EL INSECTO
Herido
en vuelo, golpeado por un desequilibrio
en el
orden violado
un
insecto cae en mi mesa desde el jardín.
He aquí
una agonía, un acorde final
alertando
mis verdades.
Un espasmo
en el abdomen
estriado
de azul y oro, las alas que se tornan
mortecinas,
lentamente agitadas por un resto
de
instinto aéreo, las patas que se abren
como
pinzas sin porvenir
hacia
una tensión insoportable.
Lo fortuito
ha completado una obra mortal
y me
lo advierte cuando todavía
hay
luz en el jardín. ¿Puede significar algo
una
vida librada al puro accidente?
Pienso
en la oscura poesía de la caída sin ley,
en el
confuso y enfermo destino de mi época
incubando
la bala que aún no me alcanzó,
la
existencia respirando en lo casual,
el síncope
detrás de la puerta.
Joaquín
Giannuzzi (Buenos Aires, 29 de julio de 1924 – Campo Quijano, Salta, 26 de
enero de 2004). Foto: Jmp
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