Mirar un árbol detenidamente
es construir
una valla de silencio
entre los ojos y las hojas.
Descalza
hurgo en la
tierra con los dedos
los yuyos me hacen cosquillas
en los tobillos
Una mariposa naranja y otra blanca
revolotean cerca de la reposera
El viento despeina y cae una piña
rueda y se estanca al pie de una mora
Las chicharras alardean
otros pájaros se cansan
el sol se va yendo
como quien se retira
sacándose el sombrero
Lo más parecido a la felicidad
transita en la espalda de una hormiga.
Me tiro de espaldas sobre una
piedra
Concentro la
atención en el fluir de la cascada
No me importa más nada.
La arena se desliza hacia el
río
Los niños
gritan ¡oro, oro!
Los viejitos bajo las sombrillas
no dicen nada.
El cielo amenaza con tormenta
Las pequeñas
margaritas se cerraron
¿Adónde van los pensamientos en este lugar?
Me pongo el vestido nuevo
porque lo que
se toca o se mira
por primera vez
produce escalofríos
cosquillas en la panza
Como el amor o aquello que se le parece
El estreno más allá de los órganos, de la piel
interrumpe
Será mejor no verte otra vez
Bailo en medio del living
con mi
remera preferida
y el
pelo más rubio
Festejo
con sidra
Al
final de la noche
tirada
de espaldas
en el
patio
miro
las estrellas
Hay
viento
y lo
llamo
no por
su nombre
sino
con un
silbido afinado
en
idioma ventisquero
Le
pido
que me
limpie de palabras
de
pensamientos
y los
órganos al respirar
Se
luce
Acorde
va, azote viene
Y a
favor, siempre a favor
Yo
agradecida.
El nombre de una mujer que
canta en la ducha
factoría
de alergias
desertora
en asuntos políticos
una
colifa a punto de sobriedad
Así me
veo en el reflejo de la ventana en primavera
/solo en primavera/
Minifalda turquesa
piernas
largas
y manejo excelente del español
Se
acercó y me invitó una cerveza
Charlamos
de música
de su
país y el mío
A mitad de la noche
me
acariciaba el pelo
y a
punto de besarme
apareció
un tipo
le
dijo que tenía que prepararse
tocaban
en un bar de Valparaíso
Quizá,
hubiera sido mi primera vez
con una mujer
Fui al
baño, me apoyé en la pared
y vi
un graffiti: “Agachate que te parto”
No
pude alcanzar el orgasmo.
Sirve el té, la sopa y el
vino
en la
misma taza de plástico
Pensaba
en regalarle vasos y me dijo
Ni se
te ocurra, prefiero algo lindo
Trabaja
con locos
y
escribe poemas de mujeres ágiles
de
sexo en la cocina
de
peces y hombres con cola de rata
Su
hijo no saluda
le
gustan los Red Hot Chili Peppers
y
habla como erudito
Chunchuna
está en su época bravía
Agosto
la despeina y se ve jocosa
Tiene
un romance con un músico
y ya
menciona a un colombiano
al que
le quedan las horas contadas
Por la
calle, los hombres
no
pueden dejar de mirarla
Hoy la
envidio un poco
solo
un poco.
Estoy tan triste como si
hubiese
muerto
alguien, dije
y me
veias llorar, desesperabas
y yo
insistía, va a pasar
pero
no
el
llanto ascendía hasta rajar el techo
Caía
pintura, cielo raso, ladrillos
y vos
me
cubrías con los brazos primero
luego ponías el cuerpo
no te
importaba el dolor
Y
cuando al fin silencio
yo
exhausta y vos magullado
nos
sacudíamos el polvo
limpiábamos
el living
y nos
acostábamos
abrazados.
En su casa paterna
ahora,
lujoso estudio de agrimensura
él, en
silencio me ha llevado a recorrer
las
habitaciones, con tableros de dibujo
y
sillones detrás
El
living con cuadros que pintó su padre
y el
patio con jardín
Supuse
que pretendió, quizás
que
reconociera algo de lo que fue su hogar
Luego
nos tiramos de espaldas
en el
piso, frente al balcón
-Es lo
único que conservé de la vieja casa
y
algunas paredes, me dijo
Lo
abracé y cerré los ojos
-Acá
fue nuestra primera vez, volvió a hablar
y de
pronto estábamos en la casa de Chacras de Coria
en
pleno invierno, bajo las sábanas
Sonó
un teléfono
y
aparecimos otra vez en el estudio
Era su
mujer
y fue
cuando recordé que había tenido hijos
pero
no conmigo
que
vivía en otra ciudad
amaba
a otro hombre y tenía dos gatos
que él
fue mi primer amor
que
alguna vez me arrepentí de haberlo dejado
y por
eso, simplemente por eso, volví a visitarlo.
Sentados en el pasillo
con el sol de
frente
Vicente fuma y bebe vino
Yo estoy risueña
Le digo que quería regalarle una camisa
pero que no me alcanzó la plata
Como si leyera uno de sus poemas, me dice:
-Regalame medias, un par de medias suavecitas; muy suavecitas.
El combate del amor cansa, dije
y me hundí en
el plato de comida
Hubo un temblor
y tuve la esperanza de que si la tierra se partía
el agua haría su trabajo
Acercaría las sillas
y nos buscaríamos las manos
los ojos
para no ahogarnos.
Anoche
en un barrio
desconocido
una ola gigante
arrasó a mi madre
a mis abuelas y a mí
Mamá dijo:
Vamos a congelar el agua
mirala fijamente
concentrá tus fuerzas
y el agua se detuvo en un iceberg
Duró poco
el hielo se partía y el mar nos alcanzó
Nos abrazamos
mi madre, mis abuelas y yo
La primera vez que no temo morir
despierto.
Al fondo del patio
mi abuela
mataba una gallina
Ya la había visto algunas veces
Aunque nunca quiso que estuviera presente
yo la espiaba detrás de los rosales
Fuerte y serena como una guerrera
precisa en cada movimiento
le retorcía el cuello hasta dejarla sin aire
y con un palo de escoba
le ajustaba el pescuezo en el suelo
La cargaba al hombro de las patas
y la desplumaba en agua hirviendo
Nunca sentí pena
ni nada
La saboreábamos al escabeche
y con mis primos
nos disputábamos la cabeza.
Pablo Katchadjian tiene los
bigotes como Alberdi
y voz
de bajo que canta blues
Hombre
pequeño
aunque
en la foto parece alto
Anoche
leyó dos poemas
¿Será
ruso Pablo Katchadjian?
¿O lo
era su abuelo?
¿Conocerá
Mockba?
El
apellido me suena a Karadajian
Andaría
bien para un ring
con
anteojos, traje, moño
y el
himno ruso anunciando su entrada.
Pablo
Katchadjian bebía wisky
¿Tomará
merca?
¿O
sólo fumará caños?
Parece
simpático y divertido
no así
generoso
Se me
ocurre que juega al ajedrez
y que
se levanta de mal humor por las mañanas
Leí
uno de sus libros
ese
donde narra sueños
y no
podía parar de leer
Este
chico es intuitivo y lógico por partes iguales
me
dije
La
noche festivalera repleta
y yo
miraba a Pablo Katchadjian
¿Tenía
un anillo de casamiento?
¿o era
una baratija para atraer a las mujeres?
¿Por
qué usaba botas color rojo?
¿Será
snob?
¿Excéntrico?
Me
quedé con ganas de que leyera algo más
y en
otra ocasión lo hubiera invitado a un té con masitas
o que
fueramos a vivir juntos una semana
Pablo
Katchadjian me inspira cierta desconfianza.
Me gusta sentarme en el bar
de la Ayacucho
a
tomar café y ver pasar gente
charlo
con el dueño
hablo
con los vendedores ambulantes
le
pregunto sobre sus vidas
y
cuando ya no hay nada que me distraiga
y
vuelvo a la tristeza
miro
el cartel luminoso de la esquina
que
dice Se puede. Ahora sí se puede
Municipalidad de Córdoba.
El amor no es libre
Si lo fuera
sería más sencillo
de un solo color, de sola materia
para no confundirse con otros destellos
No sería el péndulo contradictorio
ni la cosa deforme que te golpea
El amor no es libre
ni podrá serlo nunca
Es fantasía en boca de los que anhelan
no ser heridos, abandonados
Quieren convencerse a todo discurso
de la capacidad de soltar lo impensado
El amor es el esclavo más abyecto que inventamos
para tener algún propósito que valga la pena.
Selección
de textos y fotos de de jmp, blog personal de Mariela Laudecina (2009 – 2017)
Mariela
Laudecina, Mendoza, agosto de 1974 – Córdoba, 24 de mayo de 2021)
2 comentarios:
Otra tristeza más y van...conocí a Mariela en un encuentro en junín, Buenos Aires.
Abrazo grande, Aldo, la tristeza es grande, sí
jm
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