
he de chupar, y mago-espadas
(Tal
vez poco apropiados a un poeta)
Mas
peras y manzanas, al esteta
Creyente
del color en la ensalada.
No
he nacido rumiante como el buey
Ni,
cual conejo, roedor; nací omnívoro:
Quiero
porotos negros con arroz.
Y
un bife y un queso y aguardiente
Y
moriré feliz, del corazón
De
vivir sin comer inútilmente.
(Ilusionábase el poeta. Tiempos hubo
en que anduvieron medio negras las cosas y tuvo que ponerse en vereda; comía
legumbres en agua y sal como cualquier otro mortal.)
LA MEDIDA DEL ABISMO
¿No
es el grito
la
medida del abismo?
Por
eso grito
Siempre
que…
Sobre
tu vida
Tan
loca y errada
–¡Qué
grito inútil!
–¡Qué
inmensa nada!
POEMA PARA
GILBERTO AMADO
El
hombre que piensa
Tiene
frente inmensa
Tiene
frente tensa
Llena
de tormentos.
El
hombre que piensa
En
sus pensamientos
Trae
vientos preclaros
Vientos
del origen.
El
hombre que piensa
Pensamientos
claros
Su
frente está virgen
De
resentimientos.
Y
su frente piensa
Y
su mano escribe
Su
mano prescribe
Los
tiempos futuros.
Al
hombre que piensa
Pensamientos
puros
El
día le es duro
Y
la noche es leve:
Que
el hombre que piensa
Piensa
solamente
Aquello
que debe
Debe
solamente
Aquello
que piensa.
EL MOSQUITO
Parece
mentira
De
tan exquisito:
Mas
sobre el papel
El
feo mosquito
¡Da
sombra de lira!
DE DIOS Y DEL
ORO
Así
como el oro trae dolor
El
dolor trae luz
Que
hace brillar las piedras
Para
consuelo de los pobres.
La
luz es el oro de los pobres.
Las
piedras sólo son rocas
Que
fijan el camino por donde corren
Los
desdichados rebaños de Dios.
El
mundo tiene muchas rocas.
Dios,
muchos rebaños.
Dios
es un pastor.
He
sabido que Dios está hecho de oro.
(Originalmente
escrito en inglés.)
PARA VIVIR UN
GRAN AMOR
Para vivir un gran amor se
necesita mucha concentración y mucho tino, mucha seriedad y poca risa
-para vivir un gran amor.
Para vivir un gran amor es menester ser
hombre de una sola mujer; pues serlo de muchas, ¡pucha!, es cosa fácil... –no tiene
ningún mérito.
Para vivir un gran amor, primero es
preciso consagrarse caballero y entregarse a su dama por entero, sea
como fuere. Hay que convertir al cuerpo en una morada donde se
enclaustre a la mujer amada, y luego apostarse afuera con una espada –para vivir un
gran amor.
Para vivir un gran amor es urgente, descartarse
al máximo de gente, pues en general la gente envidia el amor profundamente. Hay
que cortar con grupos y boites, pasar
de largo ante los café-societies y de
todas sus tristes marionetas –para vivir un gran amor.
Para vivir un gran amor, les
digo, se necesita mucha atención con el "mejor amigo", que
por andar solo se les puede pegar hasta frustrar el gran amor. Se necesita
muchísimo cuidado con aquellos que no estén apasionados, pues quien no lo
está se halla siempre dispuesto a perturbar el gran amor.
Para vivir un gran amor, en realidad, hay
que compenetrarse de la certidumbre de que no existe amor sin fidelidad –para vivir un
gran amor. Pues quien traiciona a su amor por vanidad desconoce la libertad, esa
inmensa, innombrable libertad que supone un solo amor.
Para vivir un gran amor, il faut además de ser fiel, ser buen
conocedor del yudo y del arte culinario -para vivir un gran amor.
Para
vivir un gran amor perfecto no basta ser apenas buen sujeto; es necesario
también tener grandes pectorales, pectorales de remero. Es preciso mirar
siempre a la bien-amada, y también a su viuda –amortajada en su finado amor–, como a la
primera enamorada.
Es muy necesario haber previsto un crédito de rosas del florista –¡mayor, mucho mayor que el de la modista! – para complacer al gran amor. Pues lo único que el gran amor quiere es amor, amor, amor sin medida; además un tutuzinho con panceta hace ganar puntos...
Es muy necesario haber previsto un crédito de rosas del florista –¡mayor, mucho mayor que el de la modista! – para complacer al gran amor. Pues lo único que el gran amor quiere es amor, amor, amor sin medida; además un tutuzinho con panceta hace ganar puntos...
Se ganan puntos sabiendo preparar
cositas: huevos fritos, camarones, sopitas, salsas, strogonoffs; comiditas para después del amor. ¿Y qué mejor que ir a
la cocina y preparar con amor una gallina con una rica y sabrosa farofinha para su gran amor?
Para vivir un gran amor es
muy, muy importante vivir siempre juntos y hasta ser, en lo posible, un
solo difunto, para no morir de dolor. Es necesario cuidar
permanentemente, no sólo el cuerpo sino también la mente, pues la amada
acusa cualquier mezquindad y el amor se enfría un poco. Hay que ser cortés
sin cortesía; dulce y conciliador sin cobardía; saber ganar dinero con poesía –para vivir un
gran amor.
Es necesario saber tomar whisky, (¡no
arriesgarse nunca con el mal bebedor!) y ser impermeable a las habladurías, con
las que el amor, no quiere saber nada.
Pero todo esto no sirve de nada si en
esta oscura y alocada selva no se supiere hallar a la bien-amada –para vivir un
gran amor.
EL ÓMNIBUS
“GREYHOUND” ATRAVIESA NUEVO MÉXICO
Tierra
seca árbol seco
Y
el surtidor de nafta
Casa
seca silo seco
Y
el surtidor de nafta
Serpiente
seca en la ruta
Y
el surtidor de nafta
Pájaro
seco en el hilo
(Y
el surtidor de nafta)
Del
telégrafo: S.O.S.
Y
el surtidor de nafta
La
piel seca el mirar seco
(Y
el surtidor de nafta)
Del
indio que no se olvida
Y
el surtidor de nafta
Y
el surtidor de nafta
Y
el surtidor de nafta
Y
el surtidor de nafta…
EL VERBO EN
INFINITO
Nacer,
desarrollarse, transformar
Amor
en carne y ésta en amor: nacer
Respirar
y llorar y adormecer
Y
nutrirse para poder llorar
Para
poder nutrirse; y despertar
Un
día a la luz y ver; y al mundo oír
Y
comenzar a amar, y sonreír
Y
sonreír para poder llorar.
Y
crecer y saber, y ser y haber
Y
perder y sufrir; sentir horror
De
ser y amar, y sentirse maldito
Y
olvidar todo con un nuevo amor
Y
vivir ese amor hasta morir
Y
conjugar el verbo en infinito…
POÉTICA (II)
Con
lágrimas de tiempo
Y
la cal de mis días
Yo
hice el cimiento
De
mi poesía.
Y
en la perspectiva
De
vida futura
Erguí
en carne viva
Su
arquitectura.
No
sé bien si es casa
Si
es torre o si es templo
(Un
templo sin Dios…)
Pero
es grande y clara
Y
es de su tiempo
Entrad
hermanos míos
Adentro.
SONETO DE LA
MUJER AL SOL
Una
mujer al sol es todo mi deseo
Viene
del mar, desnuda, con los brazos en cruz
Y
la flor de los labios abierta para el beso
Y
en la piel, refulgente, el polen de la luz.
Una
hermosa mujer, los senos en reposo
Y
caliente de sol, nada más se precisa
El
vientre terso, el pelo húmedo y una sonrisa
En
la flor de los labios abierta para el gozo.
Una
mujer al sol sobre quien yo me arroje
Y
a quien beba y me muerda y con quien me lamente
Y
que al someterse se enfurezca y solloce.
E
intente rechazarme y que al sentirme ausente
Me
busque nuevamente y se quede a dormir
Cuando
yo, apaciguado, me disponga a partir.
POEMA
DESENTRAÑADO DE LA HISTORIA DE LOS PARTICIPIOS
(Del Uranismo
de los verbos Tener y Haber)
A
partir del siglo XVI
Los
verbos tener y haber se vaciaron de sentido
Para
pasar a ser exclusivamente auxiliares
Y
los participios pasados
Al
adquirir por lo tanto un sentido activo
Se
movilizaron para siempre en su forma indeclinable.
DIALÉCTICA
Por
supuesto que es lindo vivir
Y
la alegría, la única emoción indecible
Por
supuesto que te encuentro preciosa
Y
en ti bendigo el amor de las cosas simples
Por
supuesto que te amo
Y
que tengo todo para ser feliz
Pero
ocurre que estoy triste…
Leo
este libro desde los 13 años, entre sus páginas encuentro una tarjeta que
escribieron 3 amigas a mis 25, encuentro servilletas pequeñas con textos que
escribí en Montevideo a mis 35 y forman parte de un libro, y una
"notita" de una de mis sobrinas a la que veo muy poco. Leo este libro
por cuarta o décima vez. Viaja conmigo.
En Para vivir un gran amor, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, Argentina, novena edición, 1972 (primera 1968). Traducción de los poemas: Mario Trejo.
En Para vivir un gran amor, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, Argentina, novena edición, 1972 (primera 1968). Traducción de los poemas: Mario Trejo.
Vinicius
de Moraes (Río de Janeiro, Brasil, 19 de octubre de 1913 – 9 de julio de 1980).
Foto: Jmp
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