lunes, 18 de enero de 2010
Raúl Gustavo Aguirre – Asteroides (2)
OLAS (1962-1969)
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Expresar la existencia es penetrar en ella. Y sólo se puede penetrar una existencia aceptada en su ambigüedad y su peligro.
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No hay caminos sino misterios. Y la muerte nos restituye el camino sin innovación, el que dejamos atrás cuando partimos verdaderamente.
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Vivimos en las fauces abiertas de la nada. Tenemos algo que decir.
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Tanto existe el poema, tanto permanecemos en el silencio del poema. Estamos solos ante el Ello sin declinación.
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¿Qué distancia hay entre la persona y el poema sino la distancia entre el uno y el ser uno, entre el guijarro y la hierba? No es el rostro de un dios lo que el poema quiere de nosotros, sino un deseo donde existir, el comienzo de una mirada.
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Definir la poesía se me hace misteriosamente imposible. Sin embargo, está allí, en las palabras de algunos, en algunas palabras por las cuales y de las cuales vivo. Algunas aproximaciones: voluntad de ser ce cierta manera esencial, de vivir según cierto signo, según cierta celebración… Más simplemente: el poema es la única morada donde puedo habitar sin pagar otro precio que el de ser sin vergüenza y sin miedo lo que soy. Más simplemente aún: el poema es el amor-libertad, la belleza-verdad, todo lo que se yergue en mí, orgullosamente sagrado y vivo, sobre la arcilla muda de la simple duración, de la miseria, del miedo y de la muerte. Más simplemente todavía: el poema es lo que soy, mi única realidad posible, en continuo movimiento.
En: “Asteroides (1952-1975)”, Botella al Mar, 1999
Raúl Gustavo Aguirre (Buenos Aires, 2 de enero de 1927 - 18 de enero de 1983).
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Etiquetas:
Poesía argentina,
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