El poeta no duerme:
viaja por la cuerda del tiempo.
El poeta está hecho de memoria:
por eso lo deshace el olvido.
El poeta no descansa:
el tiempo lo desgasta
para probar que existe.
En “Dos siglos de poesía mexicana. Del XIX al fin del milenio: Una antología”. Selección y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México, 2001.
Francisco Hernández (San Andrés Tuxtla, Veracruz, México, 1946).
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