HASTA
LUEGO, MARIANNE
Acércate
a la ventana, cariño
Me
gustaría leer la palma de tu mano
Antes de
que te dejara llevarme a casa
Solía pensar
que era un gitano
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Sabes que
me encanta vivir contigo
Pero me
haces olvidar tantas cosas
Me olvido
de rezar por los ángeles
Y entonces
los ángeles se olvidan de rezar por nosotros
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Nos conocimos
cuando éramos jóvenes
En un
verde parque de lilas
Tú te
agarraste a mí como si fuera un crucifijo
Mientras
arrodillados atravesábamos la oscuridad
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Pero ahora
necesito tu amor oculto
Estoy frío
como una hoja de afeitar nueva
Te fuiste
cuando te dije que me sentía curioso
Nunca te
dije que fuera valiente
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Oh,
realmente eres perfecta
Veo que
te has ido y cambiado tu nombre otra vez
Mientras
yo subía por la ladera de esta montaña
Para lavar
mis párpados en la lluvia
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Si dejas
el lugar donde nos acostamos, te guardaré aquí
En mi
corazón, como algunos hombres dicen
Y yo
que nací para amar a todo el mundo
¿Por
qué debo guardarte tan lejos? (1)
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
Oh,
tus ojos, olvidaba tus ojos
Tu cuerpo
conoce todos los mares
¿Cómo
pudiste revelar a todos
Lo que
dijiste que era un secreto para mí? (2)
Hasta
luego, Marianne
Es hora
de que empecemos
A reír
y a llorar, a llorar y a reírnos
Otra vez
de todo esto
1 y 2.
Estrofas no incluidas en la grabación del long play “Songs of Leonard Cohen”
(1967). En: “Leonard Cohen. Canciones y nuevos poemas. Vol. 1”, de Alberto
Manzano (textos y versiones), Edicomunicación, España, 1986. Foto. Marianne y
Leonard, 1960, en isla griega Hydra.
*
El
director noruego Jan Christian Mollestad informó a Leonard Cohen sobre la
muerte de Marianne Jensen (luego Marianne Ihlen) con esta carta:
"Estimado Leonard
Marianne cayó en un sueño muy
lentamente que la sacó de esta vida ayer por la noche. En total tranquilidad,
rodeada por amigos cercanos.
Tu carta llegó cuando todavía podía
hablar y reír con completa conciencia. Cuando la leímos en voz alta, sonrío de
la manera como sólo Marianne puede hacerlo. Elevó su mano, cuando mencionaste
que estabas justo detrás de ella, tan cerca como para alcanzarla.
Le causó una tranquilidad profunda
saber que conocías su estado. Y tu bendición para su viaje le dio una fortaleza
extra. Jan y sus amigos, que vieron lo que este mensaje significó para ella, te
agradecerán profundamente por responder tan rápidamente y con tanto amor y
compasión.
Durante su última hora, tomé su mano y
tarareé Bird on a Wire, mientras
ella respiraba tan ligeramente. Y cuando abandonamos la habitación, después de
que su alma hubiese volado por la ventana en busca de nuevas aventuras, besamos
su rostro y susurramos tus eternas palabras
So
long, Marianne."
Leonard Cohen respondió de
inmediato y, según Mollestad, esta es la esencia de su mensaje:
“Bien, Marianne, hemos llegado a este
tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso
que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si
extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he
amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya
que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga.
Todo el amor, te veré por el camino.”
Según
Mollestad, Marianne estaba consciente cuando él leyó la carta, y extendió la
mano. En los últimos momentos, el cineasta tarareó Bird on the wire y se despidió con un “so long, Marianne.”
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