III
La orquídea ha muerto
con su mano desierta e inquieta
que la ha estrangulado.
con su mano desierta e inquieta
que la ha estrangulado.
Un músico dormido
inclina su fatigada cabeza
pereciendo entre la neblina del teatro.
inclina su fatigada cabeza
pereciendo entre la neblina del teatro.
¡Este cuadro me asombra más
que mi espejo
cuando oigo el roer de los monstruos que viran a mi cráneo!
cuando oigo el roer de los monstruos que viran a mi cráneo!
IV
Los puentes de mi conciencia
están desplegados de sus extremos
y flotan en el aire tibio
como cosas dispersas.
están desplegados de sus extremos
y flotan en el aire tibio
como cosas dispersas.
Unas tremendas manos vacías
sobresaltan mi soledad
haciéndola aún más inexistente
pronunciando a tientas
las sucesivas muertes de mi alma,
mi alma de jarrón.
sobresaltan mi soledad
haciéndola aún más inexistente
pronunciando a tientas
las sucesivas muertes de mi alma,
mi alma de jarrón.
Hoy veo sólo la espuma
sobre la que retozan
los enternecidos desechos de mi esqueleto.
sobre la que retozan
los enternecidos desechos de mi esqueleto.
De: “Guitarra negra”,
Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1978.
Poema I de la Parte Primera.
Luis Alberto Spinetta (Buenos
Aires, 23 de enero de 1950 – 8 de febrero de 2012).
Músico, poeta, artista, luz.
Foto: tapa de libro, Jmp.
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