miércoles, 10 de octubre de 2012

Eduardo Espósito, tres de Las puertas de Tanhäuser



PERSISTENCIA DE LA VISIÓN

El ciego que funda una ciudad en el desierto
Qué funda?
Un quilométrico espejo que devora las sombras
para saberse multitud?
La anchura desmedida de su imaginación
para que canten en coro las auroras
que ya nunca verá?
La herencia inofensiva de castillos de arena
para los hijos que ofician de bastón?
La horma de un zapato donde calzar su humanidad?
Una caja negra en otra caja negra?
Un sol de no ver?
El ciego que funda una ciudad funda el desierto.

A John Varley


PUZZLE

Un poeta pretende reconstruir
el rompecabezas del mundo
desgarrado por sus abuelos

No recuerda las coordenadas
(su propio lugar
dentro del juego)

Prueba una vez
Otra vez
Desiste

El rompecabezas
se insinúa completo.

A Samuel R. Delany


RELACIONES EXTRAÑAS

No quebraré los brazos de la noche
para escaparme de tu olor
ni limpiaré con lavandinas diluidas
tu endorfina fantasma
Un palmo incierto te separa del mío
Pican las ronchas
en la almohada olvidada de Dios
Y es todo un asco el mundo afuera
arca sin dueño
sobrecargada bajo el ojo de Noé
desde la luna
Ya no me insistas Madre
que alimentás el miedo sin querer
llorando en paralágrimas
tu viejo Paraguay
Subtrópico encendido
de tu niñez alérgica y fluvial
Se van yendo tus días de metano
aunque construya represas en las horas
y no pueda decir porqué te quiero
sin que suenen alarmas de emergencia
allá
al fondo de la casa
tras las plantas
donde ríe tu alegría encapsulada
entre esas nueces y otras uvas
que vas dejando de lado sin probar.

A Philip José Farmer


En: “Las puertas de Tanhäuser”, El Mono Armado, 2011.

Eduardo Espósito nació en Buenos Aires en 1956.
Poeta y coordinador de talleres de escritura.

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